Con lógica impecable, Orlando Gauna, "usuario cautivo de la empresa Assa", expuso en la audiencia pública la flagrante contradicción del Estado santafesino que distribuye agua potable y al mismo tiempo compra agua en bidones para sus oficinas administrativas. En sus cinco minutos de pedidos de renuncias y quejas por el servicio mostró un video que prueba que incluso el Ministerio de Salud, que debería dar el ejemplo, también compra agua. Lo mismo ocurre en la Casa Gris.