"El valor del periódico Il Grillo no se puede comprar con nada"
Este es el testimonio del actor Maxi Ghione, bisnieto del fundador y director del referido semanario italiano, quien conservó los ejemplares de 1901 a 1904, que están siendo digitalizados por el Archivo Histórico Municipal rafaelino. Por estos días estaba prevista la apertura de un "bodegón" en Lehmann, donde el artista se radicó hace unos meses por cuestiones de salud, después de treinta años de actuación en televisión, cine, teatro y distintas plataformas.
Maxi Ghione y David Ponroy, coordinador del Archivo Histórico Municipal de Rafaela. Gentileza
El actor Maximiliano "Maxi" Ghione está radicado desde hace unos meses en la vecina localidad de Lehmann. Es bisnieto de don Massimo Ghione (convertido en Máximo al nacionalizarse argentino), el fundador y director del semanario italiano "Il Grillo", periódico que tuvo vigencia en Rafaela en los primeros años del siglo XX, teniendo una fuerte presencia italiana, especialmente de la Región del Piemonte.
La novedad es que Maxi conserva los ejemplares del periódico de 1901 a 1904, cuando aparecía en tamaño sábana con cuatro páginas entre informaciones y publicidades. Están encuadernados en un solo libro. Massimo, nacido en 1848, era hijo Alejandro Ghione y Teresa Aschieri, quienes vivían en la localidad piemontesa de Carmagnola, provincia de Torino. Emigró a la Argentina con sus hermanos Emilio y Julio.
Luego de vivir treinta años en Buenos Aires, hace unos meses Maxi Ghione se radicó en Lehmann. Gentileza
Massimo se radicó con su mujer Adela Tappone primero en San Agustín (departamento Las Colonias) y posteriormente en Santa Clara de Saguier, Susana y la Perla del Oeste. También fue juez de paz en algunas localidades. Falleció el 9 de enero de 1919 y luego sus restos fueron trasladados a Rosario. Del árbol genealógico de Massimo, se observa que uno de sus hijos fue Ernesto Víctor y uno de sus nietos Carlos Gustavo, ambos con carrera en el Banco Nación. Carlos se casó con Nora Di Carli, y cuando trabajaba en la sede bancaria de Bahía Blanca nació Maximiliano en Punta Alta, en 1973.
En la entrevista con este cronista también participó David Ponroy, coordinador del Archivo Histórico Municipal de Rafaela. Del encuentro surgió la firma de un convenio, por el cual Maxi Ghione cede los periódicos originales para ser digitalizados por la citada institución. Próximamente estarán disponibles para ser consultados por los interesados.
Maxi Ghione con uno de los ejemplares alusivos al 9 de Julio de 1816. Gentileza
"A mí me emociona mucho porque hay algo mágico al terminar en donde empezó toda esta historia cuando llegó mi bisnonno a Rafaela para abrir el círculo, en el medio nadie estuvo y yo vengo a cerrarlo. Estos ejemplares estuvieron toda mi vida conmigo porque Máximo Ghione fue el dueño de Il Grillo (El Grillo) y están encuadernados por él. Venimos de una familia de nostálgicos, mi papá siempre me los mostraba y hablaba de este periódico, pero no teníamos mucha información porque mi abuelo Ernesto se murió muy joven, cuando mi papá tenía apenas 10 meses. Luego encontré a un primo segundo, Jorge Ghione, radicado en Rosario, que me ayudó a reconstruir la historia familiar", testimonió Maxi.
"El valor que tiene este libro con los periódicos no se puede comprar con nada", continuó. "Es lo único que yo tengo y ratifica mis raíces. Al haberme criado en tantas ciudades distintas (Bahía Blanca, Olavarría, La Plata, Buenos Aires) está el problema del desarraigo. Ahora soy nuevo en Lehmann, y ya hice el cambio de domicilio", aclaró después, sin dejar de abordar otros temas que hacen a su actualidad laboral y social.
El periódico semanal italiano "Il Grillo" tuvo vigencia en los primeros años del siglo XX en Rafaela. Gentileza
- Además de su conservación y digitalización de los ejemplares… ¿Cuál es el objetivo de ser compartido?
