En noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes, instaurado con el objetivo de concientizar sobre esta enfermedad que puede provocar graves complicaciones para la salud.
En noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes, instaurado con el objetivo de concientizar sobre esta enfermedad que puede provocar graves complicaciones para la salud.
La diabetes es una afección crónica en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos. Este nivel alto se produce cuando el organismo pierde la capacidad de producir insulina o de utilizarla correctamente.
La insulina es una hormona producida por el páncreas y permite que la glucosa que se encuentra en los alimentos pase a las células del cuerpo, donde se convierte en energía, logrando el funcionamiento adecuado de los distintos músculos y tejidos.
Todos los tipos de diabetes pueden provocar complicaciones en diversas partes del organismo e incrementar el riesgo de muerte prematura. Además, provoca el aumento de factores de riesgo conexos, como el sobrepeso o la obesidad.
Gran parte de los casos y sus complicaciones podrían prevenirse manteniendo una dieta saludable, una actividad física regular y un peso corporal normal, y evitando el consumo de tabaco.
a) Diabetes tipo I: se produce cuando el organismo deja de producir la insulina que necesita. Suele aparecer en niños o jóvenes adultos. Las personas con esta forma de diabetes necesitan inyecciones de insulina a diario con el fin de controlar sus niveles de glucosa en sangre. Los síntomas son aumento desmedido de sed, sequedad de boca, micción frecuente, cansancio extremo/falta de energía, apetito constante, pérdida de peso repentina, lentitud en la curación de heridas y/o visión borrosa. Las personas con este tipo de diabetes pueden llevar una vida normal y saludable mediante una combinación de terapia diaria de insulina, estrecho control médico, dieta sana y ejercicio físico habitual.
b) Diabetes tipo II: el organismo puede producir insulina, pero, o bien no es suficiente o el organismo no responde a sus efectos, provocando una acumulación de glucosa en la sangre. Es el tipo más común de diabetes. Suele aparecer en adultos. Las personas con este tipo de diabetes podrían pasar mucho tiempo sin saber de su enfermedad debido a que los síntomas podrían tardar años en aparecer o en reconocerse, tiempo durante el cual el organismo se va deteriorando debido al exceso de glucosa en sangre. A muchas personas se les diagnostica tan solo cuando las complicaciones se hacen presentes. Los factores de riesgo son obesidad, mala alimentación, falta de actividad física, edad avanzada y/o antecedentes familiares de diabetes. Los pacientes con este tipo de diabetes no suelen necesitar dosis diarias de insulina. Sí un estricto control médico, medicación oral, una dieta sana y el aumento de la actividad física.
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