El nombre de Manuel María Cervera no es conocido masivamente entre el público, pero es reverenciado entre los historiadores. Su "Historia de la Ciudad y Provincia de Santa Fe, 1573-1853" (o simplemente "Historia de Santa Fe" de Cervera), aparecida en 1907, está en la base de los progresos historiográficos de la provincia y todos quienes investigamos y escribimos textos de historia somos, de una u otra forma, deudores de su legado.
Se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires y ejerció su profesión en Santa Fe, donde su padre se había radicado e instalado una fábrica de tejas. Como militante radical cuando los sucesos de 1893, ocupó la intendencia durante el breve gobierno revolucionario de Mariano Candioti. Después de un exilio en Montevideo, comenzó su carrera judicial en Santa Fe, la que culminó como ministro del Superior Tribunal de Justicia a la hora de su jubilación en 1926.
El manejo de documentos antiguos que requería su profesión lo llevó a interesarse en la investigación histórica, para lo cual formó una importante biblioteca personal en su estudio y domicilio de calle 9 de Julio. Luego de cuatro años de arduo trabajo dio por terminada en 1903 su "Historia de Santa Fe" -que pudo publicar cuatro años después-, un libro que fue consagratorio y que ha sido fuente de consulta utilizada hasta hoy.
Como Cervera vivió hasta 1956, y produjo luego varios libros valiosos, fue objeto de un reconocimiento público que se prolongó luego de su fallecimiento y perdura hasta el presente. Sus trabajos, especialmente su libro de mayor peso, le valieron también el reconocimiento académico. Rómulo de Carbia lo reconoce como el iniciador en la Argentina de la historia integral, la Academia Nacional de la Historia lo designó correspondiente en Santa Fe, y diversos autores le dedicamos estudios específicos.
Cervera según Cervera
Los diarios solían dedicarle notas y entrevistas y para realizarlas los periodistas iban a su casa de calle 9 de Julio, donde el anciano historiador y antiguo magistrado, los recibía en medio de su estudio-biblioteca. El 25 de junio de 1944 publicaba una el diario El Orden con una fotografía en la que Cervera posa en medio de anaqueles con su propio retrato de fondo pintado al óleo, tela que hoy conservamos en el salón de actos de la Junta.
El cronista hace una reseña de sus obras e intercala anécdotas coloridas, como cuando cuenta la forma en que evitó la pérdida de valiosos documentos de la primera mitad siglo XIX que iban a ser destruidos en Casa de Gobierno. Los reunió y los encuadernó para entregarlos a los archivos de entonces. Destaca la fundación de la Junta de Estudios Históricos, aunque equivoca el año (dice 1926 en vez de 1935) y enumera sus libros a partir del más importante: su "Historia de Santa Fe" en dos gruesos volúmenes. A esta, su obra fundamental, agrega el folleto sobre la fundación de Esperanza, su estudio sobre un supuesto retrato de Juan de Garay, la recopilación documental de 1924, su réplica a Roberto Levillier sobre la ubicación de Santa Fe La Vieja de 1932, y el macizo libro "Poblaciones y Curatos" de 1939.
Mirá tambiénRestituyeron la placa del historiador Manuel CerveraOtros jugosos reportajes son los que le dedican El Litoral de Santa Fe el 31 de diciembre de 1950 (al día siguiente cumplía 88 años) y Democracia, de Rosario, el 7 de diciembre de 1953 (estaba a punto de celebrar sus 91). En ambos se hace un repaso de la vida y obra del historiador, quien cuenta las motivaciones que lo llevaron a dedicarse a los estudios históricos y relata anécdotas sabrosas, como cuando debió hacerse cargo de las deudas de juego de un empleado de la imprenta en la que se estaba imprimiendo su libro principal, dado que el acreedor había amenazado con prender fuego a los talleres, lo que hubiera supuesto la pérdida de su manuscrito original.
