Este sábado se desarrolló la jornada de cierre del 3° Congreso Latinoamericano de Justicia Restaurativa, que se llevó a cabo íntegramente de manera virtual. En la última jornada tuvieron lugar las conferencias magistrales de Austen Ivereigh titulada “Cómo salir de la crisis regenerados: el mensaje del Papa Francisco en Soñemos Juntos” y de Roberto Pérez nominada "El Perdón como camino para reparar y restaurar el tejido social, el vínculo personal y con los otros".
También, durante esta jornada tuvieron lugar los paneles Socialización de experiencias restaurativas: incidencia para comunidades democráticas e inclusivas y La Pedagogía Restaurativa y Cultura de Paz. Y, finalmente, dieron un saludo final el defensor del Pueblo de Santa Fe, Raúl Lamberto, y el defensor General de Lomas de Zamora, Eduardo Germán Bauché.
PANEL 9: Socialización de experiencias restaurativas
El panel 9 tuvo como eje la Socialización de experiencias restaurativas: incidencia para comunidades democráticas e inclusivas y contó con las disertaciones de Esteban Ramos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras; Natalia Cuenca integrante del programa “Ruedas de Convivencia” del Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe; y Silvia Vecchi, Jessica Name y Sergio Pepe, que expusieron la experiencia interdisciplinaria judicial en la provincia de Tierra del Fuego. La mesa fue coordinada por la integrante del Instituto Latinoamericano del Ombudsman Ana Agostino.
Dando inicio al panel, Esteban Ramos hizo uso de la palabra y abordó la importancia y las conclusiones de los programas de formación desarrollados en Honduras como aporte para la cultura de paz: “Toda política pública está vacía sin el conjunto de la población participando en ellas, si los destinatarios de esas políticas no son considerados sujetos”.
“Desarrollamos un programa de formación centrado en la educación para la paz en la Universidad de Honduras donde trabajamos ejes relacionados con la paz y la resolución de conflictos, para formar ciudadanos comprometidos con las prácticas pacifistas”, contó y añadió: “Su contenido va relacionado con los componentes formativos: talleres formativos; acciones en función de la paz compuesto de fases de trabajo; y la convivencia comunitaria vista con la visita a la comunidad rural de Honduras”.
Por último, expresó que “siendo Honduras uno de los países más violentos del mundo, siendo una cuestión trasversal en la sociedad hondureña, nuestros programas formativos son muy importantes por la creación de un espacio reflexivo de convivencia en el que los que participan puedan debatir sin miedo a ser juzgado”, y culminó: “Desarrollamos espacios dinámicos para pensar y sentir aquello que está sucediendo. Es una práctica con unos y otros dentro del programa, pero que son aplicables a la socialización de cada uno de los participantes fuera del programa”.
Luego, fue el turno de Natalia Cuenca, quien explicó la política pública “Ruedas de convivencia” que se aplica en parte de las escuelas públicas secundarias santafesinas: “Encaramos estos programas y planes provinciales para garantizar los pilares de la educación como la inclusión y la calidad educativa, poder pensar a la escuela como un lugar de vida, como un lugar para aprender a habitar lo común”.
“Las Ruedas de convivencia son un dispositivo que intenta democratizar la institución de la escuela, mediante reuniones donde los alumnos secundarios socializan sus percepciones en torno a conflictos escolares, y proponen resoluciones pacíficas”, explicó y profundizó: “Tienen como punto la horizontalidad y buscan mejorar la coexistencia en el aula a través del diálogo. Así las comunidades educativas elaboran sus planes de convivencias, y el estudiante es protagonista de las legalidades que las rigen, lo que lo hace parte de ellas”.
Cerrando el panel, Silvia Vecchi, Jessica Name y Sergio Pepe realizaron una ponencia en conjunto en su función de contribuir a la paz social teniendo clara la realización de acciones para lograr estos objetivos: "Es de gran importancia ser crítico e identificar las falencias a la hora de no poder resolver ciertas situaciones porque por ejemplo un juzgado penal puede hacer que un conflicto no se vuelva a conciliar".
“Quizás no se cuenta con las herramientas a la hora de enfrentar a una víctima que tiene vulnerabilidades, por ello es que creemos que los valores y premisas que tiene la Justicia Restaurativa nos permiten herramientas que mejoran y humanizan estos procesos", destacaron y sostuvieron: “Debemos apoyarnos en, por ejemplo, la Dirección de Métodos Alternativas que nos ayudan a dar herramientas para ciertas conflictividades para saber cuándo la aplicación de la norma penal tradicional pueda hacer que ese conflicto quizás no se solucione”.
También, dieron cuenta de que "las políticas públicas en acceso a la justicia se promueven como lugares de importancia en desarrollos para la transformación de la cultura y las posibilidades pacificadoras de la sociedad", e invitaron a “miembros de la sociedad en general e incluso a nuestros compañeros que necesiten conversar para reflexionar, dialogar con la propia experiencia de cada uno, a pensar sobre los posibles itinerarios personales y comunes. Alentamos a hablar entre todos buscando intereses compartidos y para tratar las diferencias”.
