Las experiencias de la infancia juegan un papel crucial en la formación de nuestros patrones de apego, que a su vez afectan cómo nos relacionamos con nuestras parejas en la adultez. Es decir, la manera con la cual nuestros cuidadores se relacionaron con nosotros, en nuestra infancia, desde lo emocional y vincular, irá mutando en patrones de apego que en la adultez, influirá en la manera en cómo nos relacionamos con otras personas (especialmente con nuestra pareja), porque se van generando creencias y expectativas sobre cómo se deben desarrollar los vínculos, mediatizados por los cuidados y la expresión de amor.
Mirá tambiénMi pareja sufre depresión... ¿Cómo puedo ayudarla?Entender estos patrones puede ayudarnos a construir una relación de pareja más saludable y duradera. Entre los patrones de apego están:
- Apego Seguro: Es el más sano, en donde las personas se sienten cómodas con la intimidad y la independencia. Además, suelen tener una visión positiva de sí mismas y de los demás. Han experimentado una crianza consistente y afectuosa, lo que les permite confiar en sus parejas y manejar el conflicto de manera constructiva.
- Apego Ansioso: Las personas con apego ansioso suelen buscar una gran cercanía emocional, a veces desarrollan la dependencia emocional. Sienten miedo al abandono y a perder la relación. Experimentan una necesidad de tener la atención de su pareja, y sobre todo su aprobación. Al sentir inseguridad y tener baja autoestima, pueden tener dificultades para confiar en su pareja, lo que puede llevar a comportamientos de celos o control. Por este motivo, experimentan altos niveles de ansiedad y estrés, especialmente en situaciones de conflicto o incertidumbre. Este estilo de apego, se generó con un estilo de crianza inconsistente, donde el afecto y la atención eran impredecibles.
- Apego Evitativo: Las personas con este estilo de apego tienden a mantener la distancia emocional y evitar la intimidad. Suelen valorar la independencia y la autosuficiencia. Su tendencia a evitar la vulnerabilidad puede dificultar la resolución de conflictos y la construcción de una relación íntima y significativa. Existen personas que logran desarrollar una dependencia emocional con su pareja o todo lo contrario, mantienen una distancia vincular. Lo que originó este estilo de apego, fue una crianza donde las necesidades emocionales no fueron atendidas adecuadamente.
- Apego Desorganizado: Este tipo de apego combina comportamientos de los patrones evitativo y ansioso. Las personas tienden a expresar necesidad emocional de contacto y afecto, pero a la vez, demuestran distancia y rechazo. Las personas con esta clase de apego pueden tener relaciones caóticas y inestables. Su dificultad para manejar el estrés y las emociones puede llevar a conflictos frecuentes y una falta de seguridad en la relación. Este estilo de apego se desarrolla en ambientes de crianza caóticos o abusivos, donde el niño no sabe qué esperar.
Por lo antes expresado, y como psicóloga especialista en terapia de pareja, sugiero que cada persona reflexione sobre su propio estilo de apego y el de su pareja, para así poder buscar las mejores estrategias resolutivas, con el objetivo de mejorar la dinámica vincular, sobre todo cuando esta es conflictiva y disfuncional.
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