Varotto, un físico formado en el instituto Balseiro y la Universidad de Stanford, fue coordinador del Programa de Investigación Aplicada del Centro Atómico Bariloche entre 1971 y 1976, año en el que se convirtió en uno de los fundadores de la empresa rionegrina Invap y fue su gerente general hasta 1991, momento en el que se integró a la Conae, organismo que presidió entre 1994 y 2018.
El físico fue uno de los gestores de la constelación Sistema Ítalo Argentino para la Gestión de Emergencias (Siasge), integrada por los satélites italianos Cosmo-SkyMed equipados con SAR de banda X de la agencia espacial italiana (ASI), y los satélites argentinos Saocom equipados con un radar SAR en banda L, que le permiten registrar información sobre la humedad de los suelos importante para la actividad agropecuaria y la prevención de inundaciones.
Varotto resaltó que "es una constelación que tiene fines productivos, la información que emite puede aplicarse a distintas áreas de la producción; por eso no hablo de finalización sino de culminación de algo, porque hay que darle continuidad para seguir teniendo la capacidad de acceder a la información que generan estos satélites y que es vital para el desarrollo productivo del país".
"El país ha hecho un esfuerzo enorme para hacer posible esta constelación que nosotros llamamos Siasge primera generación, pero Italia ya está avanzando en la segunda generación de sus satélites Cosmo-SkyMed y nosotros tenemos que avanzar con la segunda generación de los Saocom", apuntó.
Tenés que leerDespegó el satélite argentino Saocom 1BEl científico señaló que "este segundo Saocom completa la constelación y le agrega la posibilidad de revisita, para determinados tipos de aplicaciones hay que pasar sobre el mismo lugar con una cierta frecuencia que no se logra con un sólo satélite y para eso funcionan en conjunto los dos".
Varotto enfatizó que "comenzar a trabajar en la segunda generación de los Saocom nos mantendría en el dominio de las tecnologías más avanzadas; también nos sostendría en el grupo de países que juegan 'la Champions League' en materia espacial, y para sostenerse ahí hay que trabajar de manera constante en nuevos proyectos".
"Es importante que se entienda que hay que darle continuidad a estos desarrollos; se hizo un enorme esfuerzo para acompañar al sector productivo con información estratégica, pero si no le damos continuidad a estos proyectos y la producción después se queda sin la información a la que hoy tiene acceso es peor que no habérsela dado", subrayó.
En ese sentido, añadió: "Es muy importante, sobre todo en el caso de las zonas áridas y semiáridas que uno le dé continuidad a la información que generan estos satélites, porque no se puede darle hoy información al sector productivo para que haga inversiones y después cortarle el suministro de la información que posibilita el desarrollo".
El físico contó que "la idea de los Saocom nace del INTA y la Secretaría de Agricultura de la Nación, después aportaron conocimientos necesarios las universidades, la Conae, la CNEA, Invap, VENG, el Instituto Balseiro, es impresionante la cantidad de gente que contribuye al programa Siasge por el tipo de aplicaciones que permite y todo lo que hubo que hacer para llegar disponer de esas aplicaciones".
Tenés que leerAlberto Fernández: "Me enorgullece que esto lo hacen científicos argentinos""Que hoy alguien me diga que puede trabajar con información de los Saocom para aplicarla en la actividad pesquera o en la prevención del dengue son cosas que hace veinte años no se le ocurrían a nadie porque eran inimaginables, y este es el tipo de cuestiones en las que siempre insisto cuando hablo de grandes proyectos nacionales", agregó.
El científico consideró que "es muy importante que se libere la información que producen los Saocom para que se desarrollen todas las iniciativas que requieran esos datos en el país, porque es de ahí que viene el beneficio principal para el país; además estos programas se autopagan porque la actividad económica se incrementa con la información que generan".
"Los Saocom fueron diseñados con una expectativa de cinco años pero es esperable que duren más, y aunque ahora es más sencillo pensar en su reemplazo lo que hay que definir es si se elige otra vez la arquitectura monolítica o si la segunda generación ya avanza sobre el concepto de arquitectura segmentada", completó Varotto.