"Los talibanes están obstruyendo la ayuda, prohibiendo la labor de mujeres e incluso tomando represalias contra quienes entregan o reciben asistencia", advirtió, Linda Thomas-Greenfield, embajadora de EE.UU. ante la ONU.
"Los talibanes están obstruyendo la ayuda, prohibiendo la labor de mujeres e incluso tomando represalias contra quienes entregan o reciben asistencia", advirtió, Linda Thomas-Greenfield, embajadora de EE.UU. ante la ONU.
Esos hechos "son inaceptables, desestabilizan Afganistán y la región y no pueden continuar, pues los trabajadores humanitarios son lo mejor de nuestras sociedades y deben poder hacer su vital trabajo de forma segura", añadió.
Washington destinará 64 millones de dólares adicionales en ayuda humanitaria para Afganistán, aunque advirtió de que el régimen talibán está poniendo trabas a las operaciones de asistencia. La partida de ayuda humanitaria, anunciada por la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, en la conferencia internacional organizada este 13 de septiembre en solidaridad con Afganistán, se dirigirá principalmente a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tras la "reciente transición" en Afganistán, en palabras la la diplomática, los talibanes deben mantener sus promesas de protección no sólo a los trabajadores humanitarios, sino también a mujeres y niñas.
Con la ayuda anunciada hoy el total destinado por Estados Unidos para la asistencia humanitaria en Afganistán este año asciende a 330 millones de dólares, destacó la embajadora, quien urgió al resto de la comunidad internacional a mostrar igual solidaridad con la difícil situación del pueblo afgano.
La conferencia internacional, organizada por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, busca recaudar 606 millones de dólares con el fin de financiar operaciones de asistencia en el país y ayudar a 11 millones de personas, casi un tercio de la población nacional.