El Litoral
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El Papa Francisco aseguró que le “gustaría visitar la Argentina el año próximo”, en lo que sería la primera visita al país desde su asunción al frente de la Iglesia Católica, en marzo de 2013.
Así lo expresó el Sumo Pontífice durante una entrevista publicada este domingo por el diario La Nación y, según precisó su entorno, el viaje se realizaría el segundo semestre de 2020 e incluiría también una escala en Uruguay.
De esta manera, Jorge Bergoglio volvería a su tierra natal ya como líder religioso, algo que se venía postergando porque, según explicó el Papa en varias ocasiones, no quería interferir con la política local.
El año que viene, en cambio, va a ser un período no electoral y ya se habrá definido el próximo gobierno, por lo que su visita no podría ser considerada como una señal de apoyo o de rechazo hacia uno u otro partido.
En este sentido, siempre según lo publicado por el mencionado matutino, Francisco no tiene preferencia por ningún espacio y, en tiempo de elecciones, “no recibe a ningún dirigente de la política argentina”.
La visita del Papa se daría, además, en un contexto histórico, ya que en 2020 se cumplirán 500 años de la primera misa católica que se celebró en lo que hoy es el territorio argentino.
Esta ceremonia fue realizada el 1º de abril de 1520 por el sacerdote español Pedro de Valderrama en la ciudad de Puerto San Julián, en la actual provincia de Santa Cruz.
Si bien en un primer momento se especuló con la posibilidad de que el viaje de Francisco coincidiera con esa misma fecha, la versión fue descartada por sus allegados.
El Papa estuvo por última vez en Latinoamérica en enero pasado, cuando participó de la Jornada Mundial de la Juventud que se realizó en Panamá.
Anteriormente estuvo en Perú, Chile, Colombia, México, Cuba, Paraguay, Bolivia, Ecuador y Brasil, pero hasta el momento la Argentina nunca estuvo dentro de sus destinos.
“Prudencia”
Voceros vaticanos citados en la nota de La Nación dejaron trascender la inquietud en El Vaticano por el hecho de que cada acto del Pontífice sea mirado en la Argentina como un gesto hacia la política vernácula.
“El Papa necesita que los dirigentes argentinos lo dejen ser Papa”, reclama un prelado. La palabra “prudencia”, como recomendación y consejo, es la que más se escucha cerca de Francisco.
“El Papa -aseguran de manera rotunda- no tiene ninguna predilección política en las próximas elecciones argentinas. Ninguna. Jamás lo escuchamos pronunciarse sobre el proceso electoral de su país”.
Y añaden que la única prioridad del Pontífice respecto de la Argentina es que, luego de las elecciones, pueda superarse la fractura política entre los argentinos.
Con información de NA y La Nación