Son varias ya las provincias argentinas que han decidido confiar en la sociedad instaurando el juicio por jurados. Sin embargo, Santa Fe sigue demorando su sanción.
Un nuevo femicidio que no queda impune. Hace unos días, un jurado mendocino echó por tierra la cantidad de temores y prejuicios que siempre recaen sobre él, y demostró su compromiso, capacidad y sensatez a la hora de administrar justicia. Contra todos los pronósticos, contra aquellas personas que creían que este tipo de sentencias ya están escritas, que no se puede hacer justicia con los hijos del poder, que la imparcialidad es un ideal difícil de alcanzar; el jurado nos dio una inmensa lección. Y esto sucede semana a semana tan sólo a unos kilómetros de nuestra provincia. Son varias ya las provincias argentinas que han decidido confiar en la sociedad instaurando el juicio por jurados. Sin embargo, Santa Fe sigue demorando su sanción.
Pasaron ya casi tres años desde que la Cámara de Diputados de la provincia dio media sanción al proyecto que instaura los juicios por jurados en Santa Fe. Durante tres años el Senado provincial tuvo de hecho dos oportunidades para convertir el jurado en ley. Pero, inexplicablemente, llevamos más de 168 años incumpliendo con lo que norma la Constitución Nacional y negándole al pueblo santafesino su derecho a participar en la administración de justicia. Las resistencias a la participación ciudadana en dicha administración son evidentemente mucho más fuertes de lo que queremos comprender.
A esta altura del debate son conocidos los argumentos que explican la importancia del establecimiento de los jurados populares. El jurado ha venido demostrando caso a caso que lejos de tomarse livianamente su función, se compromete muy fuertemente con su tarea. Las doce personas que integran los jurados populares han dado muestras de su responsabilidad ofreciendo veredictos justos y razonables. Las virtudes de impulsar la participación ciudadana en la administración de justicia en términos de mejora de la legitimidad son también muy conocidas: los jurados revitalizan la legitimidad de la justicia penal; eso demuestran todas las estadísticas que se han producido al respecto. Pero quizás más interesante y más necesario hoy en día, son los efectos que el jurado produce sobre el sistema de justicia penal. El jurado -según señalan varias de las personas que más lo han estudiado en nuestro país- mejora la calidad del sistema de justicia. La presencia del jurado garantiza que las decisiones se tomen en las salas de audiencia, en función de la prueba que -¡finalmente!- se presenta en el juicio y no en los despachos judiciales, bajo los históricos procesos escritos. Es en ese sentido que el jurado logra lo que muchas reformas normativas todavía no han alcanzado: hacer que los juicios sean verdaderamente orales, contradictorios y públicos. De pronto, toda persona que asiste al juicio puede comprender cuál es la disputa sobre la que se debe decidir y qué pruebas hay disponibles. El debate deja de ser un debate jurídico para pasar a ser un debate sobre los hechos. La decisión judicial, el veredicto, abandona la intangibilidad de la que muchas veces se encuentra preso en el lenguaje jurídico, para recuperar su función social.
El jurado de Tunuyán brindó su veredicto después de más de catorce horas de deliberación. Ninguna persona se quedó con dudas sobre lo que pasó. No hay sospechas sobre la decisión. Doce personas han debatido -¡por horas y hasta un sábado! ¿Cuántas veces presenciamos tamaña muestra de responsabilidad cívica?- y han despejado todas las dudas: la empresaria Norma Carleti (en proceso de divorcio y en la intención de radicar una denuncia por violencia económica) fue asesinada y su ex marido (ex senador provincial, por su parte) fue responsable. Un femicidio más que esta vez, gracias a un jurado popular, no queda impune. Cuánta falta nos hace el juicio por jurados, cuán necesario es para la sociedad volver a confiar en el sistema de justicia, poder creer en las decisiones judiciales. ¿Cuánto falta para que Santa Fe avance finalmente en la instauración del juicio por jurados y salde su deuda histórica con el pueblo santafesino? Ojalá sea muy pronto. Es indispensable que la clase política santafesina se ponga a trabajar en ello.