Qué paradoja, saber que tenemos una Argentina potencialmente rica, pero la realidad de las estadísticas es que, sean estos o los otros quienes gobiernan, no se discute la existencia del 60 por ciento de pobreza. Hoy estamos en una real crisis económica, no se puede salir del cepo, porque se necesitan dólares para pagar la deuda. Sería bueno saber qué deuda o deudas tenemos, en dólares y demás monedas, y qué intereses pagamos por mes, por trimestre o por semestre. Digo, no. Sería bueno saberlo. Por eso me lo pregunto. ¿Algún argentino sabe de esto? ¿O de esto no se habla?
Para salir de semejante crisis económica y corruptela, el actual gobierno nacional de un día para el otro resolvió sin ninguna fórmula creíble agregarle al cepo un nuevo valor al dólar: de $ 400 lo pasó a $ 800. Es decir, el 100 por ciento de aumento. Y lo dejó así, al libre albedrío. Que me perdonen, pero a primera vista parece o surge como algo loco. Pienso en los comerciantes, en los industriales y los productores que tienen todas las transacciones en dólares. Mejor dicho: no quiero ni pensarlo. La pregunta, como siempre, de parte de un ignorante, es: ¿Quién pagó semejante osadía? También pregunto: ¿Por "casualidad" no será el pueblo? ¡Otra Vez!
Entonces se me ocurre una propuesta, para los que saben de recaudar para el "Estado Unitario" que tiene base en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (asiento de la capital de nuestro hermoso país), porque todos saben que nunca el dinero generado por impuestos abonados en el resto del territorio nacional quedan íntegramente en su lugar de origen, porque primero van a Buenos Aires como sede del gobierno "unitario" y solo a partir de allí se reparte un poco a los originarios de la recaudación.
Lo que propongo, en este estado ya histórico de crisis permanente (de la que he escrito en otros de mis comentarios), tiene que ver con la siguiente inquietud: ¿Los que gobiernan no se podrán poner de acuerdo con el campo de una vez por todas? Digo esto porque cuando uno recorre kilómetros y kilómetros en las rutas argentinas se encuentra con muchas hectáreas sin poder ser trabajadas y muchas silo-bolsas. Todo eso significa miles y miles de pesos, es decir de dólares.
De la misma manera que se hace sin costo alguno la Declaración de Dólares (llámese blanqueo)… ¿No se podrá hacer por dos años que los dueños de los campos, o los inversores, puedan trabajar la tierra sin impuestos? Pensemos. La producción al exterior se vende en dólares… ¿No es eso acaso lo que necesita el gobierno? Y si es así, por qué le siguen poniendo el pie encima a los hombres del campo, a los que han sido productores desde siempre, pero a los que hoy quizás les conviene poner su dinero en plazos fijos o en otras inversiones financieras, antes que invertir en sembrar y producir en el campo, porque es mas redituable y no pagan impuestos, jugando así a ser financistas y no productores.
A lo mejor, esto que escribo puede servir para que los que nos gobiernan reflexionen sobre lo que significa la voracidad del "Estado Unitario" recaudador. Deberían aprender esta fórmula: "Perder, para ganar".
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