Por Dr. Guillermo Kerz;
Por Dr. Guillermo Kerz;
Dra. Mgter. Gimena Luque y
Mgter. Luz Marina Leegstra (*)
"El amor al hermano es cuando está lejos como cuando estás cerca de Él", Encíclica Fratelli Tutti.
La pandemia del coronavirus produjo desde su aparición en Wuhan (noviembre 2019), una crisis sanitaria que desencadenó una crisis económica, social, de vínculos afectivos y de solidaridad. Demostró que la ciencia mundial aún posee grandes lagunas del conocimiento y es difícil comprenderla con supuestos pre pandémicos, por lo que los pronósticos han fallado en su mayoría.
Abordar la salud en su concepto amplio nos remite a la Salud Pública, que trasciende el tratamiento de enfermedades y se entrelaza con diversos actores y disciplinas buscando desarrollar políticas públicas que promuevan el bienestar social y proporcionen un acceso equitativo a los servicios de salud. La salud pública puede resumirse como "el arte y la ciencia de promover la salud y mejorar la calidad de vida de los individuos mediante el esfuerzo colectivo de la sociedad". Sin embargo, los abordajes de Salud Pública no están adscriptos a cuestiones geográficas, de ahí la necesidad de una mirada internacional como ha propuesto la Organización de las Naciones Unidas.
La pandemia de COVID-19 no es la primera ni última pandemia y, por su capacidad de poner en jaque los sistemas de salud del mundo, requiere ir más allá de la internacionalización de la Salud hacia un abordaje global/planetario. La actual crisis mundial no podría ser superada sino es mediante el multilateralismo, la cohesión y cooperación global para hacer frente a las inequidades e igualdades en salud, que sólo una perspectiva de salud global y planetaria puede abordar, incluyendo el impacto de la actividad humana en la naturaleza y sus repercusiones en la salud humana y de todas las especies. Sólo una mirada global podrá guiarnos en los desafíos que la actualidad nos impone: cambio climático, disminución de la biodiversidad, la escasez de tierras cultivables y agua, la contaminación y los flujos biogeoquímicos cambiantes.
Numerosos ministerios de Salud pública han expresado que en sus regiones se avanza a una endemia. ¿Es posible una endemia observando, entre otros, un continente africano con sólo el 9% de sus habitantes vacunados?
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), al cambiar constantemente los virus a través de mutaciones, dando lugar a nuevas variantes y observándose a nivel mundial que algunas de ellas aparecen y luego desaparecen, mientras que otras persisten, conlleva la aparición de nuevas variantes. Por lo mencionado, es necesario recordar que el virus no se mueve, sino que son las personas las que lo propagan al llevarlo de un sitio a otro.
Es necesario conocer si se está en presencia de una variante de interés o declarada variante de preocupación. Según OPS/OMS (2021) una variante de interés se convierte en una variante de preocupación si hay constancia de que se propaga más fácilmente, causa una enfermedad más grave, escapa a la respuesta inmunitaria del organismo, cambia los síntomas del virus o disminuye la eficacia de las herramientas conocidas, como las medidas de salud pública, los diagnósticos, los tratamientos y las vacunas. Las variantes Delta y Ómicron han demostrado cuán adaptable es el virus. Por lo que es importante recordar que la reinfección, incluso en vacunados, puede producirse en todas las variantes, por lo que las medidas tienen que coexistir hasta que la infección sea controlada.
En el momento que quede el virus delimitado en ciertas regiones, se estará en presencia de una enfermedad endémica, y se aprenderá a vivir con el virus conociendo que hay zonas en las cuales no desaparecerá si el porcentaje de vacunados no llega a los estándares sugeridos. El peligro de estas zonas es una barrera para lograr dicha meta.
Por lo tanto, quizás deberemos pensar no en lograr "status" de Endemia sino en lograr el "status" de una Pan endemia, dependiendo este último concepto de la decisión política planetaria de alcanzar la cobertura a nivel mundial de mínimo del 70% de los 8 mil millones de habitantes de nuestra casa común. Política Planetaria significa política en salud y educación, política social, política económica, en resumen, políticas de cuidado y acompañamiento a nivel global.
El profesor de la maestría en Salud Global de la Universidad de Heidelberg, Olaf Horstick, reflexionaba en el seminario internacional de nuestra universidad (UCSF) que en el mundo se producen 200 millones de vacunas por semana. ¿Cómo se explica que aún no alcancemos la vacunación del 70% de la población mundial?
El camino hasta llegar a un escenario en el cual la enfermedad se declare endémica, indica continuar con la vacunación y las medidas de prevención, en vista al cuidado propio y hacia los demás, sabiendo que la solidaridad y empatía con el otro es lo que nos ayudará a convivir con una enfermedad que puede ser leve para uno, pero no para el otro.
Es el gran desafío de la Salud Planetaria, el gran desafío del cuidado de la Casa Común. Sin el otro no hay un nosotros.
(*) Dr. Guillermo Kerz, Vicerrector Académico de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF)
Dra. Mgter. Gimena Luque, Profesora UCSF. Dra. por la Universidad Nacional de Córdoba y Mgter. por la Universidad Nacional de Lanús.
Mgter. Luz Marina Leegstra, Profesora UCSF y Mgter. en Salud Global por la Universidad de Heidelberg-Alemania.
La actual crisis mundial no podría ser superada sino es mediante el multilateralismo, la cohesión y cooperación global para hacer frente a las inequidades e igualdades en salud, que sólo una perspectiva de salud global y planetaria puede abordar.
Quizás deberemos pensar en lograr el "status" de una Pan endemia, que dependerá de la decisión política planetaria de alcanzar la cobertura a nivel mundial de mínimo del 70% de los 8 mil millones de habitantes de nuestra casa común.
Política Planetaria significa política en salud y educación, política social, política económica, en resumen, políticas de cuidado y acompañamiento a nivel global.