Por último, enfatizaron en que "debemos hacer que a justicia penal sea la última instancia aplicable, hay otros eslabones que tenemos que activar y conectarnos entre nosotros para resolver antes esa conflictividad social".
PANEL 10: La Pedagogía Restaurativa y Cultura de Paz
El panel 10 se denominó La Pedagogía Restaurativa y Cultura de Paz y contó con la presencia Celia Maria Oliveira Passos del Instituto de Soluciones Avanzadas de Brasil; y Rodolfo Nuñez de Trabajo en Red y comunitario en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación Argentina. El panel fue coordinado por Pablo Noel, presidente del Colegio de Magistrado de la provincia de Buenos Aires.
Rodolfo Nuñez desarrolló la experiencia en el tema redes sociales y justicia restaurativa, y en ese sentido destacó que “hay muchos puntos de conexión entre las dos ya que ambas nos obligan a comprender que hay unidades heterogéneas, diversidad de experiencias, saberes, conocimientos y trayectoria ya existentes. Hay tramas que nos preexisten, debemos abandonar el pensamiento de que nosotros creamos las redes”.
“Debemos salir del ámbito judicial para darnos cuenta que los sujetos estamos cruzados por esos saberes, conocimientos, experiencias diferentes y que todos están influidos de alguna manera por políticas públicas” agregó y continuó: “Y para acceder a esos saberes preexistentes debemos crear espacios dialógicos con otras tramas, como también lo debe hacer la justicia restaurativa”.
A través de una presentación habló de la comunidad de vínculos, los que “deben establecer interacciones entre tramas para comprender a los adolescentes en situación de vulnerabilidad socio penal. Y una de ellas, por ejemplo, es hacer el trabajo comunitario en el mismo terreno, en nuestra experiencia de un área de alta vulnerabilidad social pudimos darnos cuenta la significación que tiene esa comunidad para al Estado ya que casi no había detalle catastral, estaba como una mancha, sin detalle”.
“Los principios en la intervención deben tener un enfoque de derechos, debe haber voluntariedad, un enfoque comunitario, gestión territorial y local, e interagencialidad. Hoy hay quienes cuestionan la voluntariedad, creo que es erróneo, no debe obviarse la voluntariedad porque los jóvenes tienen cosas por decir, hay que escucharlos. Es una práctica restaurativa”, concluyó.
Por su parte, Celia María Oliveira Passos, en el inicio de su disertación, invitó a pensar “qué es la justicia restaurativa, de qué tipo de justicia restaurativa estamos hablando”, y sostuvo: “La justicia restaurativa se construye según las comunidades, los espacios, la cultura, no hay una sola definición. Cada uno la comprende desde su mundo, desde su perspectiva, por lo que es necesario crear nuevos espacios para estudiarla”.
Esa introducción sirvió para avanzar en torno de las cuatro olas que se pueden diferenciar en la justicia restaurativa y los vínculos de ésta con la neurociencia y la física cuántica: “Las dos primeras olas en materia de justicia restaurativa comprenden a la restauración del daño, la respuesta al dolor u ofensa, la tercera ola nos trae nuevos desafíos, pensar a la justicia restaurativa como modo de vida, de filosofía de vida, como modo de ser, y la cuarta ola nos demanda comprender el mundo actual como un grito de justicia social, de indignación ante las desigualdades”.
Sobre el vínculo de la neurociencia con la justicia restaurativa, explicó que las emociones “no pueden preverse, llegan, surgen y dominan el cerebro, el organismo emana adrenalina, bajo tensión una persona pierde capacidad de raciocinio. En cambio, cuando aparecen reacciones hormonales como la oxitocina hay un mejor proceder, hay una mejor reacción. Cuando hay diálogo, cuando hay empatía, podemos esperar reacciones pacíficas”.
La primera de las conferencias estuvo a cargo de Austen Ivereigh y se tituló “Cómo salir de la crisis regenerados: el mensaje del Papa Francisco en Soñemos Juntos”. Precisamente la ponencia se centró en la conversación del periodista con el Papa Francisco en torno al contenido de publicación del pontífice.
“El libro se divide en tres partes que siguen la dinámica clásica del catolicismo latinoamericano que es ver, juzgar, actuar o como el Papa prefiere reformularlo contemplar, discernir y proponer”, explicó y continuó: “Contemplar y ver es importante porque hay que ver la realidad tal cual es y aceptarla tal cual es, el segundo paso es discernir o elegir y eligiendo es ver lo que nos humaniza y lo que nos deshumaniza, ver lo bueno y ver lo malo, y el tercer paso que es el actuar donde podemos proponer modos de actuar que reflejan estas nuevas conciencia de los valores”.
