Durante un largo tiempo en la previa electoral norteamericana se habló de una paridad técnica en la intención de votos entre los candidatos Kamala Harris (Partido Demócrata) y Donald Trump (Partido Republicano). Cuando se entró en la recta final los consultores convergieron en la vicepresidente en ejercicio como la más votada en noviembre. Solo el republicano mantenía la confianza en alto y sostenía que su triunfo era inevitable.
El 20 de enero Donald Trump volverá a jurar como presidente de los Estados Unidos y lo que se abre es un abanico de interrogantes sobre lo que será el comercio bilateral con las anunciadas medidas proteccionistas. REUTERS/Brian Snyder/File Photo
Posiblemente por la paridad electoral los medios tradicionalmente demócratas no se habían expresado a favor o en contra de las candidaturas presidenciales. Pero cuando faltaban pocos días para las elecciones, sobre fines de septiembre, el New York Times lanzó un contundente editorial en el que sostenía con crudeza que Kamala Harris era "la única opción patriótica" para el martes 7 y sostenía que "puede no ser la candidata perfecta para todos los votantes, especialmente aquellos que están frustrados y enojados por los fracasos del gobierno para arreglar lo que está roto. Sin embargo, instamos a los estadounidenses a contrastar el historial de la señora Harris con el de su oponente" y concluía con que "la señora Harris es más que una alternativa necesaria".
"A menos que los votantes estadounidenses le hagan frente, el señor Trump tendrá el poder de causar un daño profundo y duradero a nuestra democracia", sostenía el NYT y habrá que ver cuánto de cierto y cuánto de erróneo hay en esa afirmación. Lo que sí demostró la conducción editorial es la falta de sintonía con el electorado en general aunque sí, respecto de lo que manifestó la costa este que se tiño mayoritariamente de azul en la madrugada del 8 de noviembre.
Harris no fue la candidata perfecta y, por la paliza recibida en la jornada electoral, estaba muy lejos de dar respuestas a las demandas de la mayoría de los norteamericanos que le dieron el voto popular. REUTERS/Kevin Lamarque
Los sectores más intelectuales estaban -y están- cerca de los demócratas. Una relación histórica. Lo que ocurre es que no siempre son capaces ni las consultoras ni los referentes de la cultura, ni los intelectuales progresistas norteamericanos de acercarse al sentir de la Norteamérica del medio, fuera de las costas que puede ungir -como lo hizo ante Hillary Clinton y luego ante Harris- a un singular magnate en presidente de una de las mayores potencias mundiales. Un radar que no siempre funcionó. La esposa del ex presidente Clinton sostenía en su contienda electoral que había más de 200 medios de comunicación que apoyaban su candidatura y que Trump apenas sumaba 14. Lo que no se percibió en aquel momento fue la fuerza de las redes sociales que el republicano supo utilizar muy bien.
Volviendo al mensaje del New York Times, hay una afirmación que vale la pena releer: "Puede no ser la candidata perfecta para todos los votantes, especialmente aquellos que están frustrados y enojados por los fracasos del gobierno". En efecto, no fue la candidata perfecta y, por la paliza recibida en la jornada electoral, estaba muy lejos de dar respuestas a las demandas de la mayoría de los norteamericanos que le dieron el voto popular, la mayoría en el Senado y el control de la Cámara de Representantes al señor del singular jopo, Donald Trump.
El pasado 20 de noviembre, terminados los comicios, el presidente Joe Biden cumplió 82 años. Envidiables. Se mantiene con bastante lucidez y hasta demuestra cada tanto alguna buena aptitud física el subir una escalera o moverse con agilidad. Sin embargo... las repetidas acciones en donde se lo vio cavilar, confundir dirigentes, olvidar nombres y exhibir momentos de confusión motivaron que tras bambalinas, algunos dirigentes del Partido Demócrata encendieran luces de alarma.
Sin embargo, "Joe", empedernido, no dudó un instante en repetir la candidatura para alcanzar los ocho años máximo para un presidente en los EE. UU. "Mala mía", le hubiese cantado Maluma como un aviso para el traspié, pero el presidente en ejercicio avanzó y avanzó, tal vez más de la cuenta y sin asesores que le marcaran los errores. Estos se potenciaron en el debate con su oponente donde cada pequeño o gran desacierto se reprodujo por miles y miles en las redes sociales y fueron mellando la imagen del demócrata esta hacer estallar su candidatura por los aires.
A partir de la declinación, la improvisación. Kamala Harris posiblemente sea una buena vicepresidenta pero estaba atada a una gestión en la que sobraban las críticas y se restringían los elogios. Así que se puso en marcha la maquinaria demócrata para sostener a otra mujer frente al hombre del singular del jopo. Uno a uno se fueron sumando los dirigentes que expresaban su apoyo a Harris hasta que llegaron los Clinton y los Obama. Tal vez el de Barack y Michelle fue el más contundente, el que más votos haya movido, pero no alcanzó. La tosudez del viejo Joe produjo un vacío en la interna demócrata que aún hoy se deben lamentar.
Joe Biden cumplió 82 años y se mantiene con bastante lucidez y hasta demuestra cada tanto alguna buena aptitud física el subir una escalera o moverse con agilidad. Sin embargo, repetidas veces se lo vio cavilar y confundirse. REUTERS/Kevin Lamarque/File Photo
Finalmente será el 20 de enero la fecha en la que Donald Trump vuelva a jurar como presidente de los Estados Unidos y lo que se abre es un abanico de interrogantes sobre lo que será el comercio bilateral con las anunciadas medidas proteccionistas; saber qué pasará con la guerra desatada por la invasión de Rusa a Ucrania y el rol de Corea del Norte; la situación en Medio Oriente; la puja comercial con China; la relación con los regímenes de Venezuela, Nicaragua y Cuba; la inmigración ilegal desde México; las tarifas a buques norteamericanos en el canal de Panamá; la asistencia económica a la NATO y a ciertos organismos de Naciones Unidas como Unicef. Eso sí, en el complejo panorama internacional uno de los pocos que celebra es Javier Milei. Veremos si sirve para algo.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.