Sargento Primero Pedro Bustamante: tambor heroico de la Independencia
Historia y Memoria / Hombres que forjaron nuestra patria.
Pedro Bustamante (1793-1883). Recibió su bautismo de fuego siendo muy jovencito, durante las invasiones inglesas a Buenos Aires. Se sumó a las tropas del general Manuel Belgrano en 1810, para formar parte de la Expedición Auxiliar al Paraguay. En tierras paraguayas participó en las batallas de Paraguarí y Tacuarí.
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Un valiente soldado actualmente olvidado por los santafesinos y siempre recordado por la comunidad educativa de la Escuela N° 29 de la ciudad capital provincial, es el Sargento Primero Pedro Bustamante. Nació en 1793 en el Fortín de la Soledad, uno de los más avanzados fortines del norte de Santa Fe. Su padre, que era soldado de frontera, le enseñó desde niño el trajín militar; así aprendió el manejo de las armas y los toques de tambor. Siendo adolescente pasó a Buenos Aires, con el contingente que envió Santa Fe para combatir en las invasiones inglesas (1806 y 1807), recibiendo de esa forma su bautismo de fuego.
Frente de la Escuela Nº 29 Sargento Mayor Pedro Bustamante, ubicada en Av. Aristóbulo del Valle 4435 de la ciudad de Santa Fe, edificio inaugurado en 1963. El establecimiento educativo cuenta con unos 450 alumnos y una biblioteca escolar provista de 12.000 volúmenes.
Pedro continuó su carrera en otro cuerpo porteño, pero poco después volvió a la frontera santafesina. Cuando el general Manuel Belgrano pasó por Santa Fe, entre el 1 y el 8 de octubre de 1810 -en el marco de la Expedición Auxiliar al Paraguay-, Pedro se alistó con los jóvenes blandengues, entre ellos Estanislao López. En la marcha a tierras paraguayas participó en las batallas de Paraguarí y Tacuarí. De regreso a Buenos Aires se incorporó al Ejército del Norte.
Monolito dedicado a la memoria del Sargento Mayor Pedro Bustamante en el Cementerio Municipal de Santa Fe, ya reparado. Los arreglos se hicieron durante este año, con la inestimable ayuda del Instituto Belgraniano (materiales) y el Liceo Militar General Belgrano (mano de obra).
En mayo de 1812, estando en la ciudad de San Salvador de Jujuy asistió a la bendición de la bandera que Belgrano había enarbolado en Rosario el 27 febrero 1812. El 24 de septiembre del mismo año intervino como tambor mayor en la batalla de Tucumán, con una destacada actuación, pero sufriendo una herida en el pie, cicatriz que le gustaba mostrar con legítimo orgullo. Batiendo siempre el parche y alentando a la tropa vuelve a participar en el campo de batalla en Salta, el 20 de febrero de 1813.
Personal del Liceo Militar General Belgrano realizando las distintas tareas de refacción y restauración que hacían falta concretar para la puesta en valor del sepulcro de quien en vida fuera uno de los llamados "héroes olvidados" de la Guerra de la Independencia y la patria naciente.
Continúa la campaña y al alejarse Belgrano de su ejército, Pedro conoce al general José de San Martín. En su retorno a Santa Fe, tal como lo señala José Carmelo Busaniche, Pedro "ocupará el cargo de tambor mayor en los ejércitos de Estanislao López, para dirigir después, hasta su retiro, la compañía de pífanos y tambores con el grado de sargento mayor".
Retiro, pensión y acto en su honor
En 1862, ya retirado del servicio activo en los ejércitos patrios, Pedro le solicita al gobierno provincial de entonces una pensión para ayudar a sus necesidades vitales, la que le fue otorgada por el Poder Legislativo con carácter vitalicio ($ 5 mensuales), más la ración de carne diaria "conforme al grado de Sargento Primero". Más tarde, el gobierno por razones de economía lo privará de dicha ración.
La presente imagen es tan solo una muestra del nivel de deterioro y destrozo que presentaban algunas de las instalaciones destinadas a honrar el recuerdo del argento Pedro Bustamante en la necrópolis santafesina.
Cuando en Buenos Aires, el 24 de septiembre de 1873 –en la fecha aniversario de la batalla de Tucumán-, se dejó inaugurada la estatua ecuestre del General Manuel Belgrano, aquí en Santa Fe el gobierno ordenó que las fuerzas de la guarnición se concentren y formen el mismo día a las dos de la tarde en la Plaza de Mayo, invitándose al pueblo y a las autoridades a participar del acto.
