El Gobierno Nacional sufrió una dura derrota en las PASO 2021 y perdió en 16 provincias (y CABA), incluyendo los 5 distritos más poblados del país: provincia de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.
El Gobierno Nacional sufrió una dura derrota en las PASO 2021 y perdió en 16 provincias (y CABA), incluyendo los 5 distritos más poblados del país: provincia de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.
Al respecto, Juntos por el Cambio se impuso en 14 provincias (y CABA): Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Jujuy, Corrientes, La Pampa, Entre Ríos, Chaco, Chubut, Misiones, Salta, Tierra del Fuego y Santa Cruz.
Las dos excepciones donde vencieron fuerzas que no son el oficialismo y Juntos por el Cambio, fueron Neuquén (Movimiento Popular Neuquén) y Río Negro (Juntos Somos Río Negro).
El resultado de las elecciones primarias (PASO) en las ocho provincias que elegirán senadores nacionales en noviembre encendió alarmas en el Frente de Todos debido a que si se repiten los números, la bancada oficialista perdería seis bancas y dejaría de tener quórum propio.
La coalición Juntos por el Cambio, que tuvo internas entre varias listas de senadores en casi todos los distritos, se impuso en Chubut, Corrientes, Córdoba, La Pampa, Mendoza y Santa Fe, mientras que el Frente de Todos solo contó dos victorias: Catamarca y Tucumán.
Debido a que cada provincia elegirá en noviembre tres senadores (dos por la mayoría y uno por la primera minoría) el oficialismo perdería dos bancas por Chubut, una por Corrientes, una por Córdoba, una por La Pampa y otra por Santa Fe si los resultados de las PASO se repitieran en los comicios generales.
Actualmente el bloque del Frente de Todos que en los hechos lidera la vicepresidenta Cristina Kirchner tiene 41 bancas, mucho más que las 37 que se necesitan para tener quórum, mientras que Juntos por el Cambio suma 26, incluida la de la aliada santafesina Alejandra Vucasovich.
Esos números cambiarían drásticamente si el oficialismo fuera derrotado de la misma forma en las elecciones de noviembre, dado que perdería seis de los 15 escaños que pone en juego, mientras que el principal interbloque opositor ganaría cinco, lo que dejaría al Frente de Todos con 35 votos propios y a Juntos por el Cambio con 31.