AYELÉN VILLAVERDE
"Me comunico por medio de este espacio, para solicitar ayuda. Estuve muy enferma y me quedé sin trabajo. Estoy necesitando la colaboración de los santafesinos, mediante la donación de todo lo que no usen para poder venderlo en la feria del trueque. Tanto sea ropa, calzado, elementos de cualquier índole que esté en buen estado. Todo me puede servir para dicho objetivo y para obtener el sustento diario. Desde ya, les agradezco de todo corazón y le ruego a Dios que los recompense al ciento por uno. Dejo mi teléfono: 342 5029699. Muchas gracias nuevamente y bendiciones".
LIDIA PIDIRNI
"Hace unos días, viví un momento desagradable: fui testigo del descontrol de precios que se observa en los negocios de venta de elementos de cirugía, en nuestra provincia. Me dirijo al señor gobernador Pullaro y al ministro de Salud pública, para que tomen nota y solucionen este grave problema de los sobreprecios. En Santo Tomé, compré un punch descartable para biopsia. Ahí no conseguí la aguja, por lo que me dirigí a un comercio del ramo en Santa Fe, y ahí me enteré de que lo que había adquirido en Santo Tomé por $ 10.000, en Santa Fe lo conseguía por $ 5.000, en efectivo en ambos casos. A nuestras autoridades, les agradecería que intervengan en este descontrol de precios y especulación económica, en perjuicio del consumidor común que estamos sufriendo. Gracias a El Litoral por este espacio concedido, para dar a conocer nuestros problemas y reclamos".
MARÍA
"Señores de El Litoral: ¡no tenemos otra forma de hacernos oír! Mi pregunta es ¿quién controla y dispone la cuestión de la publicidad led móvil sobre Bv. Gálvez? Tema recurrente para mí. Llamé al 0800 y me dijeron que tenía que escribir al mail de Control Municipal. Escribí varios mails, pidiendo que controlen la publicidad led móvil ¡para que bajen el volumen! y sigo esperando la respuesta. Como todo, nadie se hace cargo de nada. Asimismo, sería bueno ya, a esta altura de la proliferación de torres sobre bulevares y bares de todo tipo, recordarles a los políticos que actualicen el Reglamento de Ordenamiento Urbano. ¿Qué están esperando? ¿Que se hunda todo bulevar? Gracias por el espacio".
AMÉRICO
"A Assa: corralitos abandonados desde hace bastante tiempo en Pedro Víttori y Chacabuco; Pedro Víttori y Maipú; Laprida y J. M. Zuviría; Agustín Delgado 1400; Dorrego 5050. Por favor, soluciónenlo".
CPN. MATÍAS ANÍBAL ROSSI
Este 25 de Mayo resultó una buena fecha para detenernos a reflexionar. Como si un hilo invisible los uniera, aquella época y nuestros días se parecen. Aquellos criollos del virreinato se sentían explotados económicamente por el comercio monopólico español. Hoy nuestro pueblo lucha contra una economía empobrecedora, que por años gobiernos incapaces nos han impuesto haciendo de la inflación, como si fuera normal, nuestra forma de vida. Además de los males del presente: inseguridad, violencia, decadencia de la excelencia educativa que alguna vez supimos tener y un sistema de salud que no atiende en tiempo y forma.
En este país de increíble riqueza que exista un 50 % de pobres es un insulto a la dignidad de la República. Necesitamos un nuevo 25 de Mayo como aquel. Pero a diferencia del presente, en aquellos días de 1810 había líderes dispuestos a superar diferencias en aras del bien común. Nada tenían que ver Saavedra con Belgrano o Moreno, inspirados en las nuevas ideas, pero igual se sentaron a la misma mesa. Como lo define Gustavo Levene en su Historia Argentina: "Ser patriota, liberal o revolucionario era estar dispuesto a buscar la independencia, organizando una sociedad diferente o más justa que la vivida". Por ello las grandes fechas de nuestra historia deben servir de ejemplo. La clase política debería nutrirse de esos ejemplos y trabajar sin mezquindades, con sacrificio y honradez, valores hace rato olvidados.
Mucho más que el llamado Pacto de Mayo, los argentinos votamos el pasado diciembre por lo mismo: trabajo, paz, educación, respeto a la ley.