Otra imagen que refleja las roturas existentes en el espacio dedicado a la memoria del sargento Bustamante. El Instituto Belgraniano de Santa Fe hizo las gestiones para que pudiera ponerse en valor el lugar y se luego diera a conocer el mismo, para poder rendir el debido homenaje al heroico tambor mayor de Belgrano. Archivo El Litoral /Gentileza Instituto Belgraniano de Santa Fe.
En el mismo decreto se disponía que el pensionado Pedro Bustamante debía desempeñarse como Tambor de Órdenes. El anciano soldado de Belgrano, vistiendo su uniforme por última vez, fue el centro de la celebración recibiendo los aplausos de la multitud. Más tarde, enfermo y casi ciego, Pedro caminaría por las calles de la ciudad pidiendo limosna. Falleció el 1 de julio de 1883.
En el Cementerio Municipal de la ciudad de Santa Fe, trasponiendo el peristilo, a la derecha, un monolito resguarda las cenizas del heroico tambor mayor, mientras que la Banda del Liceo Militar General Belgrano se llama "Sargento Primero Pedro Bustamante" en su honor. Igualmente, la Escuela Nº 6235 Sargento Pedro Bustamante de Santo Tomé, la de "La Curva" (como se la ha conocido históricamente por su ubicación en la tradicional esquina de Av. Luján y Av. 7 de Marzo), honra al héroe patrio al llevar su nombre.
Homenaje en el Cementerio Municipal
Por ley provincial se dispuso la construcción del sepulcro a nombre de Pedro Bustamante en el cementerio municipal de Santa Fe. El historiador Ramón J. Lassaga, al entregar el monolito a la Municipalidad expresó que esta "velará por su conservación y porque nunca haya flores marchitas sobre el mármol de su tumba".
No obstante dicho designio, y ante el franco deterioro en que se encontraba la construcción que guardan los restos del Tambor Mayor santafesino, el Instituto Belgraniano de Santa Fe inició oportunamente las gestiones para que pudiera ponerse en valor la misma y se diera a conocer a la población el lugar donde puede rendirse el debido homenaje a Bustamante.
Recién en 2023 se realizaron las refacciones, gracias a la inestimable ayuda del Liceo Militar General Belgrano -cuyo director, coronel Álvaro José Cornejo Diez, brindó el personal de trabajo- y el de los asociados del Instituto Belgraniano de Santa Fe, que se hicieron cargo de los materiales.
Una vez terminados los arreglos se decidió hacer un acto alusivo durante la Semana Belgraniana, una conmemoración establecida en 2022 por intermedio de la ordenanza municipal N°12.832 (gestión del Instituto Belgraniano), para reivindicar el Paso del General Manuel Belgrano por nuestra ciudad. Se honra así también la decisión del propio Belgrano de otorgar a Santa Fe el título de "Ciudad Noble", ante la excelente respuesta brindada por el pueblo y el gobierno santafesinos en aquellas históricas jornadas de octubre de 1810.
Pintura alegórica
José M. García Bañón es el autor de la pintura de Pedro Bustamante que puede apreciarse en la Escuela Nº 29 de Santa Fe, ciudad en la que el citado artista plástico había nacido el 21 de mayo de 1903 (falleció en Buenos Aires en 1974). García Bañón fue un enamorado de su pago chico, por eso la paleta y sus pinceles estuvieron relacionados con la naturaleza, el campo, las riberas del Paraná. Recreó temas históricos de la provincia, entre ellos el brigadier Estanislao López y Pedro Bustamante, el tambor del general Manuel Belgrano.
Reseña histórica de la Banda del Liceo Militar (*)
En 1952, el suboficial principal Antonio Giliberti (Segundo Maestro de Banda) es designado para organizar la Banda del Liceo Militar General Belgrano, la que se completa en 1954. Este organismo musical se inserta en el sentimiento del pueblo santafesino convirtiéndose en nexo de unión entre el pueblo y el Ejército Argentino.
Su participación en el ámbito militar, formando cadetes y apoyando Unidades de la Guarnición Ejército Santa Fe; el apoyo al quehacer educativo mediante conciertos didácticos, en los actos, sucesos y ceremonias; en actividades sociales y culturales le ha valido el inmenso reconocimiento de toda Santa Fe.