- Que la gente sepa lo que pasaba por aquellos días, hace más de ciento veinte años, en Rafaela y los pueblos de alrededor, como Susana, Lehmann y otros. Que los jóvenes de hoy conozcan de dónde vienen porque es su lugar, es como estudiar historia. Es lo mismo que conocer sobre San Martín, Belgrano y otros.
- ¿Te consideras nómade al haber vivido en tantas ciudades?
- Como dijo Pichuco Troilo: "Pero cuándo me fui, si siempre estoy llegando". Cambio los muebles de lugar cada seis meses de mi casa, porque no puedo quedarme en un sitio en particular. Nos movimos en tantas ciudades porque mi viejo era gerente bancario y en cada ciudad nos mudábamos de casas; creo que fueron treinta y cinco desde que nací hasta ahora (risas).
- A fin de enero tenés previsto abrir un "bodegón" en Lehmann… ¿Cuáles son tus expectativas?
- Es el tipo de comedor como los que a mí me gusta ir en Buenos Aires y dónde sea, porque el sabor es como el de la comida de la abuela, la que se hace en el momento: la milanesa a la napolitana, el pastel de papas, los chacinados. La verdad es que estoy muy contento, y abrimos sin inauguración formal. El local incluirá guitarreadas de miércoles a domingos. También quiero hacer un centro cultural, con poesías y teatro los lunes y martes. Ya tuve un restaurante en La Plata y la gastronomía es algo que me gusta mucho.
- Tuviste una extensa trayectoria en televisión, cine, teatro y plataformas … ¿Cuál es el balance de casi treinta años de actuaciones?
- Mi primer contrato lo firmé en 1996 con Alejandro Romay en Canal 9. Mi vida la divido en tres tercios. El primero fue el que pasé en el campo, donde viví mi infancia y adolescencia, que son los momentos claves de tu vida. En esa etapa hice equitación federada en los clubes hípicos de Olavarría y La Plata. El segundo tercio son los treinta años en Buenos Aires, que traté que no me domestiquen hasta que aprendí bien la etimología domesticar, que viene de domo (casa), y como dice en "El Principito" significa crear lazos. Está bien mudarse, no quedarse en el mismo lugar (si no, uno construye lazos solamente con su vecino) y se te abre la cabeza vivir diferentes culturas. Viajar al exterior y recorrer el mundo es la mejor escuela y no es difícil, laburando en cada lugar como lugareño. El tercer tercio está en Lehmann, donde vengo a cerrar el círculo que abrió mi bisabuelo. ¿Por qué mágicamente la vida me trae a este lugar sin buscarlo? El diario "Il Grillo" tiene que volver dónde nació, a este lugar. Me llamo Maximiliano por mi bisabuelo Máximo.
- ¿En qué medida contribuyó tu amigo Daniel Tita para venir a Lehmann?
- En realidad vine a sanarme, porque tengo EPOC y enfisema. El aire de Buenos Aires no iba acorde con mi salud, que está bastante baqueteada; por favor no fumen nunca. Tengo 40 kilos de más porque me fui a Colombia para hacer una serie ("Cansado de ser feliz", que todavía no se ha podido ver) y el personaje requería estar gordo. Subí de peso muy rápido, tras haber hecho otra novela en Colombia un año antes ("Romina poderosa", de Netflix), en la que había tenido que pesar 40 kilos menos. Al subir y bajar de peso se pagan las consecuencias, porque los actores trabajamos con nuestro cuerpo. El actor tiene dos herramientas: la boca para decir lo que el autor escribió y el resto del cuerpo para decir lo que el dramaturgo no escribió, las famosas acciones físicas. Además de ser mi médico, Daniel es mi amigo. Él me invitó a vivir acá para sanar, pasando de fumar 40 cigarrillos por día a solo 8 puchos. También estoy bajando de peso. Yo me relaciono mucho con la gente, en mi Instagram contesto a todos porque sin ellos los actores no somos nada, una persona está siguiendo mi vida y me siento honrado en contestar; sin público no existiría el teatro, ni la actuación ni los actores. Soy un bicho de televisión, con treinta y cinco escenas por día, treinta obras en la calle Corrientes y quince películas hechas.
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