Luis Rodrigo
La Casa Gris ya habla de un endeudamiento bajo las condiciones que imponen la mayoría justicialista y el calendario. Quedan apenas dos jueves para el receso legislativo.
Luis Rodrigo
La tarde terminó con una sesión extrañamente tranquila. Completamente ajena a las declaraciones, a las acusaciones y a las quejas de ayer en el Senado. Hubo consultas a constitucionalistas, negociaciones con altos funcionarios y una larga tarde de reuniones.
La pulseada por el proyecto para autorizar a la Casa Gris a tomar una deuda en el exterior por hasta mil millones de dólares para realizar obras públicas, vivió ayer un capítulo intenso y productivo.
El peronismo mayoritario en la Cámara Alta parece que podrá imponer su criterio, incluso más allá del escenario que domina. La contrapropuesta del PJ es por la mitad, y ayer el ministro de gobierno Pablo Farías comenzó a mostrar su disposición a hablar sobre esa base, que reduce a la mitad lo que solicitaba el gobernador Miguel Lifschitz.
La oposición sostiene que está dispuesta a volver a autorizar al gobierno provincial a tomar otros préstamos, también por U$S 500 millones en 2017, si 2016 termina con las obras hechas por la primera parte del endeudamiento.
El funcionario habló de recuperar las condiciones para el consenso, se mostró muy preocupado por cómo volver a elaborar una lista de obras realizable con el techo que le impone el justicialismo y el propio Farías presentó como infranqueable.
El negociador llegó a la siesta y se fue cuando la tarde caía. Entró y salió del bloque del PJ tres veces y otras tantas de la sala de la presidencia donde se reunió el oficialismo completo: los 8 senadores del Frente Progresista, Cívico y Social (de 5 integrantes) y del Frente Progresista Sur (3). Su mención no es antojadiza: los rumores en un clima de tensión evidente en el Senado llegaron a señalar la posibilidad de diferencias en el oficialismo y esas reuniones los desmienten.
“Dialogamos sobre la base de que el Senado va a modificar el proyecto de ley que tiene media sanción de Diputados, y que va a volver a esa Cámara”, definió el ministro cuando se le preguntó si el PJ le planteó la posibilidad de presentar su propio proyecto.
Dudas y certezas
Funcionarios de la Cámara, asesores y constitucionalistas fueron consultados: ¿se puede presentar un nuevo proyecto de ley sobre un tema que ya ha tratado y aprobado otra Cámara? ¿Es constitucional proceder así al mero efecto de constituirse en Cámara de origen?
Todo indica que un criterio político (antes que la letra de la Constitución, que es muy clara) hizo recuperar la racionalidad al bloque mayoritario, que archivó la idea de presentar su propio proyecto de endeudamiento (fingiendo que el Ejecutivo no hubiera enviado el suyo).
La discusión no es sólo un formalismo. Lo que hizo trascender el peronismo rompía las reglas del juego parlamentario y quebraba la potestad del gobernador de elegir la Cámara a la que envía primero sus mensajes, para que ésta gane en caso de votaciones diferentes (al cabo de 5 revisiones).
“Queremos garantías, certezas de que esta vez las obras se van a hacer”, esa es la síntesis con que el PJ presenta su posición para no firmar completo el cheque este año.
“Cogobernar”
El ministro Farías atribuyó la frase de la discordia del vicegobernador Carlos Fascendini a “las tensiones propias del momento”, pero no tuvo más remedio que restarle su respaldo a las declaraciones que unas horas antes había disparado el titular del Senado.
Como se recordará, Fascendini acusó de pretender “cogobernar” al bloque del PJ. Ayer nadie le respondió en la sesión, como si la declaración no hubiera existido, y esta mañana a primera hora le contestó uno de los senadores que ayer estuvo ausente con aviso.
Desde su lecho de enfermo, un momento antes de una intervención quirúrgica, le respondió -también con extraña dureza- el jefe del bloque opositor Armando Traferri (PJ-San Lorenzo).