Por Lic. Silvana Etchepare
La manipulación psicológica en la relación de pareja instaura una dinámica vincular perjudicial.
Por Lic. Silvana Etchepare
La manipulación psicológica en la relación de pareja instaura una dinámica vincular perjudicial, dado que uno de los integrantes ejerce el poder sobre el otro, generando un desequilibrio vincular que termina afectando la salud emocional y mental de quien es dominado, como así también su desenvolvimiento social y profesional. Si bien se observa más en los hombres, también existen mujeres que tienden a generar esta dinámica vincular con sus parejas. Reconocer sus indicadores, permite tomar consciencia de los mismos y buscar las estrategias resolutivas más eficientes.
Entre los indicadores de manipulación, detallaré los más frecuentes.
1) Gaslighting (Luz de Gas). Es la táctica que hace que la víctima dude de su propia memoria, percepción y sanidad mental. El manipulador, sea hombre o mujer, buscará negar los eventos, tergiversar la verdad o acusar a la víctima de estar loco/loca, o paranoico/paranoica. Ejemplo: "Nunca dije eso, estás inventando cosas", "Estás equivocado, yo no hice eso".
2) Aislamiento. El manipulador intenta cortar los lazos de la víctima con amigos, familia y otras fuentes de apoyo. Para lograrlo, busca criticar a los amigos y familiares, generando conflictos y cuanto más distanciado esté la víctima, más dependencia emocional tendrá con su manipulador. Ejemplo: "Tus amigos no te entienden como yo lo hago. Deberías pasar más tiempo conmigo", "Ellos no te quieren tanto como yo te quiero".
3) Descalificación y Desvalorización. El manipulador busca minimizar o invalidar los sentimientos, pensamientos o logros de la víctima, a través de comentarios hirientes disfrazados de "bromas", desprecio constante o críticas destructivas. Ejemplo: "Eres tan sensible. No puedes tomar una broma", "Simplemente es una broma, no tienes sentido del humor".
4) Chantaje emocional. El manipulador usa el miedo, la culpa o la obligación para controlar el comportamiento de la víctima. A través de las amenazas de ruptura, manipula con las emociones para obtener lo que quiere o hacer sentir culpable a la víctima por sus propias emociones. Ejemplo: "Si realmente me amaras, harías esto por mí".
5) Victimización. El manipulador se presenta a sí mismo como la víctima para evadir responsabilidades y culpar a la pareja, de ser una persona maltratada, acusada injustamente y/o incomprendida. Ejemplo: "Siempre soy yo el que tiene que disculparse, aunque no hice nada malo", "Sos vos la que no me respeta y no me valora, me echás la culpa a mí siempre".
6) Control de la Información. El manipulador obtiene información que la usará como muestra de poder sobre su pareja. Puede ocultar algunos hechos, mentir sobre detalles importantes o distorsionar la realidad. Ejemplo: "No te lo dije porque sabía que reaccionarías exageradamente".
Como psicóloga, especialista en terapia de pareja, sugiero que toda persona víctima de un manipulador o una manipuladora debe implementar algunas estrategias resolutivas para mitigar los daños ocasionados por el solo hecho de vincularse con un manipulador o manipuladora. Entre ellas están:
- Aprender a identificar el estilo de manipulación y cómo se materializa en cada caso.
- Establecer límites. Conocer cuáles son los patrones manipulatorios que serán aceptables y cuáles no.
- Buscar contención afectiva en familiares y amigos.
- Mantener un estilo de vida con autonomía e independencia.
- Realizar terapia individual y de pareja.
- Trabajar en la autoestima y el sentimiento de autoconfianza.
- Mantener con la pareja una comunicación asertiva.
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