La violencia que azota a la ciudad de Rosario es extrema, con crímenes de sello narco que se cometen casi a diario. La situación es límite. Un doble homicidio el fin de semana, en el que una de las víctimas fue un bebé de apenas un año; y otro en las primeras horas de este martes, donde la persona asesinada apareció con los ojos vendados y las manos atadas. Noventa crímenes en el departamento en lo que va del año; 29 si solamente se computan los del mes de abril.
Si en algo coinciden los funcionarios del gobierno, es en el punto extremadamente delicado por el que atraviesa la seguridad. Sin embargo, la situación explosiva ha tenido hasta aquí más bien efectos implosivos en la gestión. Reproches, reparto de culpas y discusiones. Allí se inscribe, por ejemplo, un fuerte cruce entre Roberto Mirabella y Jorge Lagna. El senador nacional y ladero de Omar Perotti desde hace tiempo considera que la gestión del ministro de Seguridad está agotada, que se cumplió un ciclo y que es imperiosa una oxigenación a fin de que el costo político para la gestión no sea aún mayor. Lo piensa y sostiene desde hace tiempo, sólo que esa posición quedó expuesta ahora, a partir de publicaciones periodísticas del fin de semana. Ello provocó el enojo y recriminación del ministro que hasta aquí, pese a las sugerencias del entorno, ha recibo siempre la ratificación del gobernador.
La situación de crisis comenzó a detonar pases de facturas internos en el Ministerio. Y en ese plano, no pocos funcionarios de la cartera de Seguridad empezaron a ventilar que en medio de una situación de extrema gravedad – lo era, incluso, antes de los crímenes del fin de semana-, el secretario del área, Jorge Bortolozzi, encarara un viaje al exterior. El ex secretario del Servicio Penitenciario provincial ocupa un cargo de jerarquía; es el vice ministro o segundo de Lagna. Y según pudo confirmar El Litoral, se encuentra desde la semana pasada fuera del país en el marco de un periplo que incluyó estadías en Panamá y Nicaragua. La irritación de sus pares no sólo radica en que se encuentre fuera de Santa Fe en la actual coyuntura, sino en el hecho de que el motivo de su viaje tampoco está asociado a su función pública. En realidad, la actividad corresponde a un cargo internacional que ejerce desde hace varios años Bortolozzi en el Club de Leones. El propio funcionario dijo hoy a este diario que este martes tenía previsto su retorno al país.
Aun cuando se explicase que no había hecho uso de su licencia anual; que la actividad en cuestión demandaba unos pocos días y que el viaje estaba planificado desde hace tiempo, el malestar en el gabinete de Seguridad persistía. La ausencia no pasó desapercibida, sobre todo puertas adentro, frente a una situación que desborda y que ha encontrado hasta aquí – excepto a la flamante Jefa de Policía de Rosario- casi nulos interlocutores que hablen públicamente del tema.