Cuando originalmente surgieron los movimientos sociales, la población en general entendió que se trataba de un acto de solidaridad. Lógicamente, no nos percatamos que se trataba de una estrategia de los gobernantes y hoy son una realidad palpable.
Debemos preguntarnos si dentro de los movimientos sociales, se educa, se da salud o solamente alimenta y por ende no se trata de movimientos solidarios sino agrupaciones que juntan marginales.
Cuando originalmente surgieron los movimientos sociales, la población en general entendió que se trataba de un acto de solidaridad. Lógicamente, no nos percatamos que se trataba de una estrategia de los gobernantes y hoy son una realidad palpable.
Debemos preguntarnos si dentro de los movimientos sociales, se educa, se da salud o solamente alimenta y por ende no se trata de movimientos solidarios sino agrupaciones que juntan marginales. A su vez, hay que preguntarse si son entidades jurídicas o son simples agrupaciones, sin identidad jurídica.
Sí se sabe que son los gestores y beneficiarios de los subsidios que da el Estado, sin contraprestación laboral, por ende, sus miembros no necesitan trabajar.
Si el ser humano tiene necesidad, tiene inventiva. Si desde el Estado se elimina esa necesidad, se pierde el interés superior de la Libertad, del Trabajo, de la Educación y de la participación en la vida democrática de la Nación.
No puedo confirmar si los representantes de estos movimientos sociales reciben partidas del Estado Nacional por su tarea solidaria.
Sin embargo, hay que tener presente que hoy son los que representan el 50% de la pobreza, que la mayoría están radicados en Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires y que su forma de vida dista de lo que estamos acostumbrados los que trabajamos.
Esta representación mayoritaria es notoria. Cuando se reforma la Constitución Nacional en el año 1994, tras el acuerdo entre Menem y Alfonsín, el país se computa como un solo Distrito, esto quiere decir que al presidente de la Nación lo eligen los movimientos sociales, ya que agrupan al 50 % de la población. Es La Matanza, en conglomerado humano que define las elecciones de todo el país, por eso muchos creen que a sus pobladores hay que mantenerlos en sus status de pobreza.
Los Movimientos Sociales, Marginales y Excluidos, demuestran organización y acatamiento. A las pruebas hay que remitirse. Cuando los informativos nos ponen en conocimiento de que la Avda. 9 de Julio de Capital Federal, además el Puente Pueyrredón, están ocupadas por la militancia de estos Movimientos Marginales y Excluidos, que reclaman mejoras ante el Ministerio de Bienestar Social, son una multitud, con capacidades diversas, pero todos organizados de manera tal de que se transforman en los dueños de la calle.
Se trata de una acción anti constitucional que no puede ser repelida, por cuanto el Estado Nacional y las autoridades políticas no tienen ningún interés en impedir dicha infracción Constitucional, que coarta la libertad de circular al resto de los ciudadanos.
De hecho el Estado Nacional no tiene Fuerzas Armadas adecuadas, los Estados Provinciales no tienen Fuerzas Policiales eficientes y los ciudadanos que trabajan, no pueden circular como sí lo hacen por prepotencia estos Movimientos Marginales y Excluidos.
¿Quiénes son los responsables de organizar semejantes movilizaciones, a quiénes responden, cuál es su objetivo, si no trabajan, no producen, solamente subsisten viviendo sin que se les respete la libertad, valor fundamental de los Derechos Humanos?
No se respetan los Derechos de los Niños a la Educación, la Nutrición, la Salud, afectando de esta manera su futuro intelectual y de capacidad para su desarrollo integral como seres humanos.
Lo que nos debería preocupar de estas Organizaciones, es el futuro de nuestra Patria, porque concretamente, pueden ser gobierno, por presión o por los votos.
Como corolario, "se cosecha, lo que se siembra".
Si el ser humano tiene necesidad, tiene inventiva. Si desde el Estado se elimina esa necesidad, se pierde el interés superior de la Libertad, del Trabajo, de la Educación y de la participación en la vida democrática de la Nación.
No se respetan los Derechos de los Niños a la Educación, la Nutrición, la Salud, afectando de esta manera su futuro intelectual y de capacidad para su desarrollo integral como seres humanos.