El reconocimiento de las distintas generaciones
Los homenajes a Cervera comenzaron en vida. Cuando cumplió 80 años, en 1943, fue muy celebrado y se le obsequió una plaqueta que hoy se conserva en nuestra Junta de Historia. En 1947, cuando se cumplían cuarenta años de la aparición de su principal libro, el Rotary Club le ofreció un homenaje en el transcurso de un banquete en el que, a los postres, José Carmelo Busaniche le dedicó la demostración.
Cuando en la tarde del 4 de mayo de 1956 fueron inhumados sus restos en el Cementerio Municipal, una importante concurrencia lo acompañó hasta el sepulcro y hubo sentidos discursos tras el responso de monseñor Marengo. Por la Junta Provincial de Estudios Históricos habló el doctor Rodolfo Reyna, el ingeniero Víctor Nícoli por la Asociación de Amigos de Santa Fe La Vieja y José María Candioti por el Club del Orden. El Litoral publicó una importante nota necrológica.
Al año siguiente de su muerte hubo un acto académico en su memoria en la sala de investigadores del Archivo Histórico, para el cual se contó con la presencia del interventor de la provincia, Clodomiro Carranza, varios ministros y destacadas personalidades del momento. Las exposiciones estuvieron a cargo del presidente de la Junta, monseñor Nicolás Fasolino, y del ya por entonces renombrado historiador Leoncio Gianello. Al cumplirse diez años de su muerte, fue emplazado junto al Museo Histórico Provincial el hermoso busto de bronce que lo representa, que fue trasladado a su ubicación actual al producirse los cambios en el trazado del parque.
Mirá tambiénReunir, conservar y servir: Las Actas del Cabildo de Santa Fe Hacia 1969, un grupo de alumnos de la Escuela Normal fundó un Centro Juvenil de Historia que se denominó "Manuel M. Cervera". Sus integrantes organizaron el acto de homenaje que se realizó el 10 de mayo de 1973 junto al busto del Parque del Sur. Era el año del Cuarto Centenario de la ciudad de Santa Fe y la memoria de Cervera adquiría relevantes perfiles. Se descubrieron placas de bronce y el doctor Leoncio Gianello pronunció un discurso en nombre de la Junta de Historia. Por el Centro organizador habló el estudiante José Washington Sarmiento.
Entre 1979 y 1980, la Universidad Nacional del Litoral reeditó en tres tomos la "Historia de Santa Fe" de Cervera, bajo la supervisión de su hijo Federico, también historiador. Se cubría de esta forma una necesidad evidente, dado que el libro solo contaba con su edición original, que por entonces había superado los setenta años de antigüedad.
Continuidad en el recuerdo
Las placas de 1973 poco a poco fueron desapareciendo del pedestal del busto de Cervera de la Plaza de las Tres Culturas, ante lo cual la Junta Provincial de Estudios Históricos invitó a la Municipalidad de Santa Fe a reponerlas, en el marco de las celebraciones de los 450 años de la fundación de Santa Fe. Con tal motivo, el 24 de agosto, se brindó un nuevo homenaje a quien todavía es considerado como el principal estudioso de la historia de nuestra provincia. Hablamos en la oportunidad quien esto escribe y Ana María Cecchini de Dallo, por la Junta Provincial de Estudios Históricos y el profesor Juan Cruz Giménez por la Municipalidad.
En el mes de junio del presente año, coincidentemente con el 88º Aniversario de la Junta fundada por Cervera en 1935, ya se lo había recordado en un acto académico cuando se habían cumplido, el 1 de enero, 160 años de su nacimiento. La vigencia de su obra historiográfica, más la presencia activa de la institución académica por él creada, que conserva su biblioteca y su archivo, prolongan la continuidad de su recuerdo y la valoración de su legado.
(*) Contenidos producidos para El Litoral desde la Junta Provincial de Estudios Históricos y el Centro de Estudios Hispanoamericanos.
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