Por Roberto Casabianca
Por Roberto Casabianca
Los grandes cambios no suceden de inmediato, pero con esfuerzo incluso lo difícil se puede volver sencillo.
Bill Blackman
En relación al Covid-19, vemos que se aceptan mentiras y se pretende dar respuestas categóricas ante cuestiones que son aún grises para la ciencia. Sin embargo, no se debió aplicar la cuarentena a personas sanas cuando, lo clásico fue separar a los enfermos. Esto produjo en la población una sensación de soledad, angustia y miedo que aún persiste produciendo un tipo de hipnosis que le permitió a los políticos y autoridades sanitarias implementar planes y protocolos que evitaron los tratamientos tempranos y causaron una cantidad de muertes que se hubiesen podido evitar.
Mientras tanto, el gobierno siguió actuando sin límites en el aumento del costo de vida sin una reacción de la sociedad, que actúa como anestesiada por la información que recibe. El miedo se instala y quienes nos oponemos somos destratados. Así, por ejemplo, los que hemos sugerido otras alternativas respecto al Covid 19 tuvimos que pasar por las tres fases que según Arthur Schopenhauer atraviesa toda verdad: primero se la ridiculiza, luego se la combate violentamente y por último se la acepta como cosa lógica.
La mayor mentira ha sido exagerar el riesgo del Covid-19, destruyendo la vida de los niños y jóvenes al cerrar las escuelas por tanto tiempo. Se destrozó la economía de los estados con las cuarentenas, utilizándolas para impulsar la política de los gobiernos con la complicidad de "infectólogos" muy alejados de la realidad y muy cercanos a los medios de comunicación.
Las cuarentenas poblacionales además del gran daño económico han tenido un efecto negativo sobre los individuos con patologías prevalentes ya que, al incluir a la población sana, se ha retardado la aparición de la inmunidad natural que es mucho más efectiva que la que producen las vacunas y reduce la cantidad de virus circulantes y consecuentemente los enfermos y los capaces de producir contagios,
Sumemos a esto la resistencia a efectuarse los controles en personas con patologías que lo requieren periódicamente como diabetes, problemas cardíacos, óseos, etc. debido a las limitaciones impuestas por la cuarentena a los desplazamientos de dichos pacientes. En todas las vacunas que he visto, con ninguna teníamos que utilizar barbijos, ni estar distanciado socialmente luego de su administración.
Tampoco hemos visto que los virus se propaguen al estar vacunados. El director de la CDC comunicó a los estadounidenses que las vacunas no detienen la transmisión debido a la propagación del virus de un huésped completamente vacunado a un receptor también completamente vacunado y, existen además, publicaciones que mostraron cargas virales altas en nasofaringe de los completamente vacunados.
Los que no se vacunaban antes, nunca fueron discriminados ni se exigía pasaporte para poder ingresar a lugares con muchas personas como sucedió ahora con mandatos aplastantes de los gobiernos, lo empleadores, las escuelas, los hospitales ejerciendo toda la presión posible. No se debió acosar e incriminar a las personas sanas.
Si aún se necesitan dosis de refuerzo después de estar completamente vacunados y obtener una prueba de PCR negativa y usar mascarillas con los serios trastornos que estas traen y si esto no es suficiente ser hospitalizados después de haber sido totalmente vacunados, sin dudas ha llegado el momento de decir que hemos sido engañados.
Las inyecciones de ARNm contra Covid están causando muertes y van a provocar que muchas personas sufran enfermedades crónicas en el futuro porque, los experimentos que debían haber realizado para evaluar la seguridad de las inyecciones de ARNm contra Covid, no son ni apropiados ni creíbles.
En una pandemia se debería proteger a los más débiles y a los ancianos, no prohibir llevarlos al hospital y dejarlos morir sedados. Se deberían haber realizado las autopsias a todos y cada uno de los fallecidos. Nunca fue correcto mandar a la casa con prescripción de analgésicos a los pacientes con la patología incipiente para volver, en caso de agravamiento con dificultad respiratoria y terminar siendo intubados.
