Tras un mes de diciembre que resultó mucho menos cálido que lo esperado, se espera que el resto del verano no provoque dolores de cabeza mayores en el vulnerable sistema de energía eléctrica en la Argentina.
Nuevos pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional cambian el panorama sobre el consumo en los hogares asociado al calor. Se había estimado en diciembre un aumento del consumo de 0,2% interanual por sobre la tasa vegetativa, hoy se cree que bajará más de 2,5%.
Tras un mes de diciembre que resultó mucho menos cálido que lo esperado, se espera que el resto del verano no provoque dolores de cabeza mayores en el vulnerable sistema de energía eléctrica en la Argentina.
Tras nuevas predicciones para el próximo trimestre a cargo del Servicio Meteorológico Nacional, las autoridades del sector modificaron también el crítico panorama que se había previsto respecto de una oferta de energía insuficiente (por desinversión en generación y transporte) para atender la demanda estacional típica del calor, que sube ante olas prolongadas de altas temperaturas sin pausas.
Ahora, en lugar de una suba de la demanda que había sido estimada en 0,2% se calcula que habrá una baja en términos interanuales del 2,7%, porque el clima no será tan extremo como se había previsto inicialmente. Así lo indica un informe de reprogramación elaborado por Cammesa, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista de la Energía Eléctrica Sociedad Anónima.
"Menos calor y más lluvias", es la síntesis de lo que se había pronosticado en diciembre. En cambio, hoy se avizora hasta marzo un escenario más equilibrado, un verano más que no resultaría lo crítico que se temía en cuanto a la demanda. Otrora, las precipitaciones se estimaban como "menores a lo normal" y la temperatura "superior a lo normal" en la mayor parte del país.
Pero además, producto de que todo indica que habrá lluvias en Brasil, las centrales de generación hidroeléctricas tendrán mayor capacidad de producir megavatios que el país podrá importar de los excedentes del socio paraguayo en Yacyretá, por ejemplo.
En pocas palabras, la oferta disponible de energía será mayor a la que se esperaba en diciembre, con una generación hidroeléctrica adicional en torno a los 500 MW, que equivalen al doble de lo que puede generar la central térmica de doble ciclo combinado Brigadier Estanislao López, ubicada en el parque industrial de Sauce Viejo.
A su vez, las mejoras en precipitaciones también incluyen a centrales brasileras que eventualmente podrían aportar (importación mediante) hasta 1700 MW medios, unos 1.000 MW más que en el panorama que había activado las alarmas.
En rigor, no es la primera vez que en medio de duras negociaciones por deudas del Estado Nacional con las empresas encargadas de la generación, así como por el precio mayorista, se llevan adelante pronósticos que adelantan panoramas catastróficos, que luego se atenúan.
De todos modos, habrá que observar como responden los demás subsectores del sistema eléctrico. De hecho en las primeras horas de 2025 miles de usuarios de la capital federal y el Gran Buenos Aires, previstos por las compañías privadas Edenor y Edesur, sufrieron apagones prolongados.
En conclusión, si la demanda residencial no se dispara con el calor como para poner en crisis al sistema y hay suficiente energía disponible a nivel nacional, dependerá de cómo se encuentra cada empresa distribuidora (como la Epe) para responder a las emergencias propias de cualquier verano.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.