Maximiliano Pullaro empezó a gobernar desde la Cámara de Diputados
Desde el triunfo en la Primaria, el hoy gobernador fue marcando la agenda legislativa y allanando el camino para su llegada a la Casa Gris. En el último mes, agenda de temas sobre seguridad pública.
Pullaro, en su último año como diputado y en plena carrera hacia la gobernación. Galdeano y Bastía, lo rodean. Crédito: Archivo.
A Omar Perotti, en el diseño de su campaña electoral, no le interesó fortalecer su posible gobierno con mayoría propia en la Cámara de Diputados y en 2019, el entonces Frente Progresista se quedó con las 28 bancas que la Constitución le otorga al partido o frente ganador de esa categoría.
Esa decisión política le costó a la administración del rafaelino el lento tratamiento de algunos proyectos de ley, el cajoneo de otros y la sola tranquilidad de que le fueran aprobados los mensajes sobre las distintas leyes de Presupuesto. Sumado a su debilidad legislativa, la división justicialista en el Senado a partir de la denuncia contra el sanlorencino Armando Traferri fogoneada por el ministro de Seguridad, Marcelo Saín.
La muerte de Miguel Lifschitz en mayo de 2021 dividió al Frente Progresista por la salida de los radicales de Evolución con Maximiliano Pullaro a la cabeza, pero no fue obstáculo para que el socialismo manejara la Cámara hasta comienzos de este año cuando se constituyó el nuevo frente electoral: Unidos para Cambiar Santa Fe. En diciembre, una socialista, Clara García, marca la continuidad de esa fuerza política conduciendo la Legislatura desde 2007 con la ventana del justicialista Luis Rubeo entre 2011 y 2015.
En la Paso del 16 de julio, Maximiliano Pullaro -acompañado por Gisela Scaglia- se impuso en Unidos en la categoría gobernador y asomó como futuro gobernador, hecho ampliamente corroborado el 16 de septiembre. En la segunda etapa del año, el manejo de la agenda legislativa estuvo en manos del bloque Evolución que a través de varios de sus integrantes fueron disponiendo los temas que llegaban al recinto y los que no; fueron acelerando proyectos, frenando otros y preparando desde el punto de vista de algunas leyes el camino para el gobierno iniciado el 10 de diciembre.
Las cinco convocatorias a elecciones impactaron en la tarea legislativa especialmente entre abril y septiembre -cierre de listas a elecciones generales-. Gran parte de los 69 legisladores estuvo en alguna de las boletas y optaron traccionar más en la campaña electoral que en la tarea legislativa propiamente.
Finalmente, 20 de los 50 diputados pudieron renovar su mandato, la mayoría de los cuales hoy son oficialistas.
Pocas leyes de impacto
El 2023 dejó pocas leyes de impacto porque además siempre hubo ruido entre las dos cámaras a la hora de sentarse a la mesa a acordar temas. Quizás un ejemplo de construcción política fue el nuevo Código Procesal Penal Juvenil que entrará en vigencia a principios del 2025 por el veto con texto alternativo introducido por la gestión de Pullaro.
El Código fue un viejo debate infructuoso entre ambas cámaras que una comisión de legisladores de ambos cuerpos, más magistrados y funcionarios del Poder Ejecutivo fue destrabando, limpiando diferencias hasta llegar al texto posible, cuestionado por algunos sectores de la academia y de la justicia pero que el gobernador actual ha decidido imponerlo respetando la tarea legislativa.
La otra tarea que demandó largo tiempo a legisladores fue Acuerdos donde el análisis de conductas de fiscales ocupó muchas jornadas y horas de escuchar testimonios de testigos, abogados y de los propios fiscales.
La Cámara de Diputados que terminó su ejercicio en noviembre de 2023 clausuró toda norma que significara desembolsos presupuestarios. El entonces presidente de la Comisión de Presupuesto, Fabián Bastía, hoy ministro de Gobierno, se paró sobre esos expedientes para no complicar la gestión siguiente.
En materia de leyes, la Cámara de Diputados no tuvo en 2023 leyes de gran impacto.
El dato político es que desde septiembre, la oficina de Pullaro en la Cámara de Diputados se convirtió en uno de los centros de reuniones para definir políticas y equipos a futuro. El hoy gobernador utilizó su despacho donde se impone una gigantografía de Raúl Alfonsín para mostrarse con dirigentes y con futuros aliados. Fue su despacho como gobernador electo y la mayoría de los hoy ministros armó equipos desde allí.
La actual Legislatura comenzó de manera diferente. El oficialista Unidos para Cambiar Santa Fe tiene mayoría propia en ambas cámaras y en las primeras semanas sancionó una docena de leyes, utilizando la ventaja numérica, pero antes buscando la mayor cantidad de votos posibles abriendo los proyectos a planteos opositores. Son las ventajas de la luna de miel de los gobiernos, el correr del tiempo hará más complicada la tarea porque además -como en toda gestión- habrá conflictos internos.
La agenda de diciembre está marcada por el paquete de leyes de Seguridad, las que el Poder Ejecutivo remitió a los cuatro días de asumir en contraposición de las gestiones anteriores que demoraron meses en presentar proyectos sobre esas temáticas que no tuvieron respaldo legislativo.
En la segunda etapa del año, el manejo de la agenda legislativa estuvo en manos del bloque Evolución -comandado por Pullaro- que a través de varios de sus integrantes fueron disponiendo los temas que llegaban al recinto y los que no; acelerando proyectos, frenando otros y preparando el camino para el gobierno iniciado el 10 de diciembre.
Finalmente, 20 de los 50 diputados pudieron renovar su mandato, la mayoría de los cuales hoy son oficialistas.
El dato político es que desde septiembre, la oficina de Pullaro en la Cámara de Diputados se convirtió en uno de los centros de reuniones para definir políticas y equipos a futuro.
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