El ayuno es una práctica religiosa común entre las tres religiones monoteístas del mundo: el judaísmo, el cristianismo y el Islam. El Profeta Moisés (la paz sea con él) observó el ayuno durante 40 días (Éxodo 34:28) y, según la Biblia, Jesús (la paz sea con él) observó también el ayuno durante 40 días (Mateo 4: 2). Asimismo, el ayuno no fue sólo un acto noble del Santo Profeta Muhammad (la paz sea con él), sino que el islam declara esta acción durante el mes de Ramadán como obligatoria para todos los musulmanes.
Ramadán es el noveno mes del calendario islámico, que es un calendario lunar y tiene aproximadamente 10 días menos que el calendario solar. Por ello, vista por medio de un calendario solar la fecha de Ramadán se adelanta 10 días cada año.
Debido a la posición geográfica, normalmente hay una diferencia de un día en el inicio y fin de Ramadán entre los diferentes continentes. Dicha variación ocurre ya que el cálculo lunar se hace en base a la perspectiva de la luna en el propio país y región.
El ayuno durante Ramadán forma parte de los cinco pilares de la religión y es obligatorio para todos los hombres y mujeres musulmanes. No hay una edad específica a partir de la cual un musulmán debe comenzar a ayunar, pero la condición principal para poder realizar el ayuno es estar sano y haber alcanzado la madurez física para que esta abstención no cause daños al cuerpo ni a la salud. Por lo tanto, la edad recomendada depende del desarrollo corporal de cada individuo, pero en general se llega a esta madurez entre los 15-18 años.
No obstante, los viajeros, las personas con enfermedades temporales o crónicas, las mujeres embarazadas, las madres lactantes, las mujeres durante su menstruación y los niños están exentos y no deben ayunar.
¿Cómo se observa el ayuno?:
Los horarios del ayuno dependen de la hora del amanecer y del atardecer. Durante el ayuno un musulmán no solo se priva por un mes desde el amanecer hasta el atardecer de la comida, la bebida y las relaciones sexuales, sino que también se centra en el mejoramiento de su estado espiritual y moral. La esencia del Ramadán, con la realización de oraciones profundas, la recitación frecuente del Sagrado Corán y el esfuerzo vehemente contra el propio ego, proporciona a cada uno la oportunidad de experimentar un renacimiento espiritual. El ayuno no solo requiere que el individuo padezca hambre y sed, también requiere que la persona se abstenga de todo vicio y maldad.
¿Cuál es el beneficio del ayuno?
El ayuno no es meramente una dieta, sino que es un método para estar en paz con Dios y con los semejantes. Es también un medio para aumentar la rectitud y la espiritualidad, ya que el Santo Profeta Muhammad (la paz sea con él) describió esta práctica como un escudo para protegerse de los pecados, las acciones y las conversaciones vanas. Ramadán, que literalmente en árabe significa "calor", es un período en el que los musulmanes sienten un entusiasmo ardiente en sus almas por encontrar y experimentar a Dios. El mes del ayuno es la cima en la vida moral y espiritual de los creyentes porque durante este mes los fieles cambian su atención de la nutrición física hacia la nutrición espiritual.
¿Pueden los no musulmanes observar el ayuno de Ramadán?
Los principios del islam fueron revelados para el beneficio de toda la humanidad. Por eso, uno no tiene que ser musulmán para observar el ayuno islámico o compartir la experiencia del ayuno con los musulmanes. A parte de los beneficios físicos, el ayuno puede servir a cualquier persona como un medio para fortalecer el auto control y la disciplina. Además, el ayuno durante Ramadán puede ayudar a sentir más empatía hacia aquellos que no ayunan por propia decisión, sino que padecen hambre y sed por falta de recursos.
*Imam Marwan Gill es teólogo islámico y presidente de la comunidad musulmana Ahmadía en Argentina.