Preocupación por automóvil abandonado
ASOCIACION ISRAELITA ARGENTINA I.L. PERETZ
La Comisión Directiva de la Asociación Cultural y Deportiva Israelita Argentina I.L. Peretz, con sede en Francia 2248 de la ciudad de Santa Fe, ha remitido a El Litoral una copia de la nota enviada a la Municipalidad de Santa Fe, con fecha 17 de noviembre de 2022, donde solicitaban puntualmente el retiro de un automóvil abandonado desde hace varios meses en la puerta de la institución (para más datos, vehículo chapa patente BJG 240). Asimismo, reclamaban la poda adecuada y ordenada de los árboles que se ubican en el mismo frente, eliminando todo el ramaje que se vuelca sobre la vereda e impide la iluminación adecuada del ingreso a la sede institucional.
"Los motivos que esgrimimos en dicha oportunidad fueron los de garantizar la seguridad de los asistentes a nuestras actividades diarias: niños, jóvenes y adultos a prácticas deportivas (handball, artes marciales, gimnasia deportiva, ajedrez, futbol y básquet recreativos) y actividades culturales (coro, biblioteca, talleres de tango y folklore, escuela de idiomas, cine, pintura, exposiciones, estimulación para adultos, ciclos de charlas y otras), los que se ven expuestos a que se perpetre cualquier tipo de delito en función de que ese vehículo en estado de abandono es un potencial refugio o guarida de delincuentes, considerando experiencias anteriores", aclaran desde la nombrada entidad.
"Este pedido fue realizado en forma previa -casi premonitoria- a la provocación que sufriéramos en enero de este año 2023, cuando desconocidos realizaron pintadas nazis y antisemitas en las paredes de la fachada -justamente frente a ese vehículo-, lo cual refuerza la solicitud en función de la seguridad de los concurrentes a la Institución. Al día de hoy –lamentablemente- no hemos recibido respuesta alguna, y tanto el vehículo como los árboles siguen de la misma forma que hace tres meses o más. Esperando que las autoridades pertinentes se hagan eco de esta solicitud", agregan.
Sobre el auto "varado" delante de la institución, en el escrito remitido el año pasado al municipio santafesino, la Asociación Israelita Argentina I.L. Peretz se preocupaba en remarcar los siguiente: "El hecho de que ese vehículo se halle frente a nuestra institución representa un verdadero peligro para la misma, ya sea para su edificio como para los concurrentes a las múltiples actividades sociales, culturales, deportivas, educativas y recreativas que allí se realizan. Además de ser un lugar donde se acumulan basuras, se ha transformado en un terreno propicio para que puedan ocultarse personas malintencionadas, ya sea para delinquir o perpetrar otro hecho nefasto".
Acto seguido describe: "Recordemos que hace pocos días, la sinagoga ubicada en calle Primero de Mayo, frente al Palacio Municipal sufrió una agresión mediante una pintada nazi y que en el atentado contra la sede la AMIA en Buenos Aires, ocurrido en 1994, numerosos indicios señalan que, en un volquete estacionado en la puerta de la misma, estaban los explosivos que dejaron el luctuoso saldo de decenas de personas fallecidas y heridas, además de los daños materiales".
Finalmente, la Asociación Israelita Argentina I.L. Peretz insiste en que se "eviten nefastas consecuencias". "Por ello reiteramos nuestro pedido de retiro de ese vehículo abandonado a la brevedad y adjuntamos material fotográfico sobre el particular", concluye su petición.
La silla que ahora nadie ocupa
PEDRO NIEVA
Cayó pesadamente como un quebracho en el obraje. Su cuerpo rebotó sobre el asfalto de la calle colectora Dr. Laureano Maradona. Su cabeza sangró por el impacto de la bala. Su mano izquierda aferraba la pesada cadena conque aseguraba la bicicleta y que, cruzada al pecho, llevaba como eventual defensa ante un asalto.
La intención de sacar esa cadena fue precisamente, el motivo para que uno de los delincuentes hiciera fuego. Desde esa aciaga jornada -25 de febrero de 2021- sus amigos y las personas que contábamos con su aporte para trabajos y gestiones, extrañamos sus servicios. Desde esa vez, Sabrina aguarda un encuentro que nunca más se habrá de dar. Desde esa medianoche, su madre lo espera en vano.
En el Ministerio Público de la Acusación se generó un expediente, con su número de causa, que duerme entre muchos otros en el vientre electrónico de una computadora. Han pasado dos años y los encargados de investigar tienen otras urgencias. Nadie se ha ocupado de registrar los archivos de su celular para saber de sus contactos, de sus últimas gestiones, de eventuales razones para un atentado.
Por disposición constitucional, el Estado provincial debe garantizar la seguridad para la población, en igual grado que garantiza la salud y la educación. Los ciudadanos comunes nos preguntamos qué respuestas ha dado el Estado provincial a las familias de Marianela Brondino, de Serena Martínez, de Luisina Rodríguez, de Sergio Carande, de Juan Testi, de Julio Cabal, de Maximiliano Olmos, de Hugo Oldani, de Claudio Alonso y de decenas más de víctimas inocentes de otros hechos criminales.
Los vandalismos, los delitos predatorios, las vejaciones personales y las muertes por manos de delincuentes son una sombra ominosa sobre el tejido social que generan estupor y dolor. En los últimos años, una persona común sale a trabajar y no sabe si regresa a casa.
Las respuestas son inexistentes por parte de un Estado ciego y sordo, en el que no se estudian ni aplican estrategias adecuadas para que el problema se revierta. Un Estado que tuvo y mantuvo por más de un año como Ministro del Área de Seguridad a un controvertido y torvo personaje con actitudes y declaraciones propias de un sainete.
Allá, en las profundidades de la Caverna Gris, el Sumo Sacerdote, sentado en silencio, mirando hacia la nada, medita sobre su futuro. Mientras tanto, en el barrio El Pozo, en la humilde casa de Claudio Alonso, desde esa noche fatal de hace dos años, hay una silla que ahora nadie ocupa.
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