Por Juan José Sagardía
Por Juan José Sagardía
Tengo temor de hablar de la inseguridad, ya lo hice en 2003, 2008, 2011, 2012, 2013, 2014, 2018 y 2021. Antes me refería a la inseguridad en general, hoy se habla solamente de "la inseguridad del narcotráfico". La pregunta que me hago es: ¿El narcotráfico debe ser una política de Estado nacional? Si es así, cabe decir que hoy en día se implementa como una política de un gobierno unitario. Distinto sería si el narcotráfico fuera, como debe ser, una política federal, en la que puedan participar las provincias y las Fuerzas Armadas en igualdad de condiciones y de acción.
Durante el mes de mayo de 2022, en la provincia de Santa Fe estuvo "movido" un tema en especial: que el Estado nacional se aposente en la provincia como "amo y señor", con la Justicia Federal y las fuerzas federales. En la actualidad hay 3.449 agentes de seguridad, 708 de Prefectura, 146 de la Policía Aeroportuaria, 2.357 de Gendarmería y 238 de la Policía Federal. Ante tanto despliegue de fuerzas federales, uno se pregunta… ¿Están autorizados a usar las armas, o tienen que pedir permiso, o son muñecos disfrazados?
En esas conversaciones estuvo presente el Poder Judicial, representado por la Corte Suprema de la Nación, la Corte de Justicia de la Provincia y los jueces federales del país. De hecho, también estuvo el gobernador de la provincia de Santa Fe. Y las grandes discusiones pasaron por nombrar más jueces federales y los equipos que conllevan cada juez federal.
El gobernador de la provincia de Santa Fe reclamó más gendarmes al gobierno nacional y solicitó nombramientos de jueces y fiscales federales, para que puedan actuar y mandar a la cárcel a los delincuentes, especialmente a los narcotraficantes. Además, manifestó que se necesita más dureza en las penas y aislamientos reales en las cárceles.
La pregunta es: ¿para qué debemos gastar en jueces federales cuando tenemos jueces provinciales que a través de un acuerdo de las provincias autónomas con el Poder Ejecutivo Nacional pueden ejercer la misma función? O es que el delito es distinto si lo trata la Nación, o lo trata la Provincia. El delito siempre es delito. Si federalizamos la acción antinarcotraficantes y movilizamos a las fuerzas policiales provinciales,… ¿para qué lo hacemos? O solamente la tenemos para los delitos menores, el "robo de gallinas".
Con lo que se gasta por año en la Justicia Federal, además del pago a la Nación por las fuerzas antes enumeradas,… ¿Cuánto armamento y elementos necesarios para la acción se puede adquirir y así combatir en un terreno de igualdad, dicho flagelo? ¿En qué es más conveniente gastar, en los jueces para que demuestren acciones concretas, o en la compra de más armas y municiones para que las fuerzas policiales y federales puedan combatir en igualdad de condiciones a los insurgentes, denominados narcotraficantes?
Yo me pregunto… ¿qué significa la justicia federal en territorios provinciales autónomos (eso es lo que dice la Constitución Nacional, que las provincias son autónomas)? Los jueces federales significan, a buen entendedor, una intervención nacional en cada provincia.
Todos sabemos que esto es uso y costumbre en nuestro país. Y todos sabemos que nuestra constitución nacional establece que la Justicia Federal puede tener juzgados en todo el territorio argentino, con la aprobación del Senado de la Nación. No dice nada sobre la facultad del Poder Judicial de la Nación y del Poder Ejecutivo Nacional, de tener el "poder de vigilancia" en cada provincia, con el beneplácito de los gobernadores, para sacarse la responsabilidad que les compete.
No soy adivino, pero con cierta certeza puedo decir que si en 1853, cuando se firmó la Constitución Nacional, hubiera estado presente el Brigadier General Estanislao López, no hubiese aceptado la injerencia del gobierno nacional en las provincias. Por algo el escudo de la provincia tiene la inscripción "Provincia Invencible de Santa Fe". ¿Somos un gobierno unitario o federal? ¿Lo podremos determinar en algún momento? Conclusión: si no tenemos la capacidad de controlar el narcotráfico, dejemos de lado el verso de "cuidar la seguridad de los ciudadanos", porque es una falacia.
Al que le guste conocer algún pasaje de la historia, diré que luego del fallecimiento del presidente Juan Domingo Perón, que es cuando asume la presidencia María Estela Martínez de Perón, fueron firmaron dos decretos (el 261/75 y el 2770.71.72/75), donde se resolvió la aniquilación de los agentes subversivos. Las Fuerzas Armadas lograron dicho objetivo. ¿Ahora bien, no estaremos en igual situación contra el narcotráfico? De alguna forma, los hechos reflejan la repetición de la historia. De hecho, falta acción contra el narcotráfico.
En la ciudad de Santa Fe, para hacer la parodia de trabajar en pos de "la seguridad de los ciudadanos", se gastó un buen dinero de los usuarios en la adquisición de vehículos para poder recorrer las calles (dicho sea de paso, a la par de sufrir la inseguridad, tenemos las calles llenas de pozos). Entonces me pregunto, como un chismoso más: ¿Para qué carajo se compraron las camionetas, si los dos empleados municipales que controlan, o que pueden controlar, no pueden detener a nadie porque no tienen potestad de Policía. Ni siquiera portan armas, por lo que tienen más posibilidades de terminar abatidos por los delincuentes (que, además, se le ríen en la cara) que otra cosa.
Hoy aparece una noticia que la debemos observar con buen sentido de patria: en Chile, el presidente comunista tiene resuelto reenviar las Fuerzas Armadas (que ellos tienen) contra una expresión de fuerza y de dominio de las tierras, que representan los mapuches, que tienen su propias fuerzas, con armas para hacerlo. Y viene la siguiente pregunta: ¿Si en algún momento los mapuches armados resuelven cruzar la cordillera y toman la misma acción con nuestras tierras patagónicas, con qué los vamos a enfrentar, con jueces federales,… o con una improvisada fuerza, como son las fuerzas policiales provinciales y las Fuerzas Armadas diezmadas que tenemos?
Sería conveniente que pensemos en practicar federalismo para combatir el narcotráfico, para practicar ante la invasión de los mapuches. Esto quizás sea una locura, pero no dejemos de pensar en ello. Los ciudadanos… ¿Qué tranquilidad tenemos con nuestros gobernantes, quienes desde hace muchos años dicen estar preocupados por la seguridad de los ciudadanos? Es como que deberíamos decirles: "No nos cuiden más, para mayor seguridad".
Realmente hasta ahora, desde la restauración de la democracia de 1983, la situación es cada vez más grave. De hecho, en las próximas elecciones, quién sea electo presidente será quien tenga la "banca" de los movimientos sociales y del narcotráfico. Patria, te aseguro que nosotros, el pueblo, somos buena gente. A los que nos han gobernado hasta la fecha, en algún momento se los deberá juzgar.