Se debió buscar aquellos tratamientos exitosos que existen y sin efectos secundarios y no experimentos tratando de acabar con la enfermedad pero jamás con la libertad.
En su informe de vigilancia de las inyecciones ARNm contra Covid-19 en la semana 42, el departamento de Salud del Reino Unido reconoce en la página 23 que los niveles de anticuerpos N parecen ser más bajos en las personas que se infectan después de dos dosis de la vacuna y que esta caída de anticuerpos es esencialmente permanente.
Ahora sabemos que las vacunas no previenen la infección, ni la transmisión del virus, mostrando en algunos informes que los adultos vacunados tienen más probabilidades de infectarse que los no vacunados. Debería haber debates científicos, no censuras y descalificativos a los diferentes criterios y opiniones
En síntesis, con protocolos impuestos sin intercambio de ideas donde pudiera debatirse la posibilidad de proceder de otra manera que no sea con encierros masivos, con mascarillas que no sirven para detener a los virus, confinamientos insoportables, desatención de otras patologías que seguramente causaron muchas muertes, falta de contactos afectivos como consecuencia de las cuarentenas y con la autorización en tiempo record de inyecciones experimentales contra el Covid, muchas vidas se hubiesen podido salvar de haberse aplicado los tratamientos que demostraron dar resultados.
¿Alguien será capaz de explicar el aumento del número de muertes no atribuidas al Covid, que se dan de manera alarmante en los países que administraron las inyecciones de ARNm contra el coronavirus, comparadas con la media de los últimos años, de 2020 a 2022?
Es interesante buscar en "Más de mil estudios científicos que prueban que las inyecciones de KO B1T no son seguras ni eficientes", publicado el 23 de enero de este año, para que nadie pueda alegar desconocimiento a partir de estas informaciones y transformarse por lo tanto responsables del daño que puedan causar.
En el caso de los fármacos y vacunas convencionales revisadas por la FDA, la muerte inexplicable de 50 o aún menos personas daría lugar a la interrupción de la distribución del producto, como ocurrió en 1976 con la vacuna de la gripe porcina. Sin embargo, y pese a que al 7 de julio de 2022 el Sistema de Registros Adversos de Vacunas de los Estados Unidos informa 29.273 muertes y 1.329.135 lesiones después de la inoculación ARNm contra la Covid, todavía no hay interés en detener este programa de la mal llamada vacunación.
A diferencia de lo sucedido con la gripe porcina que, tras la muerte de 40 personas, se retiró la vacuna que se estaba elaborando, en el caso de la terapia génica para el Covid-19 en cambio se sigue utilizando.
Recordemos que la inyección ARNm para Covid-19 consiguió la autorización, no la aprobación para su uso. Continuar impulsando estas inyecciones por parte de los funcionarios públicos es un claro incumplimiento de sus deberes, ya que deben prevenir la muerte o lesiones que surgen en virtud de las funciones de sus cargos por lo que, no deberían seguir actuando de esta manera con independencia de los peligros ahora denunciados.
Es difícil ver estos datos que no son todos y no sentir tristeza o enojo. La mayor parte de la sociedad ha vivido rendida y doblegada no vislumbrando otra alternativa que no sea la vía de la inyección de ARNm contra Covid existiendo otras alternativas exitosas y sin efectos secundarios como la Ivermectina y la Hidroxicloroquina entre otros.
Las catastróficas irregularidades que dejó al descubierto la pandemia de Covid no son nuevas y solo el tiempo lo dirá, pero al juzgar por los acontecimientos actuales, parece que solo tendremos que esperar unas pocas semanas para confirmarlo.
Debemos estar preparados para que el próximo virus no nos tome como rehenes ya que si algo ha demostrado la historia es que a menudo permitimos que se repita independientemente de lo devastadores que hayan sido los resultados.