Si de verdad queremos transformar este hogar llamado Argentina en una gran nación, el diálogo es la única opción para sentar las bases de las políticas de Estado ausentes. Con el mismo compromiso que asumieron aquellos hombres el 25 de Mayo de 1810.
LUIS ARTURO LOMELLO
Alexander tiene razón: quien practica el hábito de la lectura termina contaminándose. Y no es un punto de vista frugal para tomárselo a la ligera.
Al llevar adelante este ejercicio enarcamos las cejas, cuando el significado de las frases coincide con lo que nuestra perspectiva sugiere en cómo concebir la vida.
Quien tiene en suerte la posibilidad de instruirse corre el riesgo de acabar apabullándose, considerando que a través de ese camino llegará superando las dificultades propias del desconocer.
El razonamiento demasiado enredado puede terminar no siéndolo y es aquí donde, para mi agrado, mi querido hermano empieza a dar luz a una explicación extremadamente valedera.
¿Cuál es el síntoma de compartir los pensamientos de otras personas? Concordar mantiene los ánimos calmos, pero cuando discernimos creemos que el argumento que esgrimimos es superador e invalidamos aquello que no se ajusta en mi comprensión y allí otra vez detecto que mi par tiene saber.
Vivimos años ignorando la mayoría de las cuestiones transcendentales y cuando alguien pretende hacer luz con su sapiencia, descubrimos que aquello que resulta banal para algunos es de valor para otros.
En el grado de compromiso que adquirimos con la búsqueda, es la curiosidad la que por aproximación se acerca a las puertas de la revelación.
Mientras permanecemos en la primera etapa de la juventud, los sobresaltos nos toman desprevenidos, pero en la vorágine de cualquier desenvolvimiento encontramos colmar las expectativas que proponemos y si bien logran adoctrinarnos me permito la posibilidad de cuestionar lo que la adolescencia atribuye.
El hecho de pretender la autonomía termina resultando una utopía cuando la propuesta solo limita a evitar el pensamiento individual.
Confundirnos ya está en la trayectoria de una intención condicionada.
Los mansos terminan sometidos.
Quien es claro con sus ideas no tiene necesidad de exponerlas. La demostración forma parte de lo que podría ser el origen de la duda. Un requisito que afirma que lo que sostengo es correcto.
Para mi alegría otra vez, mi consanguíneo, desde su disciplinada posición hace que lo complejo se torne sencillo. Un planteo por de más de alentador, ya que desde este enfoque no existen los excluidos, todos tenemos la certeza de la sinceridad.
En la medida de la simplicidad se obtienen los mejores resultados. Ajustarnos a retorcidas especulaciones solo llevan a andar por un camino varias veces, cuando con solo con un cartel que indique sabremos por dónde debemos ir.
Nadie te enseña a jugar. Lo hacemos creando lo que pretendemos emular.
En esos ratos, la realidad no encuentra una confrontación con la fantasía, es parte de ella y allí experimenta el gozo que provoca estar haciendo lo que corresponde, el papel que desempeña cada uno sin necesidad de adaptarse a ningún libreto estudiado.
La felicidad es la representación genuina de la libertad. Si logramos adaptar esta forma a los estadios de existir, la formación pasa a un segundo plano y adoptamos convencidos todo aquello que nos conquista, porque lo que ofrece es verdadero y bueno.
La maestra de grado de los primeros años era un alma que procuraba ganar el interés de sus niños, más allá de que no con todos lograba su cometido, pero en suma terminábamos sabiendo leer. Teníamos la herramienta, después cada uno sabría cómo utilizarla.
No es dichoso aquel que más obtiene sino aquel que se descubre feliz con lo que fue bendecido y lo acepta sin involucrar a sus semejantes.
Alejandro dijo: no aprendemos a enamorarnos a través de la lectura, solo aprendemos a leer para darnos cuenta de que no podemos evitar ser amados.
Pueden los seres humanos ignorar la generalidad de las cosas. Solo una minoría se afana por saber dónde arranca el misterio, pero en gran parte, la gran mayoría poco o nada ilustrada es la que cuando sonríe demuestra que su existencia está encaminada por la bienaventuranza.
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