MENSAJES
MENSAJES
Árboles caídos
MARCELA FERNÁNDEZ
"Cada vez que hay tormenta, el diario publica sobre la cantidad de árboles caídos. Esto significa un gran peligro, porque aparte de atentar contra la seguridad de las personas, ocasiona daños materiales (en casas, autos, etc.). Cuando los vecinos queremos sacar un árbol en mal estado, la Municipalidad no lo autoriza y tampoco acude a prestar el respectivo servicio".
Decepción
ROBERTO VACA
"La gente de Colón, una vez más estamos apenados porque no pudimos cumplir con el objetivo de subir a Primera. Esta dirigencia de Colón no puede dirigir ni un club de bochas. No están a la altura de las circunstancias. No saben que Colón está entre los 10 o 12 clubes más populares de la Argentina. Lamentablemente, rompieron un récord de Vignati de traer 7 técnicos en dos años. Estos, en 10 meses, trajeron 4 técnicos, con un plantel jerarquizado, más caro de la categoría, más que algunos de Primera División. No sé qué irá a pasar ahora, porque hasta que empiece el próximo torneo faltan 3 meses. No sé qué harán con los jugadores, el técnico, porque trajeron uno que era periodista deportivo devenido en técnico; y también a Osella, que no sabe nada de fútbol. Cuando estuvo en Colón hizo las cosas mal. Yo no sé cómo se manejaron. Así que ¡aguante Colón! Dios quiera que lo ilumine y el año que viene obtenga el halago de volver a Primera. Pero estos dirigentes se tienen que poner las pilas, porque este año hicieron mal las cosas. Tuvimos un arranque espectacular y después nos vinimos abajo y estos dirigentes no subieron sacarlo adelante. El pueblo sabalero está dolido otra vez. Esperamos que las cosas cambien para mejor en nuestra querida institución".
Carta
Qué piensa la prensa americana del triunfo de Trump
MATÍAS ROSSI
El triunfo de Trump en las elecciones me impulsó a leer lo más significativo de la prensa de EE.UU. Nada igual a saber cómo piensan los americanos de su próximo presidente. Son muchos los artículos que abordan un tema tan importante, pero rescato algunos títulos que quizás basten para darnos una idea. El New York Times escribió: "Estados Unidos contrata a un hombre fuerte… Ahora, Estados Unidos se encuentra al borde de un estilo autoritario de gobierno nunca visto en sus 248 años de historia". En otro artículo titulado "Estados Unidos toma una decisión peligrosa" afirma: "Durante los próximos cuatro años los estadounidenses deben tener en claro la amenaza que representará para la nación y sus leyes el 47º presidente y estar preparados para ejercer sus derechos en defensa del país". Por otro lado, el Washington Post publicó entre otros editoriales: "¿Será su presidencia tan oscura como su campaña?". "Después de una campaña impulsada por la invectiva, el miedo y los votos de venganza, Donald Trump regresará a la Casa Blanca para liderar una nación dividida". Siempre admiré la claridad conceptual de estos diarios que defienden disímiles intereses. Sin embargo, parece que esta circunstancia crucial para el gran país del norte la asumen con las mismas dudas y temores. Y en lo personal, a pesar de la felicidad manifiesta del presidente Milei, creo que no se equivocan.
Carta
¿Hay vida después de la muerte biológica?
ALBERTO ESTRUBIA
Sé de antemano que este es un tema que desagrada, o al menos no muy presente en nuestras conversaciones. Algunas personas lo admiten por curiosidad y otras lo marcan porque es algo que les preocupa. Todos tenemos la certeza de que morimos, es algo que sucede a diario. Lo no muy conversado es si después de la muerte biológica hay otra vida o no. Vida que, de hecho, no puede ser de las mismas características de la que se dejó, sino distinta, pero permitiría que los humanos extendamos nuestra existencia en el más allá. El tema no es fácil, pero de todas maneras tratemos de otear ese horizonte oscuro que es la muerte.
Todas las religiones han dicho algo al respecto. Desde los persas, pasando por Egipto, la India y el pueblo hebreo. Y casi todas plantean una forma de sobrevivencia que varía según los credos. Esas son las creencias, lo que sostenemos desde la Fe. Pero lo importante a desentrañar es saber si las ciencias admiten esa posibilidad. Fe y Ciencia no son dos cuestiones que se oponen, sino dos miradas que pueden complementarse.
