Jorge Nieva es un cordobés de 39 años que juega al fútbol de manera amateur y cuyo caso llama la atención. Tras cabecear una pelota durante un partido sufrió convulsiones y con los estudios médicos le detectaron un tumor cerebral.
Jorge Nieva estaba en medio de un partido cuando sufrió convulsiones tras un cabezazo en un centro. Fue operado estando despierto, en una técnica poco habitual.
Jorge Nieva es un cordobés de 39 años que juega al fútbol de manera amateur y cuyo caso llama la atención. Tras cabecear una pelota durante un partido sufrió convulsiones y con los estudios médicos le detectaron un tumor cerebral.
Además de la particularidad de lo ocurrido, el hombre se sometió a una intervención quirúrgica muy poco habitual que implicaba ser operado por neurocirujanos estando despierto. Esto le permitió a los especialistas evitar secuelas al manipular su cerebro, ya que Jorge debía hablar y cumplir consignas mientras los médicos operaban.
La historia
Jorge dio detalles de su singular experiencia. Trabaja repartiendo productos de panadería en la provincia de Córdoba y además es un habitual jugador de fútbol amateur.
El hombre había sufrido convulsiones en varias ocasiones a lo largo de su vida, pero los chequeos médicos no habían encontrado hasta el momento alguna condición grave.
Sin embargo, todo cambió cuando un sábado y en medio de un partido entre amigos, Jorge despejó un centro con un cabezazo e inmediatamente comenzó a convulsionar. Tuvo que ser trasladado de urgencia a un centro de salud y ahora sí los estudios le indicaron un tumor cerebral.
Fue en ese momento cuando en el Sanatorio Allende, el neurocirujano Enrique Herrera le propuso realizarle una intervención quirúrgica de alta complejidad que requería que él esté despierto durante el proceso. Jorge aceptó porque, más allá de la impresión que podía causarle, la técnica le podía garantizar beneficios y evitar secuelas en algo tan delicado como la actividad cerebral.
“La zona donde está el tumor es la de la parte mecánica del habla. Yo vendo, vivo de eso, desde los 18 años que estoy en la calle. Por eso, cuando me dijeron que la operación despierto podía servir para tener menores riesgos de secuelas, acepté de inmediato”, dijo el hombre.
La intervención fue realizada el pasado 17 de marzo, duró ocho horas y Nieva reveló que lo despertaron cuando estaban en la parte más delicada y complicada.
“Dentro del equipo había una psicóloga que me hacía test durante la operación. En un momento me pidió que nombre animales con la letra A y yo pensaba ‘anaconda, anaconda’ pero no lo podía decir. Eso les dio la señal de que habían tocado algo que me iba a traer secuelas y se pudo corregir”, describió.
El hombre recibió el alta 48 horas después, pero a los pocos días tuvo que volver al hospital porque sufrió otra convulsión y temió lo peor. Sin embargo, los médicos lo estabilizaron y le dijeron que era una reacción esperable debido a que “el cerebro se estaba acomodando”.
Padre de tres hijos y casado, ahora Nieva se recupera en su casa y se ilusiona con poder volver a jugar al fútbol, que es su pasión.