Joe Biden, presidente de Estados Unidos, realizó la primera conferencia de prensa oficial en referencia a los polémicos incidentes con objetos voladores sobre el cielo norteamericano.
El presidente de Estados Unidos dio una conferencia de prensa esperable y optó por ser cauto. La oposición sigue molesta por la incertidumbre que siembra su gestión. La Casa Blanca dijo que “goza de buena salud”.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, realizó la primera conferencia de prensa oficial en referencia a los polémicos incidentes con objetos voladores sobre el cielo norteamericano.
Con foco en las consecuencias sobre las relaciones bilaterales con China y los procedimientos que realizará su equipo de Seguridad Nacional, el mandatario estadounidense prefirió ser cauto en sus declaraciones, dando lugar nuevamente a las especulaciones sobre la gestión y su propia situación.
“Nuestro ejército está observando de cerca el espacio aéreo de EE. UU. después de que el globo espía chino fuera derribado”, declaró Biden a la prensa, y agregó que le solicitó a su equipo en seguridad que implemente "reglas más estrictas" para discriminar las naves que representan un peligro de las que no.
“Derribaremos cualquier objeto volador que represente una amenaza para nosotros y tomaremos más medidas para mejorar nuestra capacidad para detectarlos”, indicó el presidente.
Luego aclaró que la orden de derribar los cuatro objetos la dio debido a los “peligros para el tráfico aéreo comercial civil y porque no podíamos descartar el riesgo de vigilancia de instalaciones sensibles”. En declaraciones para NBC News, Biden sumó: “Recibí una recomendación del ejército”.
Sobre la información recabada de los restos del “globo chino” no hubo precisiones y oficiales de Defensa declararon que las tareas de recuperación han finalizado.
Tampoco se brindaron datos de los tres restantes. “Todavía no sabemos exactamente qué eran estos tres objetos, pero nada en este momento sugiere que estuvieran relacionados con el programa de globos espía de China, o que fueran vehículos de vigilancia de otro país”, dijo Biden en conferencia, agregando: "La evaluación actual de la comunidad de inteligencia es que estos tres objetos probablemente eran globos vinculados a empresas privadas, instituciones recreativas o de investigación, que estudiaban el clima o realizaban otras investigaciones científicas".
Una posible operación de espionaje desde Beijing podría representar un riesgo mayor para la estabilidad mundial en caso de que Washington realice un paso en falso en sus medidas.
Las hipótesis sobre el origen apuntan en parte a elementos de investigación meteorológica de China o con fines comerciales que desviaron su rumbo, lo que su derribo podría desatar un conflicto mayor.
En caso de que realmente se trate de un movimiento militar, el gobierno chino debería aclarar la situación antes de que el incidente escale aún más. Mientras tanto, el presidente Xi Jinping se reunió con su par de Irán.
“Buscamos la competencia, no el conflicto con China, y manejaremos esta competencia con responsabilidad para que no se convierta en confrontación”, declaró Biden este jueves.
Tras la suspensión de la visita del Secretario de Estado Antony Blinken, el presidente norteamericano intentó calmar las aguas: “No estamos buscando una nueva Guerra Fría, pero no me disculpo. Competiremos y manejaremos responsablemente esa competencia para que no se convierta en conflicto".
Parte de los republicanos del Congreso, y algunos demócratas, insisten en que deben darse mayores precisiones sobre esta problemática. Acusan desde la oposición de crear una “cortina de humo”, para desviar los focos de los incidentes con productos químicos dentro del país y la investigación que comprometería a EE.UU. por la destrucción del gasoducto Nord Stream.
Un tema recurrente es el estado de salud del presidente estadounidense. Llegaría al final de su gestión con 82 años y una extensa biblioteca audiovisual de particulares apariciones en público que se tornaron virales.
En su condición del más longevo en ser la máxima autoridad del país del norte, fue sometido a un estudio médico por parte de un equipo especial de la Casa Blanca.
"El presidente Biden es un hombre de 80 años saludable, vigoroso y apto para ejercer con éxito las labores de la Presidencia, incluidas las tareas de jefe del Ejecutivo, jefe de Estado y comandante en jefe", concluyó el informe de Kevin O'Connor, su médico personal.
Este jueves, durante la conferencia de prensa oficial, preocupó nuevamente con un extraño gesto. En medio de la ronda de preguntas agradeció y se retiró de forma repentina.
O'Connor si destacó que Biden padece problemas leves de reflujo ácido, lo que provoca complicaciones a la hora de hablar o le provoca tos, síntomas que se acentúan después de las comidas.
El médico detalla que el presidente tiene artritis y que el modo rígido de caminar se atribuye a la fractura que se hizo en 2020 en un pie.
Respecto a las especulaciones más frecuentes sobre su condición, O'Connor asegura que no ha sufrido en los últimos meses ningún trastorno, como esclerosis múltiple, Parkinson o derrame cerebral.