Desde que se conoció la noticia del acuerdo con el gobierno nacional para pagar finalmente la deuda con Santa Fe después del fallo de la Corte, una parte de la oposición ha ido variando sus cuestionamientos con frases rimbombantes y declaraciones altisonantes e irresponsables. Dijeron que el gobernador se había arrodillado ante el poder central, hablaron de que el monto de la deuda era de 600 mil millones y que por lo tanto vamos a cobrar la cuarta parte de lo que nos corresponde. Para meter más ruido, insólitamente también pusieron en duda si el acuerdo seguía firme porque se había ido el ministro de Economía de la Nación. ¿Qué tiene que ver? Se fue un ministro, el Estado sigue. Pero ese empecinamiento por enturbiar algo positivo para Santa Fe siguió. Cuando las cuestiones anteriores se fueron aclarando, el eje de la discusión se fue corriendo. Ya no se discute el monto y la tasa, porque se entiende que es una sentencia judicial, un fallo de la Corte el que decidió eso, que no se trató de una transacción entre el gobernador, el ex ministro de Economía y el presidente de la Nación.
También se entendió que el acuerdo de pago no tiene que pasar por la Legislatura porque el fiscal de Estado, que no es del gobernador o del gobierno, dictaminó que en ejercicio del Poder Ejecutivo se pueden suscribir convenios de colaboración e intercambio y formación con organismos del estado nacional y universidades nacionales con domicilio en Santa Fe, con otras provincias, con la ciudad de Buenos Aires, y con municipios y comunas de la provincia. Lo único que estamos esperando ahora es la homologación judicial de la Corte, no de la Legislatura, y ese trámite ya fue ingresado y se estima que se resolverá en unos 20 días.
Pero los que pretenden meter ruido y bajarle el precio a este logro conseguido durante la actual gestión de Omar Perotti, se las ingenian para continuar. Cuando las anteriores dudas fueron resueltas y explicadas, ahora el nuevo capítulo de estos cuestionamientos de la oposición es el convenio que queremos firmar con la Afip. Aclaro que el gobernador no firmó nada todavía, sólo se comprometió a suscribir un convenio de financiamiento y colaboración dentro de los 30 días hábiles posteriores a esa firma, y que este sí tendrá que ser refrendado por la Legislatura. Si no lo aprueba, no tendremos ese convenio, no va a regir, más allá de su conveniencia para la provincia. Y no es cierto que ya nos podrían empezar a detraer fondos de la coparticipación. No se puede, porque es un convenio que no está vigente hasta tanto no esté firmado y no tenga la aprobación legislativa.
Al margen creo que deberíamos firmarlo, porque es beneficioso para la provincia. Por eso ya lo han suscripto en iguales condiciones otras 22 provincias, sólo falta La Pampa, y hasta Ciudad de Buenos Aires, que es gobernada por la oposición al gobierno nacional. ¿Cuál es la razón por la que todas esas provincias tienen un acuerdo de reciprocidad con Afip? ¿El resto de los gobernantes son tontos, les gusta tirar la plata? No. Seguramente porque permite contar con información sensible en términos impositivos y mejora el perfil tributario de cada distrito. Santa Fe es el corazón productivo de la Argentina, tiene empresas que manejan muchos recursos, que exportan e ingresan divisas al país y tener información va a mejorar la recaudación. Por eso extraña que hace una semana que tenemos una buena noticia para los santafesinos y santafesinas, como es empezar a cobrar concretamente un dinero por el que empezó la gestión administrativa el ex gobernador Jorge Obeid hace 20 años, y se empeñan en criticarla y en crear incertidumbre, para en definitiva transformarla en algo malo, inconveniente.
Pareciera que hubiéramos perdido el juicio en lugar de haberlo ganarlo. Y ese empeño no es sano para la democracia, para la política y para la provincia. ¿Qué les preocupa tanto, que no se pudo cobrar hasta ahora, que se empieza a cobrar durante la gestión de Omar Perotti? Si ni siquiera se va a percibir todo en 2022 y 2023. Lo va a cobrar la provincia de Santa Fe y los municipios y comunas, que no tienen objeciones, porque saben que tienen que gestionar y hacer frente a las necesidades y a lo que viene. Ahora tenemos que ver cómo se instrumenta porque a medida que el gobierno reciba los bonos van a ser transferidos inmediatamente a cada uno de los municipios y comunas para hacer obra pública nueva. ¿Creemos que con esto se termina la pelea por más federalismo? No. Vamos a seguir discutiendo ante el gobierno central todo lo que sea necesario. Nos vamos a plantar todas las veces que sea necesario, y vamos a reclamar por todo lo que corresponda. Pero por ahora celebremos este logro de la provincia y no lo enturbiemos con cuestionamientos raros. Se trata apenas de poner delante de cualquier análisis, cómo se beneficia primero a la gente y cómo le gestionamos mejoras concretas. Ese es el sentido último de la actividad política y por ese camino, seguiremos transitando.