“Cuando la iglesia habla de la opción preferencial por los pobres quiere decir que siempre hay que tener en cuenta el impacto en los pobres de las decisiones que tomamos, pero también significa que debemos poner al pobre en el centro de nuestro modo de pensar”, reflexionó y compartió: “La parte más conmovedora del libro tiene que ver con algo que ustedes recordarán, cuando él estaba en Buenos Aires de Arzobispo organizaba todos los años en junios una misa en la plaza Constitución de Buenos Aires y ahí venía la periferia”, y completó: “Dice en el libro que él sentía el buen espíritu ante esa multitud orante, que le recordaba el pueblo humilde que seguía a Jesús, dice que el pueblo siempre lleva una promesa en su corazón una invitación que lo hace caminar hacia algo que desea pese a la marginalidad que sufren y la predicación de Jesús les evocaba promesas antiguas que llevaban en sus entrañas, en su sangre, una conciencia ancestral de la cercanía de Dios y de su propia dignidad, por eso seguían a Jesús porque él les daba dignidad”.
La coordinación de ambas conferencias estuvo a cargo de María de los Ángeles Pesado Ricardi integrante de la Defensoría General de Lomas de Zamora, quien agradeció la participación de Ivereigh y dio la palabra a Pérez.
A su turno, Roberto Perez habló sobre “El Perdón como camino para reparar y restaurar el tejido social, el vínculo personal y con los otros: "Estoy convencido que estamos en un momento de reevolución de la conciencia. Se trata de saltar a otro nivel de conciencia que la humanidad necesita para seguir existiendo. Y por eso, en esa reevolución de la conciencia, hay un camino que jamás tenemos que olvidar, y es que generalmente las situaciones que nos rodean están cargadas de tensión y de violencia”.
“Hay un pensamiento conocido que dice 'Papá, si matamos a todos los malos, ¿quedamos todos los buenos? No, hijo, quedamos todos los asesinos'. Los cambios no se hacen con violencia, se hacen con educación. Hacer un evento como este es creer en la Paz, es creer que los cambios no se hacen con violencia sin con educación”, expresó y continuó: “El perdón es la clave fundamental para que el tejido social, de comunidad, de familia, se pueda lograr. Todos los agentes de justicia tienen que tener una actitud que permita generar el perdón, y el perdón se puede generar cuando las personas que están participando en situaciones conflictivas llevan en ellos esta actitud de hospitalidad”.
Por concluir, Pérez señaló que “para poder perdonar, para lograr que haya paz, se requiere amar. Y en esta sociedad tan violenta tenemos que volver sobre este concepto de Platón, que dice que amar es querer el bien. ¿Qué es el bien? El bien es el desarrollo pleno de aquello que amo. Por lo tanto amar es querer mi propio bien y el bien de los otros”.
Sobre el cierre del Congreso, y fuera del programa previsto hizo uso de la palabra el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Torres, quien señaló que “a veces no alcanza con tener razón, sino que además hay que ser muchos y este es un ejemplo de esto”.
“El concepto de justicia restaurativa tiene un aspecto extremadamente valioso que es el rol de la víctima, la víctima con la aparición de los Estados nacionales y la expropiación de la acción penal por parte de los Estados empezó a desaparecer, primero languideció y después desapareció”, recapituló y agregó: “El rol del Estado en lugar de sumar a la víctima la fue diluyendo, la transformó en alguien anónima y la hizo desaparecer”.
Por último, destacó que “esta lógica de los procesos restaurativos que son utilizados exitosamente para abordar y resolver algunos conflictos y daños en distintos contextos y escenarios como familias, barrios, escuelas deportes, ubica a la víctima en una centralidad”.
Posteriormente, hizo uso de la palabra Raúl Lamberto que tras agradecer a todos los participantes y organizadores del evento remarcó que “el libro que presentamos ayer es un cambio paradigmático que necesitamos y debería estar colgado en las páginas de todos los organizadores para que esté al alcance de todos”, y enfatizó: “Es necesario que la cultura restaurativa sea desarrollada, conocida y practicada”.
Por último, valoró: “Este congreso tiene una virtud, no se le preguntó a nadie cómo pensaba, de dónde venía, cuál era su ideología, cuál era su espiritualidad, sino que se planteó si compartía la idea de restauración como idea de una práctica moderna nueva necesaria para el conflicto”.
Finalmente, Eduardo Germán Bauché remarcó que “seguramente quedaron expositores afuera de este programa a quienes nos hubiera gustado poder escuchar. Los convoco para al 4° Congreso Latinoamericano de Justicia Restaurativa que se va a realizar los días 4, 5 y 6 de agosto del año 2022”, y cerró: “Estoy agradecido, feliz y convencido de que el futuro va a ser el fruto de lo que estamos sembrando hoy, aquí, en cada hogar y en las tareas diarias y cotidianas”.