Las ciencias humanas como la Antropología, la Filosofía, la Historia, la Sociología ofrecen datos importantes, sin pretender el desarrollo de un tema que no les compete. Pero doy un ejemplo para tratar de aclarar lo que digo. El tema de la evolución de la especie humana fue algo que nuestros abuelos no admitían, un poco por lo que decían las iglesias y otro, por ignorar nuevos descubrimientos. Hoy, la mayoría de las personas admiten como posible que el hombre actual sea producto de una larga evolución que llevó millones de años. Pero el científico, normalmente, no se plantea la cuestión de si hubo un Ser Superior que participó como fuente o energía primera de ese fenómeno. Es el teólogo el que tiene que decir dónde ubicamos a Dios dentro de ese proceso. Y repito lo anterior: Fe y Ciencia son dos discursos que se pueden complementar. Y esta pretendida aclaración me permite asomarme a lo que planteara en el título de esta nota. Se dice que el humano es materia y espíritu. La materia correspondería a la carne y la sangre que poseemos, pero ¿y el espíritu?, ¿cómo lo conceptualizamos? Se deduciría que con la muerte se corrompe el cuerpo y como el espíritu no es materia podría permanecer, digamos, seguir existiendo. Si el cuerpo y el espíritu (alma) fueran dos cosas independientes, este planteo podría admitirse; pero si aceptamos que el cuerpo y el espíritu son dos realidades que existen en unidad compleja, la una no puede darse sin la otra. Entonces al corromperse el cuerpo, el espíritu no tendría sustento y desaparecería.
Gente que estudia estas cuestiones opina que no podemos hablar de materia y espíritu como realidades distintas, dado que ambas están constituidas por un mismo elemento que es la Energía. Todo lo que existe en el Universo, ya sea material o espiritual, es energía y lo fue desde el principio. Hubo una Energía Originaria a la cual podemos llamar Tao, Yahweh, Viracocha, etc. que dio lugar a todo lo que existe en distintos grados de concentración de ésta. La energía no se pierde, se modifica, se transforma. Si el hombre es energía consciente, no se pierde, cambia, se modificará y seguirá existiendo de otra manera sin perder su identidad. Eso es lo que sucedería en el Cosmos. A partir de allí podemos asentar nuestras creencias, con mayor fundamento y credibilidad.
Carta
Al señor presidente
ADELA Y MUCHOS MÁS
Las opiniones de este mensaje no tienen carácter político. Su solo objetivo es transmitir la preocupación que nos mueve a mí y a muchos argentinos que amamos a nuestro país. Cuando nuestro presidente se dirige públicamente a la Nación, bastante exaltado, utilizando expresiones y adjetivos, por su investidura nos parece poco adecuado. Reconocemos que estamos frente a un hecho inédito en nuestra historia, como es el apoyo y reconocimiento que tiene nuestro presidente de mandatarios y políticos del mundo. Por la importancia de esto y los números de las encuestas, que siguen altos, sobre todo en los jóvenes, pedimos prudencia.
Le recordamos a nuestro joven presidente que ya no está en campaña, donde se perdona todo. Hoy es nuestra más alta autoridad en funciones y hace más de 10 meses que trabaja por sus objetivos, tratando de cumplir con sus promesas de cambio. Tiene la responsabilidad de ser ejemplo para los jóvenes, futuros actores de la política. No solo por su honestidad, sino por la limpieza de la enorme corrupción que padecemos. Transformar el increíble Estado que nos consumió tantos años. Y esto es solamente algo de la dura empresa que asumió.
No entendemos las razones de su violencia, cuando se indigna por ciertas actitudes de la oposición, cuando tiene asegurado el apoyo de otros grupos, y de ese modo, le quita seriedad a su exposición.
Con todo respeto, como argentinos que aspiramos a que se logre lo mejor, creemos positivo asumir con calma las situaciones que se presenten y eso ayudará a que subsistan la esperanza y confianza que existen. Probar con la indiferencia, a veces sirve; pero mejor no dar armas y rogar a las fuerzas del cielo.