Es una fecha que jamás tendrá que pasar desapercibida en Colón. Un 10 de mayo de 1964 se produjo una de las hazañas más importantes de la historia, muy trascendente desde lo emocional y lo deportivo. Ese día llegó a Santa Fe el Santos de Pelé, doble campeón de la Libertadores, campeón del mundo y con el mejor jugador del planeta. Además, con jugadores que venían de integrar la selección campeona del mundo en Chile dos años antes.
Colón venía de jugar el día anterior en Buenos Aires ante Platense, en un partido que perdió 2 a 0. Los jugadores se tomaron un avión y viajaron a Santa Fe, concentraron, descansaron y al Centenario para jugar el partido con el Santos de Pelé, que hacía una gira por la Argentina.
Imágenes del partido donde Colón venció al Santos de Pelé en el Brigadier López.
Al partido lo empezó ganando el Santos con un golazo de Pelé, superando la férrea marca que le ofreció durante todo el partido un jovencito de 20 años llamado Alberto Poncio, que poco tiempo después iba a ser transferido a Huracán y luego se convertiría en baluarte de Chacarita para la obtención del histórico título de 1969. Pero Fernando López primero y el inolvidable "Ploto" Gómez (que ingresó en el segundo tiempo), faltando tres minutos para el final del partido, dieron vuelta el resultado y provocaron estupor no sólo en el estadio, sino en todo el país y en el mundo. El humilde Colón, un equipo del ascenso argentino, estaba ganándole al mejor equipo del mundo. Ni más ni menos.
Juan Luis Pérez; Carlos Larpín, Juan Bareiro, Alberto Raúl Poncio y Ediberto Pérez; José Miguel Broggi, Cilenio López, Luis Cabaña y Norberto Serenotti; Luis López y Fernando López, fueron los nombres elegidos por José Belermino Canteli, el entrenador del equipo. Por su parte, Gilmar dos Santos Neves; Antonio Luis Dos Santos "Lima", Joao Modesto, Joel Camargo y Geraldo Antonio Martín "Geraldino"; Almir Pernamburquinho y José Ely de Miranda "Zito"; Arnaldo Poffo García "Peixinho", Antonio Wilson Viera Honorio "Coutinho", Edson Arantes do Nascimento "Pelé" y José Macía "Pepe", fueron los once vestidos de blanco que sucumbieron en el Centenario, que a partir de ese momento y por impulso iluminado de un periodista de este diario, Angel José Gutiérrez, el inolvidable "Gallego", pasó a llamarse Cementerio de los Elefantes.
Pelé en acción en el partido ante Colón en Santa Fe.
Italo Giménez siempre contaba la anécdota que cuando se dirigía con la delegación del Santos al aeropuerto, en la despedida, recibió enormes ofrecimientos para jugar la revancha. Se querían quedar en Santa Fe y jugarla al otro día o le daban "una torta" a Colón para viajar a Brasil y hacerla allí. Italo, con sabiduría y astucia, sabía que su equipo había hecho historia y que a esa victoria no la pagaba ni todo el dinero del mundo. ¿Cómo borrar ese gran momento, para todos los tiempos, jugando una revancha en la que, convengamos, había muchas chances de perderla?
Hace 59 años, la estrella de la hazaña se posó en el césped de aquél estadio repleto y de ese grupo de jugadores que, en 90 minutos inolvidables para ellos, escribieron una de las páginas más gloriosas de la historia sabalera.
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