El "Pingüino" Serra (Alfredo Serra), querido compañero de redacciones, fue a entrevistar a Pablo Neruda y no pudo conseguir la nota. Pero, como para el periodista de aquellos años, y de aquellos códigos sobre el trabajo y la función, no había fracasos, había un imperativo, Alfredo hizo una nota sobre lo que no pudo hacer. Sobre el final, su nota decía (cito de memoria): "Tal vez Neruda nunca se entere que estuve aquí en la puerta de su casa". El poeta ya era una montaña en la literatura, las letras menudas y la historia definitiva del idioma y su constancia: cambia y vuela. En la distancia todavía provocaba pulsiones elementales en un periodista con callos, como Serra.
Javier Milei ya es un risco que no se puede sortear. El voto popular, el voto popular, ejem… el voto popular lo decidió. Suyo es el poder político y su discurso en Davos es el disparador de correspondencia en redes que azotó al país, declaraciones periodísticas presurosas y el asombro de los avisados que algo sucede con este país que somos todos, donde muchas cosas no importan en el mundo y a nosotros nos azotan. Nos queda esa rara enfermedad del ombliguismo. El ombliguismo nos hace creer que el mundo pasa por aquí, exactamente por aquí. Lepera lo avisó: "el mundo sigue andando".
Pertenezco a los avisados. Tener avisos no es poder detener, ni siquiera alcanza para prepararse concienzudamente porque ese es el punto: no hay conciencia de cuanto nos sucede, solo registro de los temblores. Los que miramos con atención somos un sismógrafo, los avisados (un poco, apenas un poco) solo podemos transmitir el temblor que nos llega. No alcanza, pero hay que hacerlo. Milei provocó estos mensajes que se compilan. Como decía el "Pingüino" Serra, "acaso Milei nunca sepa que estamos registrando estos movimientos de sus actos sobre nuestras capas sociológicas".
Correspondencia Uno: "Dicen que los peronistas deshumanizaron al opositor convirtiéndolo en gorila y ahora tienen delante un león. Olvidan que Juan Domingo Perón era el león herbívoro. Me la puso picando. Milei se peina con spray. Esa melena es capitalista y salvaje. El animal aristotélico desapareció". Los medios de comunicación son un animal político que opera por inducción. Milei fue inducido, promovido, decidido. Déjense de creer libres de pensamiento. "Si pero no. Confieso que cada día estoy más confundido, pero no con el objeto Milei sino con el sujeto argentino que lo asimila. Salvo excepciones, claro está. Loco, no lo asimilan. Ahí está, existe, lo votaron loco, lo votaron". Legalícenlo… como dice la canción.
Es que no se puede asimilar. Rompe el contrato en mil pedazos. "No lo va romper", te dicen. Lo está rompiendo. El mecanismo educación, salud, seguridad no es el eje discursivo de Milei y, de hecho, no es el centro de su objetivo. Si no está con el contrato obvio que lo rompe. Veamos si entendés. Rompió el Contrato Social. ¿Votaron un tipo que rompe el contrato social? Bueh.
Correspondencia Dos: pasa con los peronistas, vengan del rincón alfabético que vengan. Están en el 45. Carlitos fue un adelantado. Los radicales, los socialistas y todos los liberales de bien están mirando la cordillera buscando a los granaderos. El Charlie Menem dejó la tarea inconclusa, el Consenso de Washington fue la orquesta. Él bailaba exageradamente, porque era un improvisado bailando, pero sabía dónde iba. Después vino otro que leía diferente pero leía. Néstor. Suma y resta… este tipo no viene de esa fuente. Quiere secar ese manantial.
El primer problema a resolver (urgente) es aprender a leer a este tipo. El libro Upa de Milei. Mi mamá me mima. Osofete colorete. Nada loco, hablan otro idioma, lo culpan de todas las cosas y es al revés, el aparece por todas las cosas anteriores. No lo estamos leyendo. Estamos todos en la escuela política de Altos Estudios. Va por otro lado su proceso… Upa, el libro Uno.
Eso por parte de los que no lo entendemos. Después los que entienden y se aprovechan. Esto puede leerse como muy oligarca pero hay muchos que no saben leer. Perdón, la palabra oligarca traiciona mis años.
Correspondencia Tres: Primero es asumir que Milei gobierna, después abandonar los informes de entretela para advertir qué pasa. Toda entretela es eso... entretela, la cocina de las cosas son señales confusas y circunstanciales que nos llevan a un looping histórico. Analizamos y analizamos según nuestro método de análisis. Casi un reflejo. Vamos al duelo pistola al cinto y enfrente hay ametralladoras. De este lado análisis según lenguajes conocidos. Él habla otro idioma.
Correspondencia Cuatro: Es difícil aceptar que los peronistas llegamos a esto con el voto popular abandonándonos; el gobierno en manos cercanas y que todo, pero todo/todo, era un relato que negaba este río subterráneo que armamos nosotros; nuestros dirigentes, nuestras decisiones, nuestros cuentos y frases hechas; nuestras mentiras y nuestros análisis equivocados. Vivir cerca es vivir en las entretelas.
