El asalto y saqueo de los almacenes de los Centros de Ayuda Humanitaria de la ONU se han repetido en Gaza en las últimas semanas. El aporte internacional nunca le faltó a Hamás (que dejó a cientos de miles de palestinos librados a su suerte), pero el destino equívoco del mismo distorsiona la cosmovisión del problema. La superpoblación del enclave también perjudica la labor de las organizaciones humanitarias.
Lunes 13.11.2023
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La ayuda humanitaria está para garantizar el suministro de necesidades básicas, refugio, comida, medicinas, etc. a personas desplazadas por desastres naturales o guerras. El grupo terrorista Hamás, luego del ataque realizado a Israel –donde cometió crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra-, secuestró a mansalva soldados, policías, niños, adultos y ancianos de los que no se sabe dónde están, ni en qué condiciones.
El número de rehenes es incierto, se habla de hasta 250 personas, de varias nacionalidades. ¿Dónde está la presencia de la Cruz Roja Internacional? ¿Es sólo para ayudar a los desplazados? ¿No está también para garantizar el bienestar de los secuestrados? ¿Cómo estarán de salud, personas mayores, medicadas, sin medicamentos, bebés y niños pequeños, huérfanos en medio del infierno de la detención obligada?
Sobran pruebas de que Hamás tiene instaladas estructuras bélicas por debajo y en los alrededores de hospitales e instalaciones escolares, o de residencias de las Naciones Unidas. Son edificaciones que se construyeron con el aporte internacional, pero que desde sus cimientos albergan instalaciones del grupo terrorista. No falta ayuda humanitaria, hay suficiente; lo que no son ideales son las condiciones de hacinamiento debido a la concentración poblacional.
Todo lo anterior está definido como "crímenes de guerra" y "crímenes de lesa humanidad". Las acciones de Hamás en tiempos pasados dan la pauta de que, aunque se detuviera la respuesta israelí, los rehenes no regresarán y no hay indicios de que así sea. Hasta el día de hoy la cifra de misiles lanzados llega a los 9.000, directamente a objetivos civiles, nuevamente "crímenes de guerra", no respetan convenciones internacionales.
Las matemáticas nos dan la cifra de un promedio de 300 por día, les parece cifra suficiente, dirigida únicamente a la población civil, piensen en su ciudad, o su barrio, espeluznante. La progresión de los acontecimientos hace que la población deba desplazarse hacia el sur, al límite con Egipto, las fuerzas del Hamás evitan que esto ocurra para usar a la población como escudo humano, supuestamente son su gente; está acción es "crimen de guerra" y "crimen de lesa humanidad".
Cesar el fuego es una encrucijada que si bien se pesa del lado israelí, no cuenta para el lado del Hamás. Esto pone en una única situación al ejército de Israel: eliminar a la amenaza, con el riesgo cierto de daños colaterales, llámese población, llámese rehenes. La historia de los acontecimientos en el futuro, podrá realizar una mirada sobre los desgraciados acontecimientos .La operación del ejército se denominó "Espada de acero".
(*) Profesor de Educación Física. Vive en Israel desde 2002.
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