Las elecciones presidenciales en El Salvador y la curiosa popularidad del actual mandatario, Nayib Bukele, estuvieron en la mira de la prensa internacional durante la última semana. "Un autócrata como héroe popular". Así, por ejemplo, se refiere a Bukele el rotativo Süddeutsche Zeitung (SZ), de Alemania, sobre quien escribe lo siguiente:
"Fue a principios de diciembre cuando Nayib Bukele pidió una excedencia. Seis meses de excedencia, aprobados por el parlamento, porque Bukele no es una persona cualquiera, sino el mismísimo jefe de Estado de El Salvador. El país centroamericano está gobernado ahora por una presidenta interina, pero no una política veterana, sino una contadora completamente desconocida que antes trabajaba como secretaria privada de Bukele".
En cualquier otro lugar, prosigue el SZ su análisis, "esto probablemente habría provocado mucho revuelo, ira y protestas, pero no en El Salvador". Y una de las poderosas razones por las que en este país de Centroamérica no pasó eso, tal cual lo aclara el medio alemán, "es porque Nayib Bukele es popular". De hecho, remarcan, "es muy popular". Una popularidad –acotan- ampliamente demostrada en las encuestas y los sondeos de opinión previos, donde "suele tener índices de aprobación superiores al 80 por ciento".
Para finalizar, en alusión a la jornada electoral del domingo 4 de febrero en El Salvador, el SZ señala: "(…) En teoría, Bukele no podría presentarse a estas elecciones porque la Constitución salvadoreña prohíbe la reelección directa. Pero en este momento ya no es presidente debido a su excedencia. Por lo tanto, nada se opone a una candidatura, y la verdadera cuestión ahora ya no es si Bukele ganará el domingo, sino a qué nivel será su victoria".
Menos delincuencia, más represión
Otro medio alemán, el diario Tageszeitung (Taz) apunta sobre Nayib Bukele: "Hasta ahora, los cálculos del presidente de 42 años han dado resultado. Antes de que asumiera el cargo en 2019, El Salvador era considerado uno de los países más peligrosos de América Latina. Más de cien personas eran asesinadas por cada 100.000 habitantes, frente a las 2,4 del año pasado. En 2023, sólo 154 personas murieron de forma violenta, frente a los 1.140 asesinatos de 2021".
Y el Taz agrega: "Estas cifras convierten a Bukele en uno de los políticos más populares del mundo. Muchos salvadoreños le atribuyen el mérito de que puedan volver a moverse con seguridad por sus pueblos y barrios. Aunque el Banco Mundial reconoce que El Salvador ha hecho grandes progresos en la lucha contra la pobreza en los últimos quince años, el país sigue siendo uno de los más pobres de América Latina. El 40 por ciento de la población vive en condiciones precarias".
Por su parte, el Handelsblatt, otro periódico alemán, subraya: "Renunciar a los derechos civiles y humanos, a las normas democráticas básicas y a la separación de poderes es evidentemente un precio aceptable para la población si ello significa vivir con seguridad y sin miedo. Bukele utiliza la popularidad para perseguir a sus oponentes. El hecho de que se presente de nuevo a las elecciones es una clara violación de la Constitución. Si es reelegido, será un paso más para que El Salvador se convierta en una dictadura. Bukele ni siquiera lo niega. Se autodenomina 'el dictador más cool del mundo'...".
Violación de la Constitución
Finalmente, metiéndose en un tema bastante espinoso, el Neue Zürcher Zeitung de Suiza (NZZ) manifestó: "Sus índices de popularidad superan desde hace años el 80 por ciento, lo que convierte a Bukele en el presidente más popular de América Latina. Es más, Bukele puede permitirse el lujo de violar abiertamente la Constitución gracias a su popularidad y al descrédito de los partidos tradicionales. Es especialmente venerado por la población joven. Cerca de la mitad de los 6,3 millones de habitantes tienen menos de treinta años y, por tanto, nacieron después de la guerra civil. Ya no quieren saber nada de las antiguas batallas ideológicas. El dinámico Bukele, siempre vestido de manera informal, les promete un cambio social hacia un futuro moderno".
A propósito de lo antrerior, el NZZ agrega que "no todo brilla en el reino de Bukule". Ahora que la violencia de las bandas ya no es la mayor preocupación de la gente, prosigue, "problemas como el desempleo, la pobreza y el alto costo de la vida vuelven a estar en el punto de mira". Sin embargo, "la gente se resiste a criticar a Bukele". Una encuesta realizada por el Instituto Latinobarómetro a mediados del año pasado muestra que el 61 por ciento de los encuestados tiene miedo de expresar libremente sus opiniones. "Gracias a una mezcla de admiración y temor, es probable que Bukele siga gobernando El Salvador durante los próximos cinco años", completa el NZZ.
(*) Material originalmente publicado por la Agencia Deutsche Welle, adaptado para diario El Litoral.
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