Muchos fueron los maestros y músicos recorriendo la provincia, brindando alegría, ejecutando música militar y/o popular. Hoy cuenta con treinta integrantes y su director es el teniente maestro de banda Diego Suárez, a la vez que su encargado es el suboficial principal músico Sergio Navarreta. La completan 24 suboficiales y 4 soldados voluntarios. En 2007 recibió el nombre de "Sargento Primero Tambor Mayor Pedro Bustamante".
(*) Dr. Eduardo García Mazzuca, presidente del Instituto Belgraniano de Santa Fe.
Escuela N° 29 Sargento Bustamante
La Escuela Nº 29 Sargento Bustamante comenzó a funcionar en el año 1916, en un edificio de calle Pedro Ferré 2323 (casilla de madera), con niños del barrio, que era pocas casas y largos caminos de tierra; dos aulas, un baño y un gran patio. Su primer traslado fue en en 1923 y en 1936 se mudó a una vieja casona, -un casco de una estancia del siglo XIX- ubicada en Pedro Centeno 2538, que pertenecía a la familia Iriondo.
El 7 de septiembre 1931, la asociación cooperadora de la escuela crea la biblioteca escolar, con más de 1.000 volúmenes. Vecinas de buena voluntad se hacen cargo de la atención hasta que el Ministerio de Educación crea cargos de bibliotecarios. Hoy posee más de 12.000 volúmenes. Gracias al esfuerzo de los vecinos el 2 de octubre de 1963 se logró inaugurar el establecimiento actual en Av. Aristóbulo del Valle 4435. La escuela cuenta hoy con 450 alumnos, de los alrededores y otras zonas de la ciudad.
El tambor de Tacuarí (*)
Una versión, que ha generado auge estos últimos tiempos, señala al sargento Pedro Bustamante, cuyos restos descansan en el cementerio municipal de la ciudad de Santa Fe, como el integrante de la expedición al Paraguay de Belgrano que ha pasado a la historia como "El tambor de Tacuarí". Pero no es así. En realidad, existe una confusión entre los dos tambores que sirvieron a las órdenes del general Belgrano, la que es necesario disipar, en aras de la verdad histórica. Bartolomé Mitre fue el primero en hacernos conocer, en su "Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina" el hermoso episodio de Tacuarí y en revelar la situación del niño heroico, de apellido Ríos.
Se trata de un pequeño, Pedro Ríos, que se incorporó a la expedición de Belgrano cuando este, como en los demás puntos de su paso hacia Paraguay, recibió a un grupo de vecinos que le manifestaron sus deseos de alistarse en el ejército expedicionario. Entre ellos se hallaba, justamente, Pedrito Ríos, que era apenas un jovencito de 12 años, que le pidió al general que le permitiera marchar con los soldados. El padre del chico, valetudinario, no solo prestó su conformidad, sino que –además- expresó que lo entregaba como única ofrenda que podía hacer a la patria naciente.
El general no se decidía a aceptar el ofrecimiento temiendo exponer al niño a los peligros de la guerra, hasta que el capitán Celestino Vidal, que padecía una seria afección a la vista, se lo pidió como guía. Incorporado en ese carácter al ejército, el pequeño abandonó su pueblo natal y marchó a la expedición en la que, poco después, alternaba su piadosa labor de lazarillo con las funciones de tambor, que cumpliría como jugando, marcando alegremente en los parches los redobles, mezclado entre los integrantes de la banda lisa.
Pedrito Ríos asistiría así a las alternativas de la expedición, que debió afrontar, una vez en el territorio paraguayo, la incomprensión de su destinatario; para recibir su bautismo de fuego en Itapuá y Yuquerí, y familiarizarse con la metralla en los campos del Paraguay, hasta que el 9 de marzo de 1811 en Tacuarí recibió las órdenes de tocar redoble de combate.
Según cuenta Mitre: "La infantería, formada en pelotones en ala, marchaba gallardamente con las armas en discreción, al son del paso de ataque que batía con vigor sobre el parche un tamborcito de 12 años, que era, al mismo tiempo, el lazarillo del comandante Vidal que apenas veía; pues hasta los niños y los ciegos fueron héroes en aquella jornada". Así cayó el histórico "Tambor de Tacuarí", según lo ha recogido la tradición, dejando su vida en el cumplimiento de su consigna.
(*) Extraído de "Los dos tambores de Belgrano. Hombres y hechos de Santa Fe". Cuarta serie. José Carmelo Busaniche. Cuadernos Arcien. Diciembre 1979.
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