Recuerdo muy vívidamente cuando Mauricio Macri se metió, sin que estuviese programado, en una conferencia de Carlos Bianchi y este, el director técnico de Boca Juniors se levantó, se fue y lo dejó plantado. Mauricio Macri se quedó mirándolo y hablando solo. Es fácil deducir dónde estaba el poder y el respeto. También el auto respeto. Macri era el presidente del club.
Perón no era el presidente, ni siquiera estaba en el país, durante 18 años estuvo exiliado y prohibido, el rito, la peregrinación era viajar a saludarlo y volver con alguna autorización para algo, al menos una validación: nos recibió, nos reconoce. Aclaremos, Perón recibió hasta "El Tula", bombisto de la barra brava de Central cuando las barras eran otra cosa. "El Tula" se confesaba peronista. Cuando Lanusse puso fecha para el regreso de Perón o no podía inscribirse como candidato, Perón dijo: "el que pone el tiempo es el que tiene el poder, iré en mis tiempos, no en los de ese General".
CFK no es la que era y, para ser rigurosos, el suyo fue un poder delegado de su esposo; pero es justicia histórica reconocer que aún hoy, menguado o discutido su bastón, la peregrinación al Instituto Patria sirve para reconocer que, historia mata memoria y mata relato, es visiblemente suya la decisión sobre los rezagos de un peronismo vertical y servicial a sus deseos. Es fácil deducir dónde está el poder en el peronismo.
Cuando en Gaspar Campos el periodista radical "chacho" Marchetti lo empuja de las nalgas para que Balbín entre por el patio trasero, esquivando al periodismo, a la residencia donde se alojaba Perón, la demostración era más que visible: Perón quería hablar con quien también tenía el poder, el poder de los radicales. A su muerte Balbín indica: "este viejo adversario despide a un amigo".
Es Balbín el que dijo no hay desaparecidos, hay muertos. Ejercía el poder. Illía lo supo… duramente.
Es Perón el que le pide a Cámpora que renuncie y llama a elecciones nuevamente. Dónde estaba el poder Cámpora lo supo…. duramente; pero sabemos que siempre fue un pusilánime.
Los Montoneros disputaron ese poder, mataron a Rucci, se convirtieron en asesinos y no tuvieron el poder. Esa angustia los llevó a desatinos veinte, treinta años después. A más desatinos que aquellos asesinatos. La lucha por el poder enceguece, trastorna, lleva a equívocos.
Cuando Alfonsín hace el Juicio a las Juntas no hace nada más que ejercer el poder. Mucho. Muchísimo. Sus luchas intestinas lo desequilibran y la Junta Coordinadora debería reconocerlo explícitamente.
Cuando Menem asume el poder llama a todos sus opositores de "la cafieradora", la oposición "civilizada" dentro del peronismo, les demuestra de quién es el poder y allí se quedan
De la Rúa nunca tuvo el poder, "Chacho" Álvarez, con traición y cobardía lo despanzurra y el poder queda suelto: Alfonsín se desentiende casi como un complotado. Los legítimos votos de "la Alianza", votos que tuvo De la Rúa, no otorgaron el poder porque, caramba, el poder se ejerce. El cordobés De la Rúa no pudo.
Duhalde es un parlamentarista… o un maquiavélico… o un aprendiz de estadista, pero nunca tuvo el poder, lo regenteaba. Duhalde es un "múltiple choise". Finalmente lo entregó a quienes creyó que le iban a respetar ese sitio, la piecita de atrás que tuvieron Perón, Balbín, Bianchi… hasta Riquelme. Duhalde entrega el poder porque no puede ejercerlo visceralmente. Néstor es visceral. Lo ejerce. Sabe pegar y sonreír. Sabe. Obviamente no se lo devuelve porque no le tiene miedo. Néstor era el poder. Se muere.
CFK hereda eso y un plus: el luto y la tristeza. Es "La Viuda". Cobos, Boudou, Scioli. Fernández. CFK no completó las materias de la alta política, lee mal el futuro pero los años de oficio y la magnitud del peronismo, que exige una construcción piramidal y su experiencia sí, claro que sí, le otorgan lo que aún regentea: el 20% de la opinión en Argentina. Plantemos la realidad del peronismo en ese porcentaje. Más es ilusión, menos es envidia. CFK ejerce el poder.
Victoria Villarruel es hija de un militar, sabe de pirámides. Tiene ideas claras. Ni buenas ni malas. Claras. Intenta ejercerlas. Rara es la cuestión del poder bicéfalo. No existe. Un hemisferio siempre predomina. En el caso de una fórmula indivisible es cierto: los votaron en conjunto y el porcentual vale para uno como para otra: 56%. Vamos, no es exactamente así. No es así. Villarruel lucha contra lo que sabe: no es la altura de la pirámide, es un balcón hacia el valle pero cuidado: tener una idea arraigada es tener raíces. ¿Cuáles son las raíces del dueño del poder?¿Es Javier Milei solo, en lo alto, quien ejerce el poder? ¿El poder admite dos discursos, uno ramplón y uno excesivamente técnico y alambicado?
Milei fue votado y ninguno de sus ministros o secretarios de Estado fue votado. Karina Milei no fue votada pero… ¿cómo es el tema de las fórmulas indivisibles y los hemisferios…? ¿Hay excepciones?¿Richelieu fue un cardenal de literatura de época?
Patricia Bullrrich fue humillada, disminuida por los suyos, perdió porque fue votada pero no alcanzó y ahora es parte de quien sí tuvo votos suficientes. Una rara actitud perder y volver a la cola. Es su modo. Lo hace desde la década del '70.
Macri cree que los votos de Bullrrich eran suyos y allí están; que los votos de Rodríguez Larreta eran suyos y allí están. Había un cheque al portador y a la vista. Allí estaba. Nada de código QR. Lo cobró Milei en ventanilla. Minga de Mercado Libre y "Llame Ya". Macri cree lo que no se ve. Los votos los tuvo Milei.
Milei le ganó al peronismo oportunista que obtuvo el 44%. Junto a Milei se encolumnaron todos los proyectos antiperonistas y lo asombroso, reunidos en torno a un candidato que decía nos irá mal y mas que mal. Vótenme. Bueno, sucedió.
Es muy visible que las muchachas de diferentes tribus y los muchachos de distintos conglomerados subidos al barco de Milei creen que los votos son suyos. Algunas y algunos siguen creyendo que forman parte de una propaganda de champú y/o perfume internacional.
Milei le ganó al peronismo oportunista que obtuvo el 44%. Junto a Milei se encolumnaron todos los proyectos antiperonistas y lo asombroso, reunidos en torno a un candidato que decía nos irá mal y mas que mal. Vótenme. Bueno, sucedió.
Estos nombres de la contemporaneidad nos ponen en tono de espera con una pregunta: ¿decae, se vulgariza, tiende a la mistura y la confusión el poder delegado en un país republicano, representativo y federal? Se puede reformular la pregunta: ¿vivimos en un país republicano, representativo y federal? ¿Hay por detrás un milagroso /misterioso poder que se ejerce y nos pone en un callejón donde la salida es una mera ilusión?
Soy periodista, hago las preguntas, no tengo las respuestas. Todo periodista debe, por construcción, ser desconfiado, escéptico y perteneciente al ritual de la melancolía y el … ¿"te acordás"? Esa respuesta la respondo fácilmente: sí, recuerdo todo pero ¿para qué sirve?…
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