Derechos que no se cumplen
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Derechos que no se cumplen
UNA ASIDUA LECTORA
"Quedé viuda hace dos meses y tengo derecho a cobrar la pensión por jubilado fallecido. Hace dos meses que entro en la página de Anses y dice: 'En este momento no podemos darle un turno; intente dentro de las 24 horas'. Y así estamos: pasan y pasan los meses y los días y no me dan turno. Insisto cada día y nada. Me estoy volviendo loca. ¿No es que la tecnología es más perfecta que el ser humano? Y lo más desesperante es que fui a Anses, a la parte social, me anotaron y me dijeron: 'El mes que viene señora, la vamos a llamar' y tampoco lo hicieron. ¿Será que no quieren dar las pensiones? ¿Serán órdenes del poder central, de no sé qué cosa?, para que el jubilado se muera de hambre... Necesito la pensión de mi esposo. No tengo para pagar los impuestos, etc. Tengo que andar pidiendo. La verdad es que estoy muy nerviosa por no cobrar esta pensión y la estoy pasando mal, con hambre, y tengo cosas que comprar".
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Castigan al trabajador
UN REMISERO
"La Municipalidad y los inspectores están terribles. Soy un trabajador grande, tuve que renovar mi carnet de conducir para continuar con mi labor de remisero. Estaba en el predio municipal, ya había pagado el sellado, todo; y resulta que por una multa que me hizo una inspectora una mañana, frente al Correo Central, cuando manejaba un remís circunstancialmente por ese día y yo no estaba inscripto como chofer, ahora me obligan a hacer la charla de 3 horas, rendir el teórico y el práctico. A ese remís yo solo lo había manejado un día, durante 5 horas y me lo sacaron, además de labrar una multa. A la respectiva multa la pagó el dueño del remís, pero ahora a mí me castigan con esto. No entiendo tanta saña contra un trabajador, como si uno estuviera delinquiendo, cuando está esforzándose y ganándose el pan. Ese día que me sacaron el remís perdí una jornada de trabajo y ahora con todo lo que me obligan a rendir perderé otras horas de labor. ¿No piensan un poquito en el trabajador honesto, que solo está luchándola permanentemente? Yo si no trabajo un día no cobro nada. Yo percibo diariamente lo que trabajo en el día. Después hay reclamos y la gente se sorprende de que no haya taxis y remises de servicio. ¡Si la Municipalidad les hace la vida imposible no otorgándoles a los dueños de los autos las habilitaciones, les cobran multa por todo!!! Y lo que me hicieron a mí, a un trabajador castigar de esta manera, no tiene nombre".
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Llegan cartas
LA BICICLETA DE LUIS ARTURO (VII)
Luis Arturo de Santa Fe
Gracias a una pendiente experimenté lo sencillo que resulta desplazarse, no tenía necesidad de pedalear. A medida que avanzaba, aumentaba el impulso y poco a poco recomponía mis ánimos. Haciendo memoria, supongo, que entre los ocho o nueve años descubrí este efecto. Pretender alivianar un peso que sostengo, es similar a intentar llegar a un lugar por el camino más corto, contemplando que no existan obstáculos. Invariablemente, vivir nos enfrenta a determinar cómo obrar. El comportamiento es la relación con los demás. La condición de explorar en la realidad del otro, adivinar los mecanismos de cómo funciona la conducta. Comprender qué está bien y qué está mal. Tal vez, este sea un punto de inicio para advertir cómo educar. En la prudencia que crecemos vamos adoptando costumbres y hábitos que imaginamos son correctos.
¿Qué determina si terminamos siendo buenos o malos? ¿Con qué óptica se aplica este criterio? No somos mejores ni peores, solo diferentes y únicos. Tampoco la elección que aceptamos para desarrollarnos nos garantiza que sea la más atinada. La historia está llena de frustraciones y seguramente pensamos que la responsabilidad es de quienes nos orientaron, intentando formarnos académicamente. La propia curiosidad es la que da impulso hacia lo desconocido y es la pregunta: ¿Quién alimenta lo aprehendido? Entiendo en mí el reflejo de la luz e interpreto la angustia que es consecuencia de mirarnos nosotros mismos, la ventura es dirigir la mirada hacia fuera, de mi pequeñez hacia la grandeza que se presenta en las alturas. Si no me perturbo, la inercia se vuelve aceptable y el no hacer implica el fin. Terminar. Y no es para eso que fui creado.
La actitud con la que vivo es lo que sustenta mi esperanza. En la caída comprendo que, aunque no esté completamente satisfecho por cómo me desenvuelvo, es el modo que poseo para lograr advertir de qué se trata. Desde que existimos buscamos ser felices, y no siempre entiendo que lo que deseo está conformado por la alegría y la tristeza, una dualidad que mantiene en equilibrio todos los órdenes. Aunque puedo afirmar que para tener amigos no necesito hacer enemigos. Una certeza, y posiblemente una excepción a mi pensamiento. La amistad no sirve para la especulación. Es la puerta que se nos abre para apreciar la dicha. Es confesar que el único valor real de los seres pensantes consiste en estar para sus semejantes. Si continuáramos fuera de la fe, la verdad carecería de sentido. No acaece el pasado, ni el futuro, solo este presente leve, fugaz, sin medida. Lo innegable es lo que nos constituye, un montón de recuerdos. Morimos a medida que vivimos, sin vivir es imposible morir. El prójimo me da la perspectiva de la redención. Es la manera en que Dios se manifiesta y deja por sobreentendido su pacto. Somos su imagen y semejanza, que no lo advirtamos forma parte del misterio, secreto que se detecta al final de la cuesta, cuando revelo que mi vida no ha sido tan vana como presumía.