Milei no es nuestro. Claro que no es nuestro, pero está claro que nació del yerro histórico del peronismo y el radicalismo que no fabricó repuestos. Nooo… Perón los dejó a los del 70. Hasta la UCR/UCRI dejaron sustancia. Okey. Si te parás sobre el 70 perdimos todos. Después de eso nada. Todas hibridaciones. De ahí nace esto. No hay herederos del pensamiento luego del acto final, la muerte de NK. Sumemos lo visible. Izquierda nunca hubo. Pero insisto no es Donald Trump (nacionalista, industrialista). ¿Cómo llegó sin equipo por la simple doctrina del mal menor, manoteo macrismo-bullrichismo. Eso sí es Neoliberal.
Correspondencia Cinco: Se pelearon demasiado por una torta que ya estaba perdida; agujereada y perdida. Además, dividida. Entiendo. La grieta creó las condiciones. Ojalá aparezca un interlocutor positivo ahora que Milei no tiene nadie enfrente y cuidado: Cristina Kirchner controla un bloque que, sin desprendimientos, cuenta con 102 diputados. Ese es el reaseguro de Milei.
Confieso que no pasé de la tapa de ese Upa. No digo que lo entiendo. Todo lo contrario. Intento leerlo, pero no sólo a él. A él en el mundo y al lugar que ocupa en nuestro país y en el mundo. Pero, si según él su performance fue "impresionante", habrá que examinar de qué se trata esa impresión. En algunos fue desconcierto, en otros reprobación ante el reto, en otros aceptación dubitativa con tibios aplausos por el calificativo de héroes, que ni ellos se creen. La primera condición que planteás la tengo clarísima. Los profesores y analistas clásicos… out.
Si él habla otro idioma, es porque nosotros hablamos uno que no le dice nada a la vida presente. No la vieron venir los que no quisieron, los que miraron para otro lado. El viejo lenguaje del análisis de coyuntura y de las políticas públicas estuvo desde 2009 diciéndolo a los gritos. Es con Cristina, por Cristina, que aparece una rebelión a ese formato.
Los de mi generación, pro montos y revolucionarios de papel, como me enseñaste vos, no lo quieren leer porque si lo hacen se les viene abajo su estructura psíquica, Los que descubrieron la política en la versión democrática de Rául Alfonsín son livianos institucionalistas pegados al recitado socialdemócrata y persisten sin dudar en su improductividad. A ellos los acuchilla Milei. Dieciséis años de Kirchnerismo y la claudicación del peronismo que sacó al país de la crisis de 2001 no son lo mismo, hubo una desviación. Allí se mete Milei.
Los lúmpenes acarreados por las "organizaciones sociales" con líderes sentados en las ventanillas del Estado (todo lo contrario a lo que Perón enseñó) quieren comer, consumir... no tienen otro horizonte aspiracional. No hay revoluciones tempranas. No hay revolución, son mangueros y vivillos.
Los jóvenes de los sectores medios que trabajan en gris, detestan al peronismo porque sólo conocen la versión kirchnerista, ante la grieta... el cuadro es horrible. Todos travestidos a uno y otro lado. Los míos cruzaron el Jordán y son los elegidos. Los otros, réprobos, hagan lo que hagan y digan lo que digan. Entonces el desprecio y la bronca… y entonces Milei.
No creo que se pueda pensar homogéneamente a sus votantes y sus motivos. Él, lejos de Trump. Lejísimo. Discutido hasta el hartazgo con argentinos con treinta años en Estados Unidos y colegas europeos. Se empeñan en universalizar nuestras macanas mayúsculas.
De la precariedad de cuadros propios no hay nada que agregar: es cierto. Lloremos. No hay vueltas. No lo hicieron. Milei sí, tomó lo que hay. Acuerdo pleno con la caracterización que hacés del presente: enfrente no hay oposición sostenible. Deseos imaginarios, catastrofistas, mesiánicos sin retaguardia... burócratas inútiles, resignados. No es pareja la casta, y tampoco quienes la padecen. No aparecen dirigentes con sustancia en espacio económico, social, político alguno... Ni la constatación del no posible equipo de recambio enseña algo. Creer que "la nada" enseña es equívoco. La nada simplemente engaña… no hay nada.
Correspondencia Seis: Estoy pesimista pero no tengo miedo. La intrascendencia no me asusta. Me aburre y me pone introspectivo, y a cultivar mi metro cuadrado. Un país que cultiva su metro cuadrado, sus quintitas… eso en algunos, mientras otros intentan cubrir su porvenir con la espalda en los bancos, deja sin proyecto al total. Por ahí Milei. Parece, en un estado profundo de insania, un pastor que dice lo del cómico mexicano, "síganme los buenos", hay que cruzar el Jordán de la Justicia Social para llegar a la resignación de la distribución injusta donde seremos felices, porque será distribuido el maná entre los que supieron cómo vender su alma.
Milei está comprando baratas nuestras almas y regalando nuestras riquezas a los que sostienen su discurso. Es una forma honesta de indicar: bienvenidos al reino libertario, de los que son libre "empresistas" será el reino de los que compren todo por poco, casi nada.
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