"Voces, solo voces como ecos, como atroces chistes sin gracia. Hace mucho tiempo escucho voces y ni una palabra. Mis ojos maltratados se refugian en la nada, se cansan de ver un montón de caras y ni una mirada".
Lanata, consumidor empedernido y ojo, todos perdonan sus adicciones claras, profundas, explícitas, que en él "no son de importancia"… ejem, y en otros sí, con la doble vara para la droga, el alcohol, el insulto y el dinero negro ponen las cosas en superficie: no hay más inocentes...
"Voces, solo voces como ecos, como atroces chistes sin gracia. Hace mucho tiempo escucho voces y ni una palabra. Mis ojos maltratados se refugian en la nada, se cansan de ver un montón de caras y ni una mirada".
"Una nueva noche fría en el barrio, 'los transas' se llenan los bolsillos, las calles son nuestras aunque el tiempo diga lo contrario. Los sueños no soñados amargan la garganta y se callan y eso casi siempre, o siempre, les encanta".
"Van quedando pocas sonrisas, prisioneros de esta cárcel de tiza. Se apagó el sentido, se encendió un silencio de misa, menos horas en la vida, más respuestas a una causa perdida".
"Los sentimientos vuelven con el día. Solo como un pájaro que vuela en la noche libre de vos, pero no de mí".
"Vacío como el sueño de una gorra, lleno de nada, sin saber dónde ir, duro como muerto en su tumba, que murió de miedo por el valor de vivir".
"Las nubes no son de algodones, las depresiones son maldiciones, te van distrayendo, te enroscan, te llevan y te come, te lastima y no perdona y en algún lugar te roba la cara, la sonrisa, la esperanza, la fe en las personas"…
"Solo como un pájaro que vuela en la noche"…
La primera vez que escuché esta canción, con esa simpleza del poema sin terminar, esa acumulación de sentimientos inquietos e incompletos, entendí qué significaba el "rock barrial". Esas ganas de expresarse sin una literatura conocida y digerida, tampoco un pentagrama explorado en conservatorio. Otra vez la necesidad de contar que les pasa a quienes no tienen espaldas ni desarrollo como para el alambique y la fineza, simplemente ganas. La muerte de Jorge Lanata acerca esta canción, el más reconocido tema (el hit) de Callejeros. La misma fecha para ciertas cosas de Argentina. Misterios de la Naturaleza Social.
Lanata fue un actor político a poco que empezara su carrera periodística. De hecho lo demostró cuando se convirtió en empresario, con dólares prestados e ideas sin definir, para crear un periódico político/satírico/especial para la Ciudad de Buenos Aires y una clase bien pensante, bien dormida, bien leída y dispuesta a consentir, proteger al niño terrible que trajo eso. Desde allí en adelante Lanata dejó de ser periodista para ser empresario, actor político de primera magnitud. De los mejores.
Entre las personas que siempre miré con detenimiento, que he vigilado en sus actitudes, está "El Perro" Verbitsky. Desde las tumultuosas asambleas del Diario Noticias, donde propiciaba que no se hiciesen huelgas porque era un diario militante hasta su pasado, que no fue ni indoloro ni incoloro, el rencor de "los PC" y la indulgencia de una izquierda que, finalmente, ha tenido que aceptar que mantiene sus cuestiones. Judío militante. Sesgado pero activo militante de los Derechos Humanos tan especiales o tan escondidos, según los casos. Y poseedor de una información tan confidencial que uno puede creerlo sospechoso de oscuros vericuetos donde se pueden conseguir sin dolor, para hacer un estropicio formal. Tengo el íntimo convencimiento que sí, estoy íntimamente convencido de que nada es casual en quien ha sido, sin dudas, el único escollo con el que no pudo Lanata: alguien con estudios, pensamientos propios y otras certezas sobre el rol en la vida y cómo ganarse el mendrugo. Horacio Verbitsky es la montaña que Lanata nunca...
Lanata ha sabido ganarse muy bien esos mendrugos y, si la vida es un juego de toma y daca, y se acepta esta cuestión de fondo, lo que le han pagado a Lanata ha sido porque sus servicios han dado buenos frutos, no ya en dinero, no solamente en dinero, acaso en conceptualizaciones. En el uso del poder de lo que es: un actor político de primer grado.
El resto de los periodistas han sido, somos, actores políticos de segundo grado. Demasiadas veces expliqué este formato como para insistir. El adiós catastrófico de una ministra, con dinero ilegal en un sobre en su botiquín, servirá para recordar que era cierto, que alguien trajo la información, alguien la dio y una espalda empresaria bancó ese terremoto. Lanata estaba allí.
Es interesante observar a la izquierda bien pensante y de clara calidad para cobrar lo suyo (el pensamiento necesario para el juego de espejos) cómo defienden a Lanata. Deben puntualizarse dos momentos: Momento Menem y Momento NK/CFK. En los dos brilló Lanata como "denunciero". Vayamos a la más elemental novelita policial: ¿A quién beneficiaba Lanata? Allí está el que pagaba por eso. Debe agregarse que es cierto que en ambos casos hubo corrupción (Lanata denunciaba -en casi todos los casos- algo conocido por pocos).
Pero hay otro agregado, esa izquierda bien pensante no aceptaba del mismo modo sus actos en favor de otros líderes políticos que él, como actor político, los pensaba cercanos. Debe concluirse, en esta especie de silogismo sobre una izquierda que lo quería mucho pero después no, que no lo querían por "denunciero" sino porque denunciaba cosas que ellos creían necesarias y que, cuando calló otras, lo abandonaron. Me corrijo: abandonaron los elogios y simplemente se callaron. "El gordo nos traicionó". "El gordo se vendió". "El gordo se volvió loco". Noooo...
El rock barrial no tiene complejos ni prurito anal. Tiempo después una legión de animales, sin idioma completo, retomó aquella propuesta y hoy tienen mandato. Hay una música de las ciudades. No cantan para la cúpula dominante sino para profusas muchedumbres de redes y recitales "de perdidos arrabales", diría Borges. Callejeros fue un punto de quiebre. Volteó un gobierno, cerró la posibilidad de la izquierda en CABA. Después del afrancesado Jorge Telerman, renunciado Aníbal Ibarra, ya se sabe quién vino.
Sepamos donde estamos. Lejano aquel Nebbia ("creo que nadie puede dar una respuesta…ni decir qué puerta hay que tocar") y cercano esto que transcribo: "Comenzamo' a entona' y se me calienta el pic / Vamo' encapsulado al party, a ciento y pico/ Dame má' pa' picar, perro, que yo lo pico/ Y pa' la' mujere' bien chorra, ese bien rapidito/ Y le hago que mueva cintura, agarrada de la cadera/ Pa' meterle con locura, yo traje la verdadera/ Si querés hacer travesura', gata, ponte bellaquera/ Sube la temperatura, vamo' a seguirlo ahí afuera, eh".
Datos necesarios: L-Gante y Papu DJ tienen, como socios en este tema, más de 280 millones de reproducciones. Sepamos entender: a esta multitud, con razonamientos distintos y diferentes pliegues de la mente, nunca llegó ni siquiera una frase del "gordo Lanata". Lo presento porque ellos son los que mandan.
Lanata tiene un valor esencial en los 90. Deberíamos elegir una fecha de la década del 90. En 1992, bastante cerca, Fito Páez escribe: "Todo lo que diga está de más, las luces siempre encienden en el alma y cuando me pierdo en la ciudad vos ya sabés comprender es solo un rato, no más. Tendría que llorar o salir a matar. Te vi, te vi, te vi…yo no buscaba nadie y te vi. Te vi fumabas unos chinos en Madrid. Yo sé que hay cosas que te ayudan a vivir, no hacías otra cosa que escribir y yo simplemente te vi (…)". Al cabo Fito canta a sus cuestiones particulares. Lejos de los objetivos de Lanata, todos crematísticos.
Lanata, consumidor empedernido y ojo, todos perdonan sus adicciones claras, profundas, explícitas, que en él "no son de importancia"… ejem, y en otros sí, con la doble vara para la droga, el alcohol, el insulto y el dinero negro ponen las cosas en superficie: no hay más inocentes. Lanata usado e intercambiado, retenido en la vida porque las empresas decidieron que sí (cuando la encefalopatía fue machaza era solo un cuerpo resistiendo con todas las técnicas a su favor menos una: el diagnóstico), finalmente cantó la única canción que le correspondía: "El fantasma tuyo, sobre todo, cuando ya me empiece a quedar soooolo (…)" (él sabe a quién verdaderamente quiso y seguro que se lo cantó… o tal vez no, no había ni público ni cachet). Fue un gordo muy especial.
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