El gobierno provincial santafesino de Maximiliano Pullaro asumió el compromiso de construir un nuevo puente paralelo al Carretero, que une Santa Fe y Santo Tomé, para solucionar un grave problema vial que tiene el área metropolitana. Lo que fue un anuncio de deseo e intención se convirtió luego en un compromiso. Ahora los equipos técnicos del área de Proyectos Especiales junto a los responsables de obras públicas de ambas ciudades trazan, dibujan, calculan y planifican el nuevo puente. En consecuencia, parece que esta vez la cosa va en serio.
El proyecto original para solucionar este problema vial era la construcción de un nuevo puente con modificaciones a la actual traza de la ruta nacional 11 (el puente hoy es parte de la misma). Se trata de un mega proyecto millonario que iba a llevar a cabo el gobierno nacional. Pasaron las gestiones, se sucedieron los distintos mandatarios en la Rosada y ninguno hizo nada. Ahora la cosa es peor, con el corte a la obra pública en todo el país dispuesto por el actual presidente Javier Milei. Por lo tanto, pensar que su gobierno vaya a construir el nuevo puente alguna vez proyectado, cuando ni siquiera están pensando en terminar las obras públicas que estaban en marcha en la ciudad, es una ilusión. Y el problema no se soluciona con ilusiones. Los santafesinos y santotomesinos, sumado a los que atraviesan estas ciudades en viaje, necesitan el puente de concreto y palpable, para que los vehículos lo puedan transitar.
Con la decisión de construir un nuevo puente paralelo al Carretero la Provincia de Santa Fe piensa no dejar de reclamarle a la Nación que alguna vez construya el otro puente prometido, cuya traza fue pensada aguas abajo del viaducto actual, con acceso a la ciudad de Santa Fe por la zona de la Circunvalación Oeste y calle Mendoza. Una cosa no quita la otra. Así lo manifestaron desde todos los niveles del Estado, desde el gobernador Pullaro hasta el encargado de Proyectos Especiales, José Garibay. La Provincia piensa brindar cuanto antes una solución coyuntural ante el gran deterioro que tiene hoy el Carretero producto de su intenso uso, lo que lo llevó a estar clausurado y posteriormente en reparación. Los arreglos están en marcha y por el momento el tránsito sobre el mismo está restringido a los servicios esenciales. Así seguirá por al menos los próximos dos meses.
El objetivo es poder licitar la obra del nuevo puente antes de fin de año. Una vez adjudicada la misma demandará unos 30 meses de ejecución. Si la promesa y los plazos se cumplen, el nuevo puente debería estar listo para 2027; ergo, cortaría la cinta para inaugurarlo Pullaro.
Sin embargo no dejarán de reclamar por el otro gran puente que planificó la Nación. Así lo votó esta semana el Senado provincial por unanimidad, ante la moción del legislador por La Capital, Julio "Paco" Garibaldi, a través de la cual la cámara adhirió a la idea del gobierno provincial de construir el nuevo puente y seguir reclamándole a la Nación por la promesa incumplida. Lo mismo ocurrió en la Cámara de Diputados.
En cuanto a la obra en sí, el principal desafío vial que tienen hoy los ingenieros es determinar por dónde ingresará el nuevo puente a la ciudad de Santo Tomé. Si es aguas arriba o aguas abajo del Carretero. Lo que se sabe es que de una forma u otra habrá dos o tres metros de distancia entre ambos. En dicha cabecera no hay margen de terrenos disponibles. Habrá que expropiar y reorganizar todo el tránsito en la zona de la avenida 7 de Marzo. Ese objetivo lo tiene hoy el equipo técnico santotomesino. Los especialistas deberán luego elevar una propuesta a la Provincia para tomar la decisión final.
En la cabecera del lado de Santa Fe la cosa es más sencilla: sólo hay que construir la nueva traza de un lado o del otro de la actual. En ambos casos hay suelo disponible, aunque si se decide construirlo aguas abajo será necesario expropiar una lonja de terrenos de Cilsa. En cambio si se hace aguas arriba, se utilizarán los terrenos municipales a donde hoy hay una pista de motocross.
Un dato no menor que se desprende de los anuncios realizados por Garibay esta semana es que el nuevo puente tendrá ciclovía. Eso es una novedad y brindará una solución eficiente, segura y amigable con el ambiente. Será el primer puente del área metropolitana santafesina que contará con esta vía exclusiva para ciclistas. Y de seguro que será muy utilizada ya que no son pocos quienes hoy en día cruzan el Carretero en bici para ir a trabajar, a estudiar o para lo que sea.
No es "cháchara" el compromiso que asumió Pullaro teniendo en cuenta los antecedentes de las promesas incumplidas por la Nación. Lo hizo en épocas de "vacas flacas" y deberá financiarlo con fondos provinciales, por lo que a priori el desafío parece doble. De acá a fin de año se verá si lo concreta.
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