La tormenta Nana se debilitó a depresión tropical a su paso por Guatemala, antes de ingresar al sureste de México, horas después de tocar las costas de Belice como huracán, con fuertes y constantes lluvias que, sin embargo, no dejaron víctimas ni daños severos, se informó este jueves.
El ciclón registró vientos máximos de 55 kilómetros por hora y afectó principalmente los departamentos de Huehuetenango, Quiché, San Marcos, al oeste y norte guatemalteco.
"Nana se debilita rápidamente en el norte de Guatemala y el sureste de México. Todos los avisos y advertencias costeras están descontinuados", indicó por su parte el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
La tormenta que se desplazó por el Caribe, tocó tierra como huracán poco después de la medianoche local (07H00 CET) en la costa central de Belice, a unos 60 kilómetros al sur de Ciudad de Belice, la localidad más poblada del país.
Atravesará sureste de México rumbo al Pacífico
En la trayectoria pronosticada, el ojo de la depresión tropical continuará moviéndose esta noche sobre el oeste de Guatemala y el sureste de México, para luego desplazarse sobre el Golfo de Tehuantepec, en el océano Pacífico, dejando según los pronósticos, hasta 8 pulgadas (20 cm) de lluvia en algunas zonas del centro y oeste de Guatemala y los estados mexicanos de Chiapas.
Estas cantidades de lluvia pudieran producir inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra amenazantes a la vida, indicó el CNH.
En Honduras, las autoridades extendieron por dos días más la alerta verde, de prevención, en 12 de los 18 departamentos del país, por los efectos indirectos de la tormenta, pues se esperan lluvias con actividad eléctrica y vientos racheados.
Por otro lado, en el Atlántico norte, la depresión tropical Omar se mueve en mar abierto al noreste de las islas Bermudas, con vientos máximos de 55 km/h y su pronóstico es de convertirse en un "remanente bajo" este viernes o "quizá antes", de acuerdo con el observatorio estadounidense.
Según el gráfico del CNH, en estos momentos hay en el Atlántico dos disturbios -una baja presión y una onda tropical- con un 20 % de probabilidades de convertirse en ciclones en 48 horas. Ambos se encuentran relativamente cerca de las islas de Cabo Verde.