El Litoral
Las defensas se multiplicaron en la capital de Nicaragua tras el llamado opositor a organizarse en lucha pacífica contra el Gobierno, mientras reportes extraoficiales daban cuenta de dos muertos en ataques de paramilitares en la norteña Sébaco y organismos de derechos humanos elevaban la cifra de fallecidos a 139.
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Las defensas de adoquines se levantaron en populosos barrios de Managua como La Luz, Ducualí y El Edén, que se sumaron así a otros sectores de la capital donde los pobladores intentan contrarrestar el asedio de encapuchados que disparan en las noches desde camionetas sin matrícula.
Una caravana de varios kilómetros de largo recorrió hoy Managua llamando a la resistencia pacífica de los ciudadanos y a “organizarse para enfrentar la represión de los paramilitares que cada noche siembran el terror en Managua y matan a los jóvenes".
Los manifestantes repartieron volantes con indicaciones para crear en cada barrio los denominados Comités Azul y Blanco, que buscan principalmente evitar saqueos, la detención de jóvenes por parte de la policía y frenar el paso de paramilitares.
La jornada transcurrió en calma en casi todo el país, excepto en Sébaco (norte), donde esta tarde se registró el ataque contra un tranque (retén) de manifestantes, con un saldo de dos fallecidos, según diversos reportes de prensa.
En tanto el politólogo y académico opositor Félix Maradiaga, señalado de ser el "cabecilla de una red criminal" que dirige las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega, suspendió su regreso al país desde Estados Unidos debido una supuesta orden de captura en su contra.
A través de un video publicado en Twitter, Maradiaga acusó al Gobierno de orquestar “un circo mediático” al llevarlo a un juicio por delitos que no ha cometido y dijo que su regreso sería aprovechado para “crear caos” en el país.
“Reitero mi decisión de regresar a Nicaragua en los próximos días. Sin embargo, luego de un profundo análisis con fuentes muy serias, no existen las condiciones para volar a Managua mañana. Pospongo brevemente”, dijo en un tuit el politólogo, que junto a la sociedad civil denunció en Estados Unidos la crisis de Nicaragua.
Por su parte, el Gobierno volvió a guardar silencio sobre la agenda opositora de diálogo que busca la “democratización del país”, mientras solicitaba el apoyo de sus simpatizantes a través de las cuentas de Twitter, participando en una campaña denominada "Un tuitazo por la paz".
El “tuitazo” coincidió con una jornada de oración “por la Paz en la Nación” organizada por el Gobierno en la Plaza de la República de Managua.
La cifra de muertos en Nicaragua a causa de la crisis que estremece al país desde abril pasado asciende ya a 139, informó hoy el no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
La cifra del Cenidh supera a las 127 víctimas fatales verificadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) del 18 de abril al 30 de mayo, cuando además contabilizó más de 1.200 heridos. El Gobierno, en cambio, sólo reconoce 42 fallecidos.
Según el Cenidh, la mayoría de los muertos son varones, jóvenes y un patrón común: heridas de bala de alto calibre en la cabeza, cuello o torso, asociadas a posibles ejecuciones por disparos de francotiradores.
La crisis en Nicaragua inició el pasado 17 de abril con una protesta de estudiantes contra una reforma al Seguro Social, que afectaba a miles de trabajadores y jubiladores.
Sin embargo, las manifestaciones se extendieron en varias ciudades del país a raíz de la violenta acción de la Policía y paramilitares contra civiles desarmados.
Tras 54 días de protestas pacíficas, con más de 125 tramos de carreteras del país bloqueados por "tranques" (retenes), la población ahora exige la renuncia del presidente Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Con información de dpa.