La extensa Asamblea Legislativa del último jueves tuvo momentos de tensión, de discusión, de acuerdos, pero también de zozobra por un ruido extraño, en medio del recinto. Es que una de las patas del sillón que ocupaba en la tarima presidencial Rubén Muleck, uno de los eficientes secretarios de la Comisión de Acuerdos, se rompió y el sillón perdió la estabilidad.