Este domingo El Salvador elegirá presidente para el período 2024 - 2029, como así también a miembro de su Asamblea Legislativa. La primera de estas categorías con un resultado casi definido.
Con un resultado casi asegurado, el pequeño, pero densamente poblado, paìs de Centroamérica define su destino hasta el 2029.
Este domingo El Salvador elegirá presidente para el período 2024 - 2029, como así también a miembro de su Asamblea Legislativa. La primera de estas categorías con un resultado casi definido.
Nayib Armando Bukele Ortez es uno de los políticos más analizados y observados de cerca a nivel mundial. A pesar de que los salvadoreños poseen una superficie de 21,041 km², la cual es menor a la de Tucumán, y una población de 6,3 millones aproximadamente, cifra más baja que Santa Fe y Córdoba juntos, el mandatario logró posicionarse en el foco.
Será la primera vez que El Salvador coincida en fecha con los comicios ejecutivos y legislativos.
Con tintes modernos en su estética y comunicación, que fueron de la mano de una llamativa incursión de las criptomonedas como tesoro nacional, el factor determinante de su “estrellato” es la lucha contra la delincuencia.
Ya con unos 13 años de guerra civil a las espaldas y una historia de pobreza extrema a nivel regional, los ciudadanos de El Salvador llegaron en 2015 a registrar 103 homicidios por cada 100 mil habitantes. Consecuencia principal del crecimiento de las Maras.
De la mano de un controversial plan de lucha contra la delincuencia (diversos organismos de derechos humanos lo han denunciado), la gestión Bukele llegó a detener unas 75 mil personas por sus vínculos con pandillas.
La cifra resulta exorbitante incluso para su nuevo entro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la mega cárcel con capacidad para 40 mil personas que provocó la andanada de videos virales con los detenidos.
Los números le habrían dado la razón a Bukele desde la perspectiva local, llegando a registrar meses sin homicidios en todo el país. Sin embargo, fuerzas opositoras e instituciones extranjeras aseguran que existen “maquilladas” de números. “Si maquilláramos los números… ahí estarían los cadáveres en las calles”, indicó el presidente a principios de 2023.
Son seis los nombres que este 4 de febrero competirán por el cargo de presidente de El Salvador. Con una campaña iniciada el 3 de octubre de 2023 y finalizada el pasado miércoles 31 de enero de 2024, Nayib Bukele de Nuevas Ideas encabeza la lista.
Según sondeos de opinión del Centro de Estudios Ciudadanos de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) el mandatario posee 70,9%, mientras que el Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas indica un 81,9%.
Por detrás, con valores de hasta 70% menos que Bukele en las encuestas, aparecen Joel Sánchez de ARENA, Luis Parada de Nuestro Tiempo, Manuel Flores de Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, Javier Renderos de Fuerza Solidaria y Marina Murillo de Fraternidad Patriota Salvadoreña.
La presencia de Bukele como pretendiente al cargo se debe a que goza de una licencia de la función pública aprobada por la Asamblea Legislativa el 30 de noviembre de 2023 y que es vigente desde el 1 de diciembre de ese año hasta el 31 de mayo de 2024.
La misma no es casual ni apela a motivos personales, sino que justamente es una condición necesaria para ser parte de las elecciones en base al artículo 152 de su Constitución. Este indica que aquellos que han ocupado el cargo de presidente de El Salvador o la Asamblea durante el año previo, no pueden participar.
Esta fue la segunda de las jugadas en busca de sostener su mandato. En 2022 logró que la Corte Suprema de Justicia emitiera una resolución que habilita la reelección presidencial, ante la previa prohibición.
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