La regla comúnmente escuchada es "el más liviano va primero", pero, como en todo, hay excepciones y detalles que pueden marcar la diferencia en los resultados. Aquí te compartimos algunos consejos para organizar de manera efectiva tu rutina de cuidado facial.
1. Conociendo el peso de tus productos:
La regla general es aplicar primero los productos más ligeros para maximizar la penetración de los ingredientes en la piel. Sin embargo, este enfoque puede variar según tus objetivos y los ingredientes específicos que estés utilizando.
2. Potenciando ingredientes especiales:
Si tienes productos estrella en tu rutina, como ácidos exfoliantes o retinol, quieres que estos sean los protagonistas. En este caso, aplica el producto especial primero, espera unos minutos para su absorción completa y luego sigue con el resto de tu rutina, siguiendo la regla del "más liviano primero".
Ejemplo para potenciar la acción del ácido glicólico:
Mirá tambiénEl ingenioso truco viral para disimular las ojeras persistentes 3. Manejando ingredientes fuertes:
Cuando un ingrediente resulta fuerte o irritante para tu piel, existen estrategias para seguir usándolo sin comprometer la salud de tu cutis. Puedes mezclar el producto irritante con unas gotas de suero o una crema hidratante para reducir su impacto. También puedes aplicar primero una crema hidratante y luego el activo irritante.
Mirá tambiénCómo lograr un pelo más brillante con un ingrediente caseroEstrategia para el retinol:
Crema nutritiva (técnica conocida como Retinol Sandwich)
Estos consejos pueden ayudarte a adaptar tu rutina de skincare según tus necesidades específicas. Recuerda que la clave está en entender tus productos y cómo interactúan con tu piel.
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