El Litoral / Telam
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A días de su mayor test electoral desde su llegada al poder, el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo hoy que podría enviar hasta 15.000 militares a la frontera con México, el triple que lo anunciado por su gobierno, ante la llegada de una caravana de migrantes centroamericanos que avanza hacia Estados Unidos.
Trump hizo su anuncio en declaraciones a la prensa horas después de redoblar su retórica anti inmigración en un tuit en el que afirmó que en las caravanas de migrantes que avanzan hacia su país hay "combatientes" y "pandilleros" y advirtió que "más tropas" estaban "en camino" para defender la "sagrada frontera" con México.
"Aumentaremos (el número de soldados) a entre 10.000 y 15.000 efectivos militares, además de la patrulla fronteriza, el servicio de inmigración y aduanas y todo lo demás que hay en la frontera", dijo el mandatario a periodistas antes de abandonar la Casa Blanca para iniciar una serie de actos de campaña.
Más temprano, el presidente republicano dijo que entre los migrantes de las caravanas hay personas peligrosas."Las caravanas están compuestas de algunos combatientes y gente muy dura. Lucharon con fuerza y agresividad contra México en la frontera Norte antes de atravesarla. Los soldados mexicanos fueron heridos, incapaces o no tuvieron voluntad de detenerla", advirtió Trump en su cuenta de Twitter.
El presidente busca energizar a sus bases y ayudar a su Partido Republicano a mantener el control del Congreso en los comicios de la semana próxima, y para ello ha buscado hacer de la inmigración el gran tema de la campaña, aprovechando la atención generada por las caravanas de migrantes que se dirigen hacia Estados Unidos.
Esta semana, el Pentágono anunció que desplegaría más de 5.200 soldados en la frontera entre Estados Unidos y México para hacer frente a los migrantes, que huyen a pie con niños en brazos para intentar iniciar una nueva vida en Estados Unidos lejos de la pobreza, la inseguridad o la violencia políticas en sus países de origen de Centroamérica.
Una caravana de unos 4.000 migrantes centroamericanos, en su mayoría hondureños, que busca llegar a los Estados Unidos arribó hoy a Juchitán, la ciudad del Istmo de Tehuantepec, en el sur de México. Los migrantes salieron de Honduras el mes pasado y han atravesado Guatemala, desde donde pasaron a México cruzando un río que hace de límite natural. Hoy, miles de ellos reiniciaron la marcha a pie desde la localidad mexicana de Santiago Niltepec, pero alrededor de 500 personas, principalmente mujeres y niños, fueron trasladados en colectivos patrocinados por una altruista familia juchiteca dedicada al comercio, consignó EFE.
El lunes pasado, una segunda caravana, conformada por unas 2.000 personas, entró a México por Guatemala.
Desde su llegada a la Casa Blanca en 2016, el mandatario republicano ha defendido una política de mano dura contra la inmigración y llegó a prohibir la entrada en Estados Unidos de los ciudadanos de varios países de mayoría musulmana al asegurar que suponía un riesgo para la seguridad nacional.
El endurecimiento de su política migratoria coincide con el final de la campaña electoral para las legislativas del 6 de noviembre, en las que los republicanos buscan mantener la mayoría en el Congreso.
Ayer, Trump anunció su intención de construir "ciudades de carpas" donde detener a los miembros de la caravana migratoria y a los centroamericanos que pidan asilo mientras se resuelven sus solicitudes. "Vamos a construir ciudades de carpas, vamos a poner carpas por todos lados, no vamos a construir estructuras -gastar cientos de millones de dólares-, vamos a tener carpas, van a ser muy bonitas, y (los migrantes) van a esperar, y si no reciben asilo se van a ir", dijo Trump en una entrevista en Fox News.