La subsecretaria de Economía del Conocimiento de la Nación, María Apólito, resaltó el aporte que el sector realiza en la economía argentina en la generación de empleo, de divisas y la posibilidad de mejorar los procesos productivos de las empresas; destacó los resultados que produjo el plan Argentina Programa que capacita a quienes quieran aprender a programar y admitió que una de las tareas pendientes es avanzar en la vinculación entre el mundo académico y el industrial.
Apólito participó el jueves en El Molino de la presentación que hizo el gobierno provincial del Registro Provincial de Beneficiarios de la Economía del Conocimiento (RedC), en el que deben inscribirse las empresas radicadas en territorio santafesino que se encuentren adheridas al Régimen Nacional de Promoción de la Economía del Conocimiento. El REdC tiene como principal objetivo ofrecer a sus inscriptos estabilidad fiscal. Dicha estabilidad incluye la exención en los impuestos sobre los Ingresos Brutos, Inmobiliario y de Sellos.
"El aporte a la economía argentina de la economía del conocimiento va por varios caminos. Uno es la generación de divisas, exporta por 6 mil millones de dólares, porque es el tercer sector (los dos primeros son el agroindustrial y el automotriz) si tomamos los servicios basados en el conocimiento que incluyen el software, servicios profesionales calificados y sector audiovisual. Pero a esos sectores hay que sumarle la biotecnología, la industria satelital, la nanotecnología, los ensayos clínicos, así que si sumamos esos sectores las divisas seguramente son un poco más", dice la funcionaria.
"También genera mucho empleo. Para que se den una idea el sector del software genera un empleo cada cuatro horas, ha generado 15 mil empleos el último año, y además de eso mejora muchísimo la competitividad de los sectores tradicionales. Con esto quiero decir que si uno incorpora software, robotización a una empresa metalmecánica, por ejemplo, está mejorando la competitividad y hace que también esa empresa pueda exportar. Por ejemplo, hoy el 60% del valor de una maquina agrícola tiene que ver con la electrónica y el software. Ahí vemos el impacto que tiene la economía del conocimiento en la economía argentina. Los famosos barbijos del Conicet es pura economía del conocimiento porque es una empresa textil que a partir de la incorporación de la nanotecnología ha logrado una mejora en su proceso productivo", explica.
-Una cosa más que genera la economía del conocimiento es que se puede hacer desde cualquier lugar del país, que no es necesario irse a Buenos Aires.
-Claramente, uno necesita moverse y puede estar trabajando desde cualquier punto del país para donde sea. Nosotros tenemos varios programas que impulsan la federalización que es el de Nodos de la Economía del Conocimiento, que apunta a cluster existentes o a aquellos que se generan. Hemos aprobado durante el 2020, 64 nodos en los cuales el Estado invirtió 950 millones de pesos. Casualmente hoy el presidente (la entrevista fue hecha el jueves) está en uno de estos nodos en Catamarca.
-El principal problema que tiene el sector es el de la falta de mano capacitada para estas actividades?
-Hoy es un problema importante. La formación y capacitación de recursos humanos, especialmente en el sector del software. Por eso hemos puesto en marcha Argentina Programa que busca paliar esta dificultad. En el sector hay casi 10 mil puestos de trabajo sin cubrir, esto es, búsquedas activas de empresas de software que o logran cubrirse. Argentina Programa es un plan de capacitación muyambicioso, federal, masivo, que enseña a todo aquel que quiera programar, porque casi no tiene requisitos de ingreso, le enseña los seis lenguajes básicos y principales de la programación.
-¿Como está funcionando el vínculo entre las universidades y las empresas del sector?
-Creo que hay algunos puntos estructurales sobre los que nos debemos una discusión. Uno de ellos tiene que ver con el sistema de la educación en general, sobre todo media y universitaria. Argentina es reconocida por su excelencia en términos de ciencia, tecnología, del sistema universitario gratuito y de excelencia; pero nos debemos un esquema donde también tengamos trayectos formativos más cortos y más flexibles porque en estos sectores las tecnologías cambian constantemente y la curricula de una carrera de ingeniería en sistema a lo mejor es la misma que hace 10 o 12 años. Los lenguajes son muy dinámicos y muchas veces la universidad llega detrás de estos cambios.
