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El autor de los cuadernos que detallan la ruta de coimas pagadas por grandes empresarios a Néstor y Cristina, se acogió a la figura del “imputado colaborador”.
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Oscar Centeno comenzó este jueves a declarar como “arrepentido” ante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli. En Comodoro Py, se especulaba que en esta condición ratificará lo relatado en los cuadernos y podría aportar más pruebas. Los alcances judiciales, empresariales y políticos son cada vez más insondables con el transcurso de las horas.
El ex chofer de Roberto Baratta ya había dado señales del camino que seguiría cuando cambió de abogado. Horas antes de declarar le revocó la representación a Norberto Frontini, un abogado kirchnerista que hacía presumir una estrategia en común con los intereses de los ex funcionarios de Cristina y con la situación de la propia ex mandataria. Pero eso no sucedió.
La figura del “imputado colaborador”, más conocida como “del arrepentido”, fue creada por ley en noviembre de 2016. El fiscal puede negociar con los acusados una disminución del monto de la pena que le correspondería, siempre y cuando aporte “datos precisos, comprobables y verosímiles” de estamentos superiores en la responsabilidad del delito que investiga la causa. El esquema legal también premia más a quien primero delata.
La “masa crítica” de elementos que encuentre Bonadio parta sustanciar la causa será decisiva para la suerte del expediente y su eventual trascendencia histórica. La Argentina contemporánea vive causas de gran estridencia pública que sin embargo no han encontrado correlación en los juzgados, por lo que adquiere gran trascendencia la auditoría que el Consejo de la Magistratura dará a conocer este mes sobre las causas de corrupción “cajoneadas” en Comodoro Py.
Si bien el expediente que compromete a José López por los bolsos con dólares en un convento del Gran Buenos Aires ya está llegando a instancias decisivas, la Justicia llegó “tarde” a las bóvedas de Lázaro Báez, omitió por años la multimillonaria evasión de Cristóbal López y hasta dejó prescribir la causa por la valija de Guido Antonini Wilson.
Por ahora, en la causa de los cuadernos está involucrada una docena de ex funcionarios kirchneristas, además de empresarios de primera línea.
Vaciamiento de YPF
Elisa Carrió denunció desde 2004 a Néstor y De Vido -entre otros- por defraudación, asociación ilícita, evasión y lavado. Llevó 30 casos de corrupción y detalló que los funcionarios de carrera de la Afip quisieron llevar adelante las causas que la gestión K impidió. Una de las más emblemáticas fue la acusación de “vaciamiento” de YPF, cuando Roberto Baratta fue su director, permitiendo que los Eskenazi ingresen a la sociedad a cambio del giro de ganancias por parte de Repsol cuando el país padecía la falta de divisas. La expropiación de acciones terminó con una deuda por U$S 5 mil millones con JP Morgan y un juicio contra el país por otros U$S 3 mil millones.
El desafuero de Cristina: ¿Bonadio lo pide por segunda vez?
Claudio Bonadio podría pedir por segunda vez el desafuero de Cristina Fernández de Kirchner en el Senado de la Nación. El mismo juez ya lo hizo en el marco de la causa en la que investiga la denuncia del fallecido fiscal sobre la actuación de la ex presidente por presunto encubrimiento de los responsables del atentado a la Amia, en el caso del Memorándum con Irán.
El juez citó a declarar a Cristina el próximo 13. Es la última en la lista de empresarios y ex funcionarios involucrados. Si la figura que se investiga es la de asociación ilícita y como se puede inferir Cristina está en el vértice superior de una organización de tal naturaleza -ésa es la hipótesis explicitada por el fiscal Stornelli- la situación procesal de Cristina es más que comprometida.
Pero todo depende de las pruebas y testimonios que puedan verificar los relatos de los cuadernos. Además, la senadora tiene fueros y si no se presenta ante el juez, no puede ser detenida ni su casa puede ser allanada hasta tanto la Cámara no lo autorice. Así sucedió por ejemplo con Julio De Vido en la Cámara Baja.
La Nación reveló hoy que el juzgado de Bonadio ya redactó un oficio preguntándole al Senado por el estado del trámite de la solicitud de desafuero por el caso del Memorándum. Aquel pedido encontró el impulso inicial de Cambiemos a través de una sesión especial solicitada por Federico Pinedo, pero chocó con la negativa de los bloques peronistas.
Miguel Pichetto ha sostenido en esta materia el mismo criterio que mantiene a Carlos Menem en su banca a pesar de las sentencias en su contra: que aún no están firmes; en tanto haya algún trámite pendiente de resolución en sus causas.