Luis Rodrigo | [email protected]
Decisiones políticas del corriente año, con visión (electoral) de mediano plazo. Aunque las dudas son cada vez menores, la principal incógnita aún no se ha despejado.
Luis Rodrigo | [email protected]
Es casi de manual, nadie le da la chequera a su rival político. Y hasta tanto no queden dudas de que el gobernador Miguel Lifschitz no estará entre los candidatos, el justicialismo santafesino difícilmente acepte que los senadores del bloque del PJ le aprueben un endeudamiento abultado.
Es verdad que esta semana se avanzó con media sanción, por unanimidad, en la Cámara de Senadores con dos proyectos de ley pedidos por el Poder Ejecutivo para realizar obras: uno por 50 millones de dólares para asegurar fondos para el acueducto a Rafaela y otro por 500 millones de pesos para el Aeropuerto de Rosario. Pero también es cierto que el debate de fondo tiene muchos más ceros.
La Casa Gris proyecta un endeudamiento por 500 millones de dólares para hacer obras en toda la provincia, tal como ha ocurrido con una cifra similar autorizada por la Legislatura en 2016.
Aquélla pulseada
Cuando comenzó su mandato, Lifschitz contó con dos muy buenas noticias, mérito de sus antecesores Hermes Binner y Antonio Bonfatti. Santa Fe había ganado en la Corte su reclamo por la coparticipación que ilegalmente le negaba el kirchnerismo y también el derecho a cobrar todo lo acumulado.
Lo primero comenzó a abonarse de inmediato (como al resto del país), lo segundo ya parece un amor imposible con la Nación. Ella siempre tiene una excusa para no cumplir su promesa.
A ese panorama, el gobernador le sumó aquel pedido de endeudamiento que la oposición le recortó a la mitad. Había solicitado mil millones de dólares, y quedó el compromiso de avanzar con otros 500 millones cuando se invirtiera el primer tramo.
El bloque de la mayoría justicialista -que no oculta sus diferencias internas frente al tema- sostiene que es una condición ineludible contar un detalle completo sobre las obras realizadas con aquel primer tramo, por la misma cantidad.
Como del tema los senadores del PJ y los funcionarios hablan desde mediados del año pasado, ya en octubre de 2017 la bancada mayoritaria puso en la agenda un completo pedido de informes. Y la respuesta que esta semana recibieron produjo reacciones diferentes entre los 11 senadores del justicialismo: unos subrayan que es una respuesta digna de ser evaluada, que hay que revisar “en el territorio” cada trabajo, y otros que “el listado” de lo que se ha realizado es “un conjunto de informaciones vagas, nada más”.
Éstos “no”
Por otra parte, la estampida del dólar, los apuros, las contradicciones y el tembladeral que viven el país y su cuestionada conducción económica, facilitan un “No a la deuda” que para oídos inexpertos puede sonar al folclórico “No al Fondo”, que esta semana los partidos políticos de izquierda pudieron desempolvar, tras una década perdida.
Al aprobarse los recursos para que casi cien mil rafaelinos tengan una fuente segura y suficiente de agua potable (lo mismo que otros tantos comprovincianos de Las Colonias y Castellanos), y para que el Aeropuerto de Rosario tenga un millón y medio de pasajeros y sea una alternativa a Ezeiza (no a Sauce Viejo), los senadores de la oposición y el oficialismo subrayaron que los dólares que toma Santa Fe son para hacer obras, no para pagar gastos corrientes, déficit, saldos o ineficiencia, como ocurre a nivel nacional o en la mayoría de las provincias endeudadas.
Unos y otros, dentro y fuera de la bancada del oficialismo y de la oposición miden las decisiones que deben tomar en 2018 en aras de poder influir en la construcción del escenario político, sobre todo electoral, de 2019. Y la principal incógnita, si el dirigente del oficialismo con mejor imagen (Miguel Lifschitz) podrá o no ser candidato, reforma constitucional con reelección mediante, aún no se ha despejado por completo. A los senadores del PJ les agrada que ese proyecto siga pasando sus primeros días en Diputados.