Las malogradas calles del Puerto
CARLOS MUÉS
"Pocas ciudades se dan el lujo de tener un antiguo y hermoso puerto en pleno centro de la planta urbana. Enhiestos edificios de belleza única se erigen en ese predio enorme, otrora salida de los productos de nuestra patria. Tuve la suerte de ver a los barcos cargando cereal y descargando maderas en sus muelles: el movimiento era vertiginoso y muchas familias vivían de eso. Con mucha tristeza, hace unos días circulé por sus calles internas, donde los fines de semana pululan miles de turistas de pueblos y ciudades aledañas, que por cierto consumen en los locales comerciales. Dichas calles no tienen nada que envidiarles a las de la ciudad: baches por doquier, bulones en el asfalto; a la capa asfáltica se la llevó la lluvia... Es una rally desplazarse por ellas. No sé a quién le corresponde este pequeño gran detalle. Como siempre agradezco vuestra fina atención".
Usurpación del espacio público
NICOLÁS FERNANDO BUSTOS
"Es abrumadora la inoperancia por parte del Estado municipal, al no denunciar la usurpación del espacio público y no accionar en consecuencia en el rol que le compete; siendo también el Estado provincial y nacional los que deben tomar conocimiento de parte del municipal sobre tal situación. En la página de Facebook de la comunidad Santa Fe en Ermergencia, hay imágenes de personas habitando en el puente peatonal que une, por avenida Alem, al microcentro de la ciudad con el puerto. Un lugar abandonado totalmente y que es utilizado todos los días por vecinos de la ciudad y transeúntes ocasionales y/o turistas. Ya se hizo un reclamo similar con personas que tomaron la avenida Freyre para vivir con cartones y nylons; otras debajo del puente Oroño frente a Canal 13; en cercanías al Monumento a Monzón en plena Costanera Oeste, en plazas y parques. La Municipalidad hace caso omiso de los reclamos ciudadanos, incumpliendo con sus deberes, teniendo una cartera muy amplia de trabajadores divididos en varios sectores y ninguno hace absolutamente nada. Quiero, por favor, que las autoridades tomen cartas en el asunto, inmediatamente, antes de que sea demasiado tarde".
Que siga la fumigación
VECINA DE B° EL POZO
"No sé qué sucede en Santa Fe..., parece que estuviéramos siendo castigados. Encima de que es una ciudad cara, en todos los aspectos, en impuestos, alimentos, indumentaria, etc., etc.; que es fea, sucia, sin lugares para visitar; con santafesinos que no la cuidan y menos embellecen, sino todo lo contrario: tiran basura, ensucian y no limpian; nadie arregla nada, amén de todo eso tenemos un clima cada vez más insoportable (este verano ha sido terrible), con temperaturas siempre altas, durante varios meces, y ¡MOSQUITOS! a toda hora, en todo lugar... En nuestro barrio se ven remolinos de mosquitos, no podemos estar ni en el patio ni en la vereda; entran a nuestras casas y nos torturan durante la noche. Evidentemente han generado una resistencia que los hace inmunes. Cada vez son más ¡y no se puede vivir!, aparte de las enfermedades que pueden llegar a transmitir. Por favor, a la Municipalidad: necesitamos que sigan fumigando. Estamos rodeados de vegetación, de pastizales, agua de la laguna y proliferan en forma impresionante. Estamos hartos de estos bichos".
La Inclusión Cualitativa que descuida el derecho de los que dice proteger
MARÍA ELENA FESTA
Desde hace un tiempo, los que nos desempeñamos en el campo de la educación especial sentimos con gran incertidumbre las definiciones del Ministerio de Educación de la provincia en cuanto al "desguace / desarmado" de las escuelas especiales, como forma de reforzar la inclusión escolar de niños y jóvenes con discapacidad.
Desde distintos sectores se le atribuyen todos los males a la escuela especial, y cerrarla o hacerla desaparecer parece la solución al problema de la inclusión. Es como pensar que por tener una galera y ejecutando unos pases mágicos aparecerá un conejo. Nada que ver con ese pensamiento, ya que la inclusión escolar requiere tomar medidas y definir acciones en muchas direcciones, para que la misma se convierta en inclusión educativa.
El derecho a la educación de las personas con discapacidad requiere pensar en las necesidades de las mismas en singular y así articular una propuesta colaborativa entre escuelas. Mientras el eje no esté en las personas, el error más grande que se comete es valorar un proceso solo por estar físicamente en un aula común.
Las personas con discapacidad tienen requerimientos específicos que son fundamentales trabajar y que marcan una bisagra en la calidad de vida que pueda tener en el futuro, por ejemplo: en los aspectos que hacen a la comunicación, las habilidades sociales, el desarrollo de una subjetividad que lo promueva como ser autónomo, etc.
Enviar a todos a la escuela común sin reparar en las necesidades personales, como así también no tener en cuenta los proyectos institucionales que responden a distintos paradigmas segregadores y/o inclusivos y no abordar un trabajo al respecto traerá consecuencias muy complejas para las personas, las familias y la sociedad en el futuro.
Pareciera no importar las necesidades y posibilidades reales de muchos niños y jóvenes que asisten a los grados/años por el solo hecho de tener la misma edad, estableciendo así una enorme desigualdad de oportunidades. Entonces ¿cuál es, en esas condiciones, el derecho que se resguarda? Hay experiencias probadas de propuestas, en que se alternan momentos y actividades diferentes desde una mirada centrada en la persona y desde una perspectiva colaborativa, que brinda a las personas con discapacidad herramientas para ir organizando su propio proyecto de vida, a medida que va creciendo.
El verdadero cambio requiere definir otros aspectos que son fundamentales para incluir a todos en la escuela, y no solo a las personas con discapacidad, tales como: 1) Aulas con menor cantidad de alumnos. 2) Trabajo colaborativo entre docentes en una misma aula. 3) Matriculación única, más allá de que transite por la escuela común y/o especial. 4) Generar espacios físicos adecuados y adaptados. 5) Mayor asignación de recursos humanos tanto en el campo de la educación común como especial. 6) Cambio de planes de estudio de la carrera de docente de educación especial y de los profesorados para el desempeño en distintos niveles donde se compartan espacios curriculares, ya que luego deberán trabajar de manera colaborativa. 7) Transformar la secundaria para que los alumnos puedan ir cursando a su ritmo y se rompa la estructura por materias.
No se trata entonces de cerrar instituciones o de derivar recursos, sino de generar alternativas en distintos momentos, para que el trayecto educativo no sea o aquí o allá, sino un movimiento que vaya acompañando las propias necesidades de las personas, en los distintos momentos de su vida.
(*) Directora Provincial de Educación Especial desde el 2008 al 2013. Coautora del libro "Escritos y Trazos sobre Educación Especial".
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