"Sin habernos propuesto crear un taller o un grupo literario, de forma espontánea, surgió la agrupación", cuenta la profesora María Clara Gaziano, una de sus fundadoras, sobre la creación de La Puerta Verde.
Portada del libro del grupo La Puerta Verde, publicado en 2013. Varios autores sumaron sus escritos. Gentileza
"El tiempo corre y la mayor parte de las veces, no somos conscientes de su transcurrir. ¿Cuántos años hace que Paulina Riera y yo comenzamos a revisar escritos de algunos amigos y, sin darnos cuenta, estábamos abriendo una puerta? Veinte años. Lo sabemos cuando preguntamos la edad de la nieta de Ana María Paris, que vive en España. Ana viajó para asistir a su hija y para acompañar a Jorge Bruno, su esposo. Comenzamos a reunirnos los sábados a la tarde para tomar un café y charlar. Jorge nos mostró el material que tenía escrito y, como docentes que somos, no pudimos resistir la necesidad de hacerle sugerencias (…)".
"Al poco tiempo, Pedro Salazar se incorporó a las reuniones. Paulatinamente empezó a sumarse gente amiga, amante de la literatura. Sin habernos propuesto crear un taller o un grupo literario, de forma espontánea, surgió la agrupación. La casa nos quedó chica y tuvimos que mudarnos. ¿A dónde? A bares del centro, donde resultaría cómodo trabajar. De bar en bar, fuimos deambulando. Aún no lo hemos encontrado. Ése fue el momento de planificar nuestra tarea y de plantearnos objetivos. La meta más ambiciosa fue la de producir, pero esa actividad estaba vinculada a la lectura, comentarios y análisis de material informativo y literario, sin descuidar la corrección de nuestros trabajos".
María Clara agrega:
"Las actividades de participación y organización nos llevaron a publicar nuestra propia antología y la impresión de libros de forma individual. Lo más notable, la creación de una cooperativa para poder solventar los gastos. Llegamos a constituir un grupo de más de doce personas, ansiosas, sobre todo, de aprender a escribir y a escucharnos con respeto. Todos aportaron su cuota de originalidad y dejaron su marca. Los cito: Jorge Bruno, Ana María Paris, Paulina Riera, Pepo Vargas, Silvia del Curto, Gabriel Heredia, Mirtha Negretti, Mirta Gaziano, Olinda Batalla, Paloma Frutos Faloni, Zulma Molaro, Martín Nilva, Luis Carignano, Silvia Barbotti, María Inés Iacometti, Silvano Fernández (...)".
"Un día encontré a una ex alumna del secundario, Adelina Alarcón, quien me expresó su interés por la lectura y su deseo de incorporarse al grupo. 'No voy a escribir. Solo leer', dijo en aquel tiempo. Hoy es una excelente escritora. Con la integración de Anselmo Molina nos enriquecimos muchísimo; sus propuestas, inmejorables. La Puerta Verde participó de un encuentro de escritores en Bariloche, invitados por nuestra amiga Lilián Costamagna. A todo esto se sumaron cursos, entre ellos Literatura Infantil, a cargo de la profesora Lila Daviña". (*)
También recuerda:
"Lo notable es que hasta ese momento el grupo carecía de nombre. Habíamos ensayado unos cuantos, pero ninguno nos convencía, hasta que leímos un cuento de Herbert George Wells: La puerta en el muro. De inmediato acordamos llamarnos La Puerta Verde, porque ese era el color de la puerta en el muro, una puerta abierta a la imaginación, a la creatividad y a un mundo maravilloso. Lectura, interpretación, análisis y producción de textos, arribaban siempre a una reflexión filosófica: comprender la vida y vivir mejor".
"Cuento una anécdota que nos sucedió hace unos días y que ilustra al grupo. En un bar, siete mujeres leyendo y comentando la novela póstuma de Gabriel García Márquez, se acercaron tres jóvenes de entre 20 y 30 años, nos dijeron 'Qué hermosas son'. Nos sorprendimos… ¿Qué podían ver de hermoso en mujeres de 70-80 años? 'Se las ve hermosas leyendo y trabajando sobre un libro', dijeron".
Finalmente, la profesora Gaziano nos dice que la creación de La Puerta Verde no fue un simple acto de comunicación circunstancial, sino un encuentro, fruto de años de trabajo en función de una vida más satisfactoria para sus integrantes y para la comunidad.
Con la pandemia, la puerta no se cerró, permaneció entornada. Ojalá pueda poder abrirse de par en par. Por eso se hace necesaria la incorporación de gente joven, renovadora, para sustituir a algunos miembros y para asumir roles de organización y conducción (**).
(*) La referencia es para el encuentro "Bariloche, literatura en tránsito", que se realizó por única vez, a puro pulmón, en 2018. La provincia invitada, Santa Fe. También concurrió otro grupo literario, Firma de Autor.
(**) Para comunicarse con La Puerta Verde: 342 4 231486.
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