Elon Musk, recientemente convertido en CEO de la red social Twitter tras adquirirla por US$ 44.000 millones, realizará una “amnistía general” a todas las cuentas que fueron suspendidas de la plataforma a partir de la semana próxima, al tiempo que lanzará un nuevo sistema de verificación para los usuarios.
“¿Debe Twitter ofrecerle una amnistía general a las cuentas suspendidas, siempre y cuando no hayan roto con la ley o se hayan involucrado en actividades de spam?”, preguntó Musk a sus seguidores en su cuenta de Twitter.
Luego de que los usuarios se inclinaran mayoritariamente (72,4%) por el “sí”, Musk tuiteó: “La gente habló. La amnistía comienza la próxima semana. Vox Populi, Vox Dei”.
Solamente votaron 3.162.000 usuarios, menos del 1% de los 330 millones de usuarios activos de la plataforma.
Con anterioridad, y en el mes que lleva como directivo de la plataforma, Musk restauró las cuentas de algunos personajes públicos que habían sido expulsados de la red social.
Entre ellos se encuentra la cuenta del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cuya presencia en Twitter fue eliminada luego del ataque al Capitolio por sus simpatizantes, el pasado 6 de enero de 2021, al considerar la plataforma que el exmandatario incitó a los manifestantes.
Pese a tener su cuenta devuelta, Trump rechazó volver a Twitter al preferir utilizar la plataforma que él mismo impulsó, Truth Social.
Poco después de comprar Twitter, el también CEO de Tesla y SpaceX prometió crear una comisión para moderar el contenido con “una diversidad de puntos de vista” para que lo asesore en estas decisiones, y que no se tomarían acciones al respecto hasta su formalización.
No obstante, la decisión de Musk de restaurar a todas las cuentas suspendidas –incluyendo las que fueron expulsadas por difundir desinformación, teorías conspirativas, mensajes racistas, homofóbicos y de odio-- representa otra vuelta de tuerca en sus planes.
La política de moderación que establecerá Musk continúa siendo un gran interrogante: el magnate se manifestó antes de finalizar la adquisición de Twitter a favor de la “libertad de expresión” y en contra de las expulsiones permanentes de la red social, incluso en los casos de desinformación o mensajes de odio.
Sin embargo, el margen que tendrá Musk para implementar una política de libertinaje es limitado ya que vendrá a costa de menores ingresos de los anunciantes, poco dispuestos a colocar su publicidad al lado de contenido cuestionable.
De hecho, 50 de los 100 principales anunciantes de Twitter dejaron de realizar promociones en la plataforma en las últimas dos semanas, entre ellos Chevrolet, Ford, Nestlé, Coca Cola y Jeep, de acuerdo con un estudio de la ONG Media Matters for America que realiza monitoreo de medios.
La restauración de las cuentas suspendidas la semana próxima vendrá de la mano de un nuevo sistema de verificación para los usuarios que quieran obtener dicha etiqueta.
“Disculpen el retraso, vamos a lanzar tentativamente al sistema el viernes de la semana que viene”, anticipó Musk en otro tuit.
El empresario precisó que las nuevas marcas de verificación estarán diferenciadas por colores: dorado para las empresas, gris para los gobiernos, y azul para los individuos (cuenten o no con notoriedad pública).
El nuevo modelo de pago propuesto por el multimillonario había sido suspendido después de propiciar que infinidad de usuarios adquirieran la verificación para suplantar a empresas u otros personajes públicos, algo que la diferenciación de colores buscará evitar, según indicó la agencia Bloomberg.
Todas las cuentas que accedan a la verificación serán manualmente revisadas, un proceso que resultará complejo luego de que Musk despidiera a más de la mitad de los 7.500 empleados de la empresa en el último mes.
La verificación formará parte modelo de suscripción ´Twitter Blue´ que tendrá un valor de US$ 7,99 mensuales y que incluyen otras funcionalidades como, por ejemplo, la de ver una cantidad menor de anuncios.