-¿Es así en todos los sectores?
-Es importante destacar que en otras áreas como la biotecnología y la industria satelital claramente hay una vinculación estrecha y continua entre el mundo académico y el mundo del trabajo. Muchas veces uno piensa, por ejemplo, que aquel que estudia física debe quedarse en la universidad como docente o ser investigador del Conicet, pero las industrias también necesitan físicos, como la industria satelital o en la nanotecnología. Ahí tenemos la misión de que cuando se forman en este tipo de carreras se entienda que hay una industria pujante en el país que también puede absorver ese tipo de perfiles y que no tienen que quedarse solo en la universidad. Y también es deseable e importante que haya muchos docentes con perfil industrial, que pueda compatibilizar su actividad entre la docencia y el trabajo en una empresa porque creo que eso ayuda al sistema educativo y a transmitir conocimientos más ligados al mundo del trabajo.
-Un ejemplo positivo de lo que usted señala es el Parque Tecnologico del Litoral Centro
-Es un ejemplo super virtuoso de vinculación entre universidad e industria. Necesitamos más ejemplos como ese, que sea más común, que tengamos en todas las universidades un esquema donde un docente pueda entrar y salir de su laboratorio a una empresa y que la parte burocrática y administrativa no le genere incompatibiidades. Es un desafío que tenemos por delante. Argentina tiene muchas posibilidades, tenemos que ajustar los mecanismos para que esto suceda de manera más sistémica.
-El tema de los bajos salarios, que hace que mucha gente se vaya a trabajar a otro país, y el ingreso de las divisas que se cobran por hacer trabajos del exterior son cuestiones que resolver?
-Totalmente. A mi me gusta decir que este es un problema mundial. La pandemia aceleró esta situación, de que uno no necesita radicarse donde está la empresa que lo contrata. La realidad es que hay una puja por los talentos argentinos en temáticas muy puntuales y además tenemos el "problema" que Argentina es reconocida por la formación de su gente. Hoy tenemos 13 unicornios , de los cuales 5 nacieron durante la pandemia. Eso muestra que nuestro país tiene un potencial enorme y nuestros talentos son muy buscados, lo que hace que estemos en una puja constante entre retener a esa gente o que se vayan a trabajar al exterior. El problema es aquellos que trabajan para el exterior fuera de la legalidad. La cuestión es que lo que produce esta industria son intangibles, por lo que no estamos en condiciones de controlar quien presta un servicio, quien manda un plano por internet o un algoritmo que le llevó 700 horas de desarrollo. Es imposible controlar esa situación.
-¿Como enfrentan esta situación?
-Somos conscientes de ello y tenemos esquemas para tratar de revertirla. Tenemos desde Argentina Programa hasta la Ley de Economía del Conocimiento, que otorga beneficios fiscales muy importantes para que las empresas puedan también destinar recursos a mejorar salarios para neutralizar estas situaciones. Pero al mismo tiempo es importante que haya proyectos emblemáticos, tener a estos unicornios porque generan proyectos que tercerizan en empresas más chicas. Es complejo el esquema pero tratamos de atacarlo desde todos sus ángulos. Son muchas variables las que juegan en esto, algunas las controlamos y otras no.
-¿Que objetivo se han trazado para este año?
-Nos planteamos definir el ingreso al régimen de la Economía del Conocimiento de las 800 empresas que hoy están con solicitud de hacerlo. Hasta ahora tenemos 420 empresas ingresadas en menos de un año de funcionamiento, así que entendemos que vamos a poder completar las solicitudes que están en tramite antes que termine el segundo año en marzo de 2023. También vamos a seguir potenciando la industria satelital que nos parece un sector sumamente competitivo y donde Argentina tiene muchas capacidades y atiende un nicho que muy pocos países pueden hacerlo. Y el otro desafío que enfrentamos es el de generar mecanismos de financiamiento que se adapten a este tipo de empresas. Muchas de ellas no tienen activos físicos, no pueden acceder a los financiamientos clásicos de los bancos porque no cuentan con garantías, en general la mayor inversión la tienen que hacer en capital de trabajo y en contratar personal nuevo. Tenemos que ser creativos en los esquemas de financiación de